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Chaux tomó posesión de su cargo de embajador de Colombia ante República Dominicana en mayo del 2008. | Foto: Presidencia de la República

PROCESO

La pruebas contra el exembajador Juan José Chaux

Este martes arrancó el juicio contra el exdiplomático del gobierno Uribe por sus presuntos nexos con las autodefensas.

21 de abril de 2015

El exgobernador de Cauca Juan José Chaux no llegó a su primer día al juicio en el que se le señala por sus presuntos nexos con paramilitares, especialmente con el bloque Calima. Su abogado advirtió de complicaciones en su salud.

Durante la audiencia, la defensa pidió los testimonios de destacados personajes como Sabas Pretelt -recientemente condenado por la ‘Yidispolítica’-, y también el congresista Luis Fernando Velasco, el exlegislador Jesús Ignacio García y el exfiscal Germán Pabón.

La defensa deberá hacer esfuerzos para demostrar que Chaux no tuvo nexos con las AUC, como lo reveló en su momento Éver Veloza, alias 'HH'.

 Chaux es el mismo personaje que participó en una reunión entre personas cercanas al paramilitarismo y altos funcionarios del gobierno Uribe, en un hecho que se conoció como la visita a la ‘Casa de Nari’. Los contertulios entraron por la puerta de atrás de Palacio y posteriormente se conocieron grabaciones que comprometieron a los entonces secretario jurídico de Palacio, Edmundo del Castillo, y al secretario de Prensa, César Mauricio Velásquez.

Esta es la historia revelada por SEMANA sobre este sonoro episodio que vinculó nuevamente a Chaux con ese grupo irregular.

El 25 de agosto del 2008, el presidente Álvaro Uribe convocó una rueda de prensa para explicar la presencia del abogado del ex jefe paramilitar 'Don Berna', Diego Álvarez, y el desmovilizado Antonio López, 'Job', en una reunión en el Palacio de Nariño con dos altos funcionarios. Allí se informó que dicho encuentro se hacía para analizar unas presuntas pruebas entregadas por los paramilitares y que implicaban a la Corte Suprema.

Nunca se mencionó que otras personas asistieron a dicha reunión y que en la misma se tocaron temas relacionados con casos puntuales de la para-política. Y que de allí surgió una polémica relación entre ‘Job’ y Juan José Chaux, actual embajador en República Dominicana, exgobernador del Cauca e investigado por parapolítica.

Según se desprende de varias grabaciones de una agencia de inteligencia extranjera obtenidas por SEMANA, ‘Job’ se convirtió en una especie de asesor del diplomático en el proceso que adelanta la Fiscalía en su contra por presuntos vínculos con el ex comandante paramilitar Éver Velosa, 'H.H.' El contenido de las conversaciones deja mal parado a Chaux y genera nuevos interrogantes sobre las actuaciones del secretario jurídico, Edmundo del Castillo, y del secretario de Prensa, César Mauricio Velásquez.

Tanto Del Castillo como Velásquez habían omitido la presencia de otros dos asistentes al encuentro nocturno del 23 de abril en la Casa de Nariño: Chaux y Óscar Iván Palacio, un abogado que trabajó con Álvaro Uribe cuando era gobernador de Antioquia y hoy es un lobbista con buenos amigos en Presidencia.

Para Chaux la reunión en la Casa de Nariño era una gran oportunidad porque ‘Job’ tenía línea directa con ‘don Berna’ y podía ayudarlo a persuadir a ‘H.H.’ a desistir de sus señalamientos. El comandante de las autodefensas dijo en noviembre de 2007 que Chaux se había reunido con los paras y que con el apoyo del bloque Calima, comandado por 'H.H', ese político ganó las elecciones a la gobernación del Cauca.

Según Óscar Iván Palacio, Chaux estuvo presente en la Casa de Nariño cuando los enviados de ‘Berna’ entregaron las supuestas pruebas contra la Corte a los altos funcionarios de Palacio. Dijo que “no recuerdo bien si se habló del caso de 'H.H.'”

Veinte días después de la reunión en el Palacio Presidencial, ‘Berna’ y otros 13 jefes paramilitares fueron extraditados a Estados Unidos. A pesar de este hecho, Chaux decidió mantener su contacto con ‘Job’, quien no sólo era el encargado de los asuntos de ‘Berna’, sino que conocía a casi todos los paramilitares que quedaron en el país y estaba al tanto de los detalles de la reunión en la Casa de Nariño. Así queda en evidencia en unas grabaciones obtenidas por SEMANA en las que Chaux, muy preocupado, le pide ayuda a ‘Job’ para su caso.

En una de las conversaciones, Chaux le cuenta al ex paramilitar, como si se tratara de un viejo amigo, que acaba de llegar a Santo Domingo (República Dominicana) y que se está instalando. Al embajador lo inquietan las declaraciones que ‘H.H.’ haba dado a Noticias Uno el fin de semana del 25 de mayo donde lo volvió a salpicar. En un lenguaje cifrado le pregunta quién puede estar detrás de las nuevas revelaciones de ‘H.H.’ “¿Tú crees que sea orden del amigo del abuelo?”, pregunta.

‘Job’ lo piensa y contrapregunta. “¿Cuándo fue tu primera gobernación?”, a lo que Chaux responde que fue en 2004. “¿Para ese tiempo él ya estaba por allá?”, interrumpe ‘Job’ al referirse a la presencia de ‘H.H.’ en el Cauca. La respuesta del ex gobernador tiene un detalle revelador: “A ese tipo la única vez que lo vi fue en el 2000... el tipo (‘H.H.’) no hay forma que pruebe nada”.

Hasta ahora Chaux sólo ha aceptado públicamente que se reunió con Salvatore Mancuso y otros paramilitares en 2003 con el fin de indagar por la suerte de un hermano de un cuñado suyo que había sido secuestrado. Pero a ‘Job’ le dice que sí lo vio.

En esa charla queda claro también la gran preocupación de Chaux por saber si ‘H.H.’ declaró ante la Fiscalía y lo que ha dicho sobre él en algunos medios de comunicación. “¿Los informantes tuyos nos fallaron o qué?”, le recrimina Chaux a Job. “No, créeme él no le ha dicho nada a la Fiscalía”, le contestó el ex paramilitar. “Si lo dijo en esa entrevista significa que lo va a repetir en la Fiscalía”, le contesta el embajador muy preocupado.

Hay una frase de ‘Job’ que llama la atención. Dice que lo puede ayudar con una ‘cosa mejor’ y que para ello necesita “la ayuda de Óscar Iván (Palacio) y ojalá del curita”. En conversaciones anteriores entre ‘Job’, otros paramilitares y el abogado de ‘Berna’ se refieren a Velásquez, el jefe de prensa de Palacio, como ‘el cura’ o el ‘curita’.

Chaux le pide al ex paramilitar realizar una serie de averiguaciones y quedan en conversar después.

Otra grabación da cuenta de la charla que continúa una hora más tarde. Chaux le pregunta qué ha logrado indagar y ‘Job’ le responde con un consejo. “Ahora más importante que saber de dónde viene, es saber qué hacemos. ¿Cuándo vienes?”, indaga ‘Job’. “Pensar en ir ahora es imposible. Si acaso en un mes. Es que van a extraditar a ese tipo o qué?”, pregunta Chaux. ‘H.H’ está en vilo para ser extraditado a Estados Unidos.

“Lástima que estemos hablando por teléfono, pero hombre, dele autonomía a Óscar Iván (Palacio) y al abogado para hacer lo que tenemos que hacer”, dice ‘Job’.

En las conversaciones no sólo se evidencia la preocupación frente a sus investigaciones sino un tono de familiaridad con ‘Job’, con los alias y con el lenguaje del bajo mundo.

Esa misma noche, ‘Job’ y Chaux hablan por tercera vez: “Qué pena joderte tanto pero imagínate mi señora y yo estamos fríos. ¿La flaca con la que hablaste qué te dijo? ¿Será que lo va a dejar ahí o va a joder en Fiscalía?”, pregunta Chaux en esa llamada desde Santo Domingo.

“Que no te preocupes, que no ha dicho nada en la Fiscalía. Pero lo primero que tienes que hacer es que el gobierno se enfile alrededor tuyo y si eso pasa, muy bueno. Yo quisiera hablar con Óscar (Óscar Iván Palacio). Mañana ábrete un correo nuevo y me lo tiras”, dice ‘Job’.

“Listo, un correo nuevo en donde podamos hablar de algunas cosas que tú sugieres”, responde el embajador en República Dominicana. Intercambiar correos clandestinos y un hombre con un pasado delictivo como el de ‘Job’ no es precisamente la conducta que los colombianos esperan de un representante de su país en el exterior.

Antonio López, ‘Job’, fue asesinado el 28 de julio. En ese momento, según agencias de inteligencia y seguridad del Estado y el alcalde de Medellín, Alonso Salazar, ‘Job’ era miembro activo de la organización delictiva conocida como la ‘Oficina de Envigado’. Aunque se había desmovilizado, nunca se alejó del crimen. Chaux es todo menos un político ingenuo. En las conversaciones es evidente que sabe que ‘Job’ no es un ciudadano común y corriente.

No a cualquiera se le pide averiguar sobre la Fiscalía y los intereses que mueven a un temido jefe paramilitar como ‘H.H’, que ha confesado miles de asesinatos.

¿Qué gestiones le hizo ‘Job’ al embajador de Colombia en República Dominicana y quién alcanzó a ser postulado antes para la sede diplomática en La Haya?

Cuando estalló el escándalo sobre la reunión del 23 de abril, el gobierno hizo alarde sobre la transparencia de ese encuentro. Mostraron incluso un video de la entrada por el sótano de ‘Job’ y el abogado de ‘Berna’ a la Casa de Nariño. Pero, si todo era tan claro, ¿por qué negaron por dos semanas la presencia de Chaux y Palacio en la reunión?