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'Para-jabón'

Los narcotraficantes más buscados del mundo buscan limpiar su prontuario convirtiéndose en jefes paramilitares.

24 de abril de 2005

Diego Montoya, alias 'Don Diego', y Wílber Varela, alias 'Jabón', son los jefes del cartel del norte del Valle del Cauca y los dos capos del narcotráfico más buscados del mundo. Eso no es un secreto para nadie. Como tampoco lo es que los dos son enemigos a muerte y desde hace más de un año sus ejércitos de sicarios, los 'Machos' y los 'Rastrojos', respectivamente, libran una guerra que ha dejado más de 1.000 muertos en el Valle del Cauca.

Desde el año pasado los dos narcos han sentido como nunca el acoso de las autoridades. Les han quitado muchas de sus propiedades, les han capturado y extraditado a sus más importantes lugartenientes y les han desvertebrado algunos de sus redes sicariales. Para escapar de esa ofensiva, los capos intentaron acudir a una maniobra que les ha funcionado a algunos de sus antiguos colegas en el mundo del tráfico de drogas: convertirse en paramilitares.

En septiembre del año pasado SEMANA reveló cómo 'Don Diego' pagó varios millones de dólares a un jefe paramilitar del Magdalena Medio para 'comprar' un grupo de sus combatientes y crear un nuevo bloque de autodefensas. Con esto intentó meterse a la mesa de diálogos de Santa Fe de Ralito con la fachada de ser un jefe de autodefensas. Aunque 'Don Diego' ofreció a varios miembros del Estado Mayor de las AUC cifras que oscilaron entre los cinco y los siete millones de dólares para que lo acogieran en la mesa de Ralito, los jefes paras rechazaron la oferta. La razón fue muy simple. Una cosa era recibir a 'narcos comunes' o menos visibles, como ha pasado, y otra muy distinta intentar camuflar al narcotraficante más buscado del mundo como comandante paramilitar. Aunque, por ahora, no está en las mesa de diálogos, 'Don Diego' no ha abandonado su idea de consolidarse y posicionarse como paramilitar. El pasado 9 de abril, durante un foro universitario celebrado en Cali, hizo llegar un comunicado en el que anuncia el nacimiento de las Autodefensas Unidas del Valle -AUV-. La misiva estaba firmada por el comandante 'Mondragón', alias que Montoya pretende utilizar como jefe paramilitar. Lo curioso es que 'Don Diego' no es el único que acude a esa estrategia. Su archienemigo Wílber decidió acudir a la misma táctica.

Según las autoridades, Varela formó un grupo bautizado con el nombre de Rondas Campesinas Populares -RCP-. Su zona de actividad está ubicada en el cañón de Las Garrapatas, en donde habitantes conocen a este grupo como Rastrojos Campesinos por Colombia, en una clara alusión al origen del grupo, ya que muchos de sus integrantes pertenecen a la banda de sicarios de Varela, los 'Rastrojos'. A diferencia de Montoya, 'Jabón' no compró parte de una estructura paramilitar ya existente sino que utilizó a los hombres de su estructura sicarial para transformarla en un bloque paramilitar. Las autoridades ya tienen pruebas de esa realidad.

A comienzos de este año comenzaron a aparecer grafitos con las letras RCP en las fachadas de las casas y fincas de varios municipios de la zona. En los primeros días de febrero se presentaron combates entre hombres de Montoya y Varela cerca de la vereda El Naranjal, municipio de Bolívar. Al lado de una carretera la comunidad y las autoridades encontraron los cuerpos de cuatro hombres con uniformes camuflados con brazaletes con las letras RCP. A finales de ese mes el Ejército descubrió un campamento en pleno cañón de Las Garrapatas, en donde descubrió un gran arsenal de guerra , brazaletes y grafitos de las RCP .

Aunque aún no se ha hecho público ni 'oficial' este nuevo grupo, los habitantes de la región ven constantemente pasar hombres con uniformes camuflados y brazaletes del RCP. En Santa Fe de Ralito muchos conocen ya del tema, pero cuando hablan de los 'paras' de Varela lo hacen en voz baja ya que tiene como 'padrino' a uno de los comandantes más poderosos de las AUC. Nadie sabe con certeza cuál será el siguiente paso. Pero es posible que con sus RCP, Varela también esté intentando pescar en el río revuelto en que se ha convertido la negociación entre gobierno y autodefensas.