Home

Nación

Artículo

Un caballo cochero murió en la noche del 1 de septiembre del 2014 en Cartagena. | Foto: Tomada de Vanguardia Liberal.

BOLÍVAR

Otro caballo cochero muere en Cartagena

El equino falleció este lunes mientras esperaba a un turista para el tradicional recorrido.

2 de septiembre de 2014

Por cuarta vez en lo que va del año, un caballo se desmayó mientras prestaba el servicio en Cartagena. Las autoridades de la ciudad no han podido controlar el problema.  

Esta vez, el incidente ocurrió en Bocagrande. En la noche del pasado lunes, el equino estaba estacionado esperando a algún turista cuando presentó malestares. El cochero Jorge Luis Castellar relató al diario El Heraldo que en ese momento le quitó los amarres y se desmayó. Siguieron las convulsiones y la muerte del animal.
 
“Es normal que los caballos se tapen y les den cólicos, pero no sé qué pudo pasarle a este”, dijo Castellar al rotativo barranquillero. 

A pesar de que la Alcaldía de Cartagena tiene el decreto 656 del 3 de junio de 2013 para reglamentar el peso de los caballos, el cupo máximo por coches, el horario de circulación y otorgar un certificado de identificación de cada animal, todavía no se logra controlar el uso indiscriminado de los equinos. 

Vicky de Zubiría, de la Fundación Ángeles con Patas, explicó en su momento que los caballos cocheros trabajan ocho horas diarias sin agua ni alimentación, recorriendo decenas de kilómetros sin descanso. “Las multas a los cocheros dan risa, pero es lo que la norma obliga”, añade Zubiría.

En julio de este año, luego de que otro caballo se desplomó, el alcalde Dionisio Vélez afirmó a SEMANA que con el decreto se regula lo que nunca se había regulado. “De ahora en adelante, no cualquier caballo podrá tirar un coche”, anunció en esa ocasión, pero la norma todavía no se cumple en su totalidad.

La Alcaldía impuso como plazo límite el 31 de diciembre de este año para que todos los conductores de los coches se pongan al día. Según sus cifras, son 68 vehículos con tracción equina, mientras que la Procuraduría habla de 150 caballos prestando el “servicio”.

Mientras este tiempo se cumple, el procurador delegado para asuntos ambientales y agrarios Óscar Darío Amaya le solicitó al alcalde cartagenero que suspendiera provisionalmente el servicio de coches turísticos “hasta tanto se hayan adoptado las medidas contingentes y necesarias para proteger la salud y la vida de los equinos”.

La respuesta de Vélez fue contundente: “Hasta allá tampoco. Es una tradición que se debe respetar. Pensar en suspender el servicio de coches es exagerado”.

Hoy, casi dos meses después de este cruce de palabras, otro animal muere en Cartagena por las condiciones en las que vive, mientras se cumple el tiempo para que todos los cocheros se pongan al día con el decreto.