¿Los extraditaron para callar la verdad?

El lunes pasado durante su intervención en el debate programado por la Casa Editorial El Tiempo el presidente-candidato Juan Manuel Santos le sacó una cuenta de cobro a su rival Óscar Iván Zuluaga. Le reclamó por el proceso de paz que el gobierno de Álvaro Uribe adelantó con los paramilitares y señaló que los jefes máximos de las Autodefensas fueron extraditados porque el gobierno estaba incómodo con las revelaciones que se aprestaban a entregar. Zuluaga replicó, y le recordó a Santos que él hizo parte de la política de seguridad democrática del gobierno Uribe. “No se vaya a lavar la manos”, dijo.
 
Dos días más tarde, en una entrevista que entregó el narcotraficante Juan Carlos ‘El Tuso’ Sierra a La W, aseguró que el entonces gobierno los extraditó para que no dijeran la verdad sobre el actuar paramilitar. Eso mismo dijo años atrás en una entrevista a la desaparecida revista Cambio, el jefe de las AUC Salvatore Mancuso: “Conmigo extraditaron la verdad”, aseguró.

El expresidente Uribe no se quedó mudo. En su habitual tribuna de Twitter escribió “PteSantos difama: fue informado y consultado para la extradición de paramilitares y de compromiso de acceso de justicia colombiana a USA”. En esa época Santos era el jefe de la cartera de Defensa.

Más allá de las declaraciones y los contrapunteos, el hecho cierto es que si algo han podido hacer los jefes paramilitares extraditados es contar su verdad o parte de ella sobre lo que saben de sus presuntos nexos con políticos, militares, empresarios, entre otros. Algunos han tenido la oportunidad, incluso, de buscar un perdón por parte de las víctimas del conflicto y han contado lo que saben sobre decenas de asesinatos. Eso ha servido para que sus abogados puedan negociar, en el caso de algunos paramilitares no de todos, las penas en Estados Unidos.

Sierra ha sido uno de ellos.  En septiembre del 2010 ante fiscales de Justicia y Paz entregó una declaración la cual fue revelada por El Espectador. En esa ocasión dijo, lo que ahora repitió, en el sentido de que tuvo contactos con miembros de las Fuerzas Militares y con jefes regionales a los que habría ayudado política y económicamente.

El también jefe paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano alias ‘don Berna’ también lo ha hecho. Hace varios años entregó una extensa declaración a la Corte Suprema de Justicia en la que, incluso, mencionó un supuesto apoyo económico a la reelección de Álvaro Uribe. Habló también de los apoyo a varios congresistas.

De la misma manera, Mancuso ha tenido la oportunidad de hablar. Seis meses después de ser extraditado reanudó sus confesiones en la Unidad de Justicia y Paz. A través de transmisiones vía satélite ha podido contar algunas de sus actividades y ha pedido perdón a decenas de víctimas que aún buscan reparación al daño que recibieron por parte de esa organización.

Habló del caso de Pedro Juan Moreno, amigo cercano de Uribe quien falleció en un accidente aeronáutico; de Jorge Noguera, el condenado exdirector del DAS; del general retirado Carlos Alberto Ospina, y del general Mario Montoya, ambos excomandantes del Ejército, y dio testimonio hasta de un presunto complot contra el gobierno de Samper.

Lo propio hizo Guillermo Pérez Alzate, alias 'Pablo Sevillano', exjefe paramilitar del Bloque Libertadores del Sur que delinquió en Nariño, quien rindió nueve versiones libres entre el 24 de marzo y el 2 de octubre de 2009. También Éver Veloza, alias 'HH', quien habló en 15 oportunidades ante los fiscales como lo relató VerdadAbierta.

Más recientemente se conoció que Javier Calle Serna alias ‘Comba’, al tiempo que negocia sus penas en Estados Unidos, entregó una explosiva declaración ante fiscales y dijo que había pagado 12 millones de dólares al exasesor del presidente Santos, J.J. Rendón y al exalto funcionario de la Presidencia Germán Chica. Todo, a cambio de que ellos hicieran gestiones para un eventual sometimiento de varios narcos a la justicia.

El único, de quien se sabe no ha querido colaborar con la justicia es Rodrigo Tovar Pupo, ‘Jorge 40’.

Todo esto demuestra que los jefes paramilitares lo que sí han tenido es la oportunidad de contar su verdad. Falta mucho, pero la han contado.