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Consejo de seguridad en Boyacá | Foto: Cortesía Gobernacion Boyacá.

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No habrá guerra verde en Boyacá

Autoridades ofrecieron 70 millones de pesos por información que lleve a la captura de los asesinos del esmeraldero Luis Murcia.

15 de septiembre de 2014

La muerte a tiros de Luis Murcia, conocido como el 'Pequinés', un viejo esmeraldero que fue protagonista de la guerra verde en la década de 1980, causó revuelo en una parte del departamento de Boyacá que temió el resurgir de los enfrentamientos entre familias de empresarios de las esmeraldas. Este lunes, tras un consejo de seguridad, todos llegaron a la conclusión de que no volverá la guerra verde en esa zona del país.

La estabilidad de la región estaba comprometida ya que Murcia, uno de los que firmaron la paz en 1990, fue asesinado en una finca en circunstancias que aún son materia de investigación por las autoridades.

Incluso, tras la muerte del 'Pequinés', algunos integrantes de su familia reconocieron que ese asesinato no sería motivo para iniciar una nueva confrontación entre familias.

Ese mensaje fue ratificado en el consejo de seguridad en el cual estuvieron reunidos los mandos militares de la región; 12 alcaldes de la zona; el secretario general de la Gobernación de Boyacá, Fabio Tadeo Bustos; un delegado de la Defensoría del Pueblo, y el director de la Policía, general Rodolfo Palomino. 

Son varias las conclusiones tras el consejo de seguridad. La primera de ellas es que se va a ofrecer una recompensa de 70 millones de pesos para quienes entreguen información sobre los autores materiales e intelectuales de la muerte de Luis Murcia. 

Además, le solicitarán a la Fiscalía que llegue hasta el final de la investigación que permita esclarecer qué pasó y se puedan prevenir nuevos hechos que alteren la paz en el occidente de Boyacá.

Dos brigadas móviles del Ejército y patrullas de la Policía van a mantener la custodia de puntos estratégicos de la zona. Incluso, se aprobó la compra de los terrenos para la construcción del centro multi-integrado de la Policía que tendrá un énfasis para la Policía de carabineros. Con ello pretenden mejorar la seguridad. 

“No existe razón alguna para pensar que en el occidente de Boyacá haya presencia de bandas criminales o que se vaya iniciar una guerra por las esmeraldas. Hay un problema de pocas familias y en esos hechos no está vinculada la comunidad”, dijo el secretario general de la gobernación de Boyacá, Fabio Tadeo Bustos. 

El general Palomino advirtió que es injusto que se estigmatice a esa región que ha demostrado ser un territorio de paz. “El occidente de Boyacá no es ni será un escenario de guerra”.

Monseñor Luis Felipe Sánchez, obispo de Chiquinquirá, les confirmó a las autoridades que ha mantenido contacto con los empresarios esmeralderos y que ellos le han ratificado que no tienen intención de que regrese la llamada guerra verde.

Incluso, en la gobernación creen que las circunstancias son diferentes a las vividas en la década de 1980. “Ahora hay presencia institucional” dijo Tadeo. Un dato confirma esa tesis, en el occidente de Boyacá en 10  de los 17 municipios no ha habido homicidios en los últimos meses. Las cifras de la autoridades indican que en lo que va corrido del año se han realizado 681 capturas, 100 de ellas a personas con antecedentes, y se han incautado cerca de 130 armas de todos tipo.  

Se acordó además que se van a realizar mesas de trabajo con el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, la idea es fomentar proyectos productivos. Se calcula que en la minería solo trabaja el 3 % de la población.

Finalmente, las autoridades acordaron trabajar periódicamente a través de la Corporación de Paz del Occidente de Boyacá para garantizar que no se vayan a desatar enfrentamientos entre familias.