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Elsa Noguera, alcaldesa electa de Barranquilla. | Foto: Semana

Barranquilla

Nuevos alcaldes: la 'puerta de oro' volvería a brillar

El gobierno de Alejandro Char, del cual hizo parte la alcaldesa Elsa Noguera, sembró las bases para el florecimiento de Barranquilla. Ahora le corresponde a ella mantener la brújula de crecimiento, competitividad y equidad social.

2 de enero de 2012

A Elsa Noguera la apoyaron los mismos senadores que estuvieron con el candidato que perdió la gobernación Jaime Amín: Fuad Char, José David Name, Roberto Gerlein y Efraín Cepeda. Sin embargo los resultados fueron distintos. ¿Por qué? Sólo caben dos explicaciones: una, que la administración de Alejandro Char, de la cual Noguera fue secretaria de Hacienda, devolvió a los barranquilleros la confianza en la administración de la ciudad y su resplado abierto a Noguera, fue escencial; mientras que por el lado del departamento el gobierno liberal apoyó a José Antonio Segebre.
 
José Amar, decano de Humanidades de la Universidad del Norte, escribió en su columna en El Heraldo, unos días antes de las elecciones, un resumen de los logros del alcalde Char. Allí sostiene que los avances en infraestructura, educación y salud, permitieron recuperar la confianza inversionista, favoreció la industrialización y fortaleció al sector servicio. Y la mayoría de los barranquilleros lo reconocen, así lo indica la imagen favorable que registra en cada muestra donde se mide la aceptación a su gobierno.
 
Por eso, para los barranquilleros el principal reto de Elsa Noguera, la primera mujer elegida alcaldesa en esta ciudad, es continuar las realizaciones en las que la actual administración avanzó: Char construyó más de 700 kilómetros de nuevas vías en barrios de la periferia, creo una nueva red pública de atención en salud que estaba destruida, reconstruyó 123 colegios públicos y siete megacolegios.
 
La politóloga Alexandra García, directora del departamento de Ciencia Política de la Universidad del Norte, sostiene que la satisfacción de la ciudadanía con la administración de Char, se debe a que ‘las obras se ven y la ciudad está contenta. Por eso, uno de los retos principales de la alcaldesa es no dejar caer lo que se ha logrado’.
 
La alcaldesa electa, en sus recorridos por los barrios, en debates y a preguntas de los periodistas, ha manifestado que hay que cuidar la infraestructura construida y sostener los programas de educación y salud, pero tiene retos enormes en materia de movilidad, cultura ciudadana, embellecimiento y ordenamiento territorial. Noguera tiene una gran preocupación por la forma cómo se ve la ciudad y ha manifestado que si la ciudad sigue mejorando en el estado de sus vías y mejoramiento de sectores urbanos deprimidos, la gente verá sus recursos bien invertidos.
 
No todo brilla

El reto más duro que tendrá que resolver, de acuerdo con el economista Jorge Vergara, es la parte financiera.
Vergara, fundador de la ONG Cívicos en Acción y profesor durante 35 años en las universidades del Norte y Atlántico sostiene, con base en informes de la misma administración, que no es cierta la idea de que ha habido un ‘milagro financiero, que por el contrario la ciudad está expuesta a un desastre de incalculables proporciones’.
 
Tanto Vergara como otros analistas políticos y económicos consultados, coinciden en que la alcaldesa tendrá que comenzar a pagar, a partir de 2012 una deuda de 1.2 billones de pesos. Sin embargo, la administración se defiende y sostiene que Vergara está desinformando, pues la deuda del distrito no supera los 900 mil millones de pesos.
 
La administración de Char recibió en 2007 una deuda de 537 mil millones y la incrementó en más de 700 mil millones y la cartera pasó de 429 mil millones a 850 mil millones de pesos. Para Vergara, este desastre financiero, se explica porque el presupuesto está desfinanciado. Es decir, durante tres años los gastos han sido superiores a los ingresos en una cifra cercana a 400 mil millones de pesos anuales.
 
Entre los acreedores del distrito están contratistas, proveedores y trabajadores. El reto de Noguera es enderezar ese ‘entuerto’, y revisar el estatuto tributario para que se fijen tasas que sean compatibles con la capacidad de pago de la gente. Según el economista, si la ciudad va también en términos económicos, por qué ofrecen a mitad de año un ‘gangazo’ tributario. La explicación es que a septiembre 30 habían recaudado un billón de pesos y se habían gastado a la misma fecha un billón 350 mil millones de pesos.
 
Un segundo reto tiene que ver con los costos de la sentencia que ordena al distrito y a los constructores, entre esos a la firma Alejandro Char Chaljub, a indemnizar a los propietarios de las viviendas en el sector de Campo Alegre en 130.000 millones de pesos, cuyas construcciones no debieron permitirse porque existía una restricción de riesgo por la calidad de los suelos, sin embargo lo hicieron con conocimiento de causa. La deuda deben asumirla en un 50 por ciento cada uno de los responsables. Noguera tendrá que ajustar el presupuesto a la realidad, además tendrá que asumir el pasivo laboral de la liquidada Empresa de Teléfonos de Barranquilla.
 
Finalmente, la alcaldesa debe agilizar la chatarrización de los buses de servicio público que siguen circulando por las vías construidas para Transmetro, el sistema integrado de transportes que ha tenido una inversión de 750 mil millones de pesos, e incrementar el número de rutas alimentadoras y de buses en circulación por la troncal para alcanzar la meta de 350.000 pasajeros día, que a la fecha está en 98.000 con un déficit de 17.000 millones a fecha de hoy para los operadores. Si en seis meses no se ha incrementado el volumen de pasajeros y no han salido de circulación algunas rutas de transporte del sistema de movilidad, el problema se incrementaría de manera grave.
 
En ese balance de cosas positivas y un panorama financiero incierto, Elsa Noguera deberá lidiar con unos aliados políticos que perdieron terreno con Char, pues el alcalde mantuvo durante los cuatro años el manejo de las secretarías con personas de perfil independiente o técnico. La politóloga Alexandra García cree que Noguera mantendrá ese tipo de perfiles, personas del sector privado, con alto nivel de preparación profesional, pero lo que no se sabe es cómo serán las relaciones con el concejo y qué pedirán a cambio los miembros de la alianza, los senadores Name, Gerlein y Cepeda.

El gran reto de Elsa Noguera es mantener y superar lo realizado por Alejandro Char, pero las expectativas cambian de un periodo a otro. El sector exportador e importador espera que mejoren las condiciones de infraestructura vial para facilitar el intercambio exportador con miras a la entrada en vigor del TLC, se mantengan o mejoren los niveles de profundidad del canal navegable, se construya el corredor portuario, obra ya contratada, se canalicen los caños para avanzar el plan de saneamiento ambiental y se defina el sistema de canalización de los arroyos para evitar que en la temporada de lluvias la ciudad se paralice se sigan presentando tragedias de personas y vehículos arrastrados por la fuerza de las aguas.
 
La elección de Elsa Noguera De la Espriella como alcaldesa de Barranquilla tiene varios hechos destacables. Es la primera vez que una mujer resulta elegida para ocupar el cargo; habrá continuidad de la administración actual; y políticamente los más importantes jefes políticos del departamento, Char, Name, Gerlein y Cepeda, mantienen la unidad denominada ‘La Gran Alianza’, que viene desde 2007, cuando Alejandro Char ganó la alcaldía. Ahora, en sus manos está corroborar estas circunstancias y hacer frente a los retos existentes que tiene la ciudad.