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El senador y expresidente Álvaro Uribe dio la réplica al fiscal general. | Foto: Archivo SEMANA

JUSTICIA

Uribe vuelve a despacharse contra Santos, el fiscal y el padre Giraldo

Tras la visita de Eduardo Montealegre a la CIDH, el senador del Centro Democrático insiste que el uribismo es perseguido y su hermano es un preso político.

23 de marzo de 2016

En el que se podría considerar uno de los últimos actos como fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre viajó a Washington, donde se reunió por algunas horas con funcionarios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Su propósito no fue otro que demostrar en el organismo internacional que ni la familia del expresidente Álvaro Uribe, ni los miembros de su partido político, el Centro Democrático, son víctimas de persecución política por parte del Estado colombiano.

Esa, precisamente, es la tesis del uribismo, la cual fue defendida por su director nacional, Óscar Iván Zuluaga, quien estuvo hace dos semanas en la CIDH haciendo seguimiento a las medidas cautelares tramitadas por varios dirigentes cercanos al Centro Democrático, así como la del ganadero Santiago Uribe, hermano del expresidente.

En Washington, Montealegre presentó las pruebas contra Santiago Uribe sobre presuntos vínculos con el grupo paramilitar denominado los ‘Doce apóstoles’ y la posible defraudación al Estado a través del recobro del IVA a la DIAN en la que podrían verse envueltos los hijos del exmandatario, Tomás y Jerónimo Uribe, quienes hace dos semanas desfilaron por la Fiscalía por su propia cuenta.

“Esta investigación se basa en un contexto de violación masiva de los derechos humanos en Antioquia durante la década de los 90 ligada con el caso de los Doce apóstoles, que realizaron limpieza social en Yarumal (…) por estos hechos se investiga a Santiago Uribe con base en informes de Amnistía Internacional, de la personería de Yarumal, de la Procuraduría General de la Nación y varios testigos que lo comprometen”, dijo Montealegre en referencia al caso del hermano del senador.

Álvaro Uribe reaccionó este miércoles a la gestión adelantada por el fiscal, se ratificó en su tesis de que su hermano es un preso político y la cargó, una vez más contra el presidente Juan Manuel Santos, el propio fiscal general y el sacerdote jesuita Javier Giraldo.

“Mis compañeros de acción política han denunciado los contratos corruptos asignados por el fiscal general. El fiscal general se inventó el hacker para afectar la campaña presidencial del doctor Óscar Iván Zuluaga, justamente en el momento en que medios de comunicación informaron que asesores políticos del gobierno Santos le habrían cobrado 12 millones de dólares al narcotráfico para hacer gestiones en favor del narcotráfico ante el gobierno Santos”, dice Uribe.

“Ha sido tal el abuso del fiscal general, que no le ha entregado a la defensa los videos que ha utilizado públicamente para deshonrar al doctor Óscar Iván, a Luis Alfonso Hoyos y a David Zuluaga”, agrega el expresidente.

“Mi hermano Santiago es preso político, durante 20 años compareció cumplidamente a la justicia, le asignan unos homicidios ocurridos en 1993, empezaron a acusarlo en 1996 por la sola condición de ser hermano mío”, asegura el senador.

A diferencia de lo que sostuvo el fiscal, Uribe asegura que a su hermano lo acusan unos falsos testigos promovidos por el padre Giraldo, a quien acusa de ser amigo de la guerrilla: “Un mayor de la Policía expulsado de la institución por narcotráfico, protegido por Chávez en Venezuela; un expolicía condenado por varios asesinatos que dice, de oídas, uno de los asesinatos fue el asesinato de su novia; una persona con una hoja de vida de esquizofrenia, esa persona está protegida y financiada en el extranjero por el padre Javier Giraldo, sacerdote al servicio de la guerrilla, enemigo declarado de mi persona, de nuestras ideas políticas”.

“Hay otro testigo de oídas –relata Uribe- que dice haber oído que mi hermano habría asesinado a su hijo policía, dice haber escuchado; y hay testimonios de la Policía que indican que ese policía fue asesinado por la guerrilla en un enfrentamiento.

Señala que el fiscal Montealegre removió del caso de su hermano a un fiscal que no encontró mérito para acusarlo, y discrecionalmente nombró al actual fiscal del caso, que pertenece a un grupo político de ideas contrarias a las suyas. Incluso, acusó al fiscal que libró la orden de captura contra su hermano de haber perdido la prueba del polígrafo.

En un video de cuatro minutos, Uribe asegura que junto al fiscal general, el fiscal del caso y el padre Javier Giraldo actúa el abogado Daniel Prado Albarracín, a quien llama de exguerrillero que hace parte del colectivo de abogados Alvear Restrepo, “que defraudó al Estado, estafó al Estado con dinero de las falsas víctimas de Mapiripán”, según dice.

Uribe defendió a sus hijos y aseguró que todas sus actividades las conoce la DIAN. “Mis hijos no tienen doble contabilidad, su empresa Ecoeficiencia, las actividades económicas de mis hijos, todo lo han declarado”. Para el exmandatario, el presidente Juan Manuel Santos y el fiscal general “desde hace varios años tratan de presentar a mis hijos como unos corruptos”, cuando ellos, asegura, “han procedido honestamente”.