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El Palacio lleva 15 años prácticamente sin cuidado y requiere con urgencia una restauración que vale entre 12.000 y 15.000 millones.

URBANISMO

Palacio de San Francisco, en decadencia

La polémica en torno al uso del Palacio de San Francisco en Bogotá ha puesto al descubierto el abandono oficial en el que se encuentra ese edificio emblemático de la capital.

23 de junio de 2012

El enfrentamiento político que en días pasados sostuvo el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, con el gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, por el uso del Palacio de San Francisco dejó al descubierto el delicado estado en el que se encuentra uno de los edificios más hermosos y emblemáticos del centro de Bogotá. La dura realidad es que permanece en pie a pesar de los bandazos e improvisaciones de los gobernadores de turno.

Hace un par de semanas Vargas Lleras, junto al ministro de Trabajo, Rafael Pardo, le propuso a Cundinamarca adquirir el Palacio para convertirlo en sede de sus carteras, de ese modo, argumentaron, le darían nueva vida al centro y a este edificio de arquitectura ecléctica que el arquitecto francés Gastón Lelarge comenzó a construir en 1918 sobre las ruinas del convento San Francisco. El mismo que fue hasta 1997 sede de la Asamblea y la Gobernación de Cundinamarca.

Pero la Asamblea y el gobernador Álvaro Cruz rechazaron de inmediato la propuesta. "Allí se va a construir un centro de ciencia, innovación y tecnología en asocio con Maloka, y que ya cuenta con el acompañamiento del alto consejero presidencial para la Ciencia y la Innovación, el científico Rodolfo Llinás. La idea es que a través de salas interactivas, de exposiciones permanentes y de la puesta en servicio de un gran salón de eventos, el Palacio esté al servicios de miles de niños y visitantes y se convierta en el punto de encuentro entre Bogotá y el departamento", dijo Cruz.

La idea, dice Nohora Elizabeth Hoyos, directora de Maloka, es que allí funcione un centro más pequeño que el de Ciudad Salitre, "con muchas actividades y todos los proyectos nuestros, como clubes de ciencias, de profesores, red de empresarios innovadores, Ubikate y proyectos de cultura ciudadana, arte y ciencia para la convivencia. El gobernador quiere que el Palacio esté al servicio de la gente".

Para hacer el reforzamiento antisísmico del edificio, restaurar los grandes salones, bóvedas y patios y dejarlo al nivel de conservación que requiere este bien de interés de la nación, se requieren entre 12.000 y 15.000 millones de pesos, que la Gobernación no tiene pero aspira a conseguir con las regalías. Precisamente una de las polémicas desatadas gira en torno a si este edificio estaría mejor en manos de los dos ministerios, que tienen los millonarios recursos para restaurar y mantener el Palacio, o en las de la Gobernación, que, a decir verdad, tiene pocos recursos pero busca ponerlo al servicio de la gente.

Otra polémica se centra en las diferencias surgidas entre el gobernador Cruz y su antecesor, Andrés González, que invirtió millonarios recursos en reconocidos arquitectos, expertos, estudios y diseños, liderados por la Sociedad Colombiana de Arquitectos, con el fin de reconstruir el edificio y crear allí el Centro Cultural y de las Artes Palacio San Francisco. La idea era usar los ricos espacios para la creación, formación, investigación y divulgación artística, al convertir al Palacio en un centro de industrias culturales de la Región Capital. Todo el proyecto se puede ver en la página www.palaciosanfrancisco.cundinamarca.gov.co

Si bien Cruz dice que los estudios de González, que costaron más de 700 millones de pesos, servirán de base para crear ahora el centro Maloka, es claro que se están tirando a la basura más de cuatro años de trabajos, inversiones y esfuerzos en una nueva idea que puede ser muy interesante pero en pañales. "Es absurdo montar una Minimaloka en un edificio que, primero, no es sismorresistente y no puede recibir numerosas visitas, y segundo, tiene más beneficio para la ciudad convertirlo en un centro cultural que en museo de niños", dijo una cercana colaboradora del exgobernador González.

Lo cierto es que, por ahora, lo único que se está adelantando en el Palacio es la demolición del cuarto piso, cuyas oficinas construidas arbitrariamente le estaban generando un peligroso peso a la edificación. Igualmente, el resto del edificio está en muy mal estado. Y lo que es peor, según varios estudios, fueron robadas valiosas obras de arte y libros del Palacio.

Sin duda es hora de que este hermoso edificio, de bóvedas de cañón, yesos del taller de Ramelli, patios y hermosas columnas y esculturas, sea restaurado. En esto todos están de acuerdo. La polémica sobre cuál es su mejor uso apenas comienza, y si se deja pasar el tiempo, el Palacio podría ser irrecuperable.