Home

Nación

Artículo

NACIÓN

La pareja gay que pudo procrear

Dos hombres buscan que la Corte Constitucional los reconozca como los padres biológicos de sus hijos. Semana.com le revela en exclusiva el contenido de la ponencia.

11 de noviembre de 2015

Hace una semana que la Corte Constitucional reconoció el derecho que tienen los niños a ser adoptados por parejas del mismo sexo. Ahora, dos hombres que mantienen una relación sentimental desde hace años están cerca de ser reconocidos como los padres biológicos de sus hijos por parte de esa misma corporación.

El tribunal constitucional está estudiando la manera para garantizar que la pareja de gemelos sea reconocida jurídicamente como hija biológica de ambos integrantes de la pareja, aunque se trate de dos hombres. Semana.com revela los detalles del particular caso, proyectado por la magistrada Gloria Stella Ortiz.

No se trata de un disparate. Tampoco de un triunfo sui generis de la comunidad gay sobre la anatomía humana. Se trata de una pareja de homosexuales que, ante la evidente limitación biológica, decidió alquilar un vientre para cumplir su sueño de ser padres.

La pareja, que mantiene una relación sentimental de más de una década, fue una de los cientos de uniones maritales gay que se benefició de la Sentencia C-577 del 2011, por medio de la cual la Corte les dio el estatus de familia.

En aplicación del fallo, solemnizaron el vínculo civil en una notaría de Medellín en el 2013. Posteriormente, viajaron a San Diego, California (Estados Unidos), donde se unieron en matrimonio, consolidando el núcleo familiar que empezaban a integrar.

Una vez allí, empezaron a forjar su sueño de ser papás. Se sometieron a un procedimiento de reproducción in vitro en una clínica de la ciudad californiana. Ambos aportaron las muestras de esperma con las que fue fecundado el óvulo de otra mujer donante.

Tras nueve meses de gestación en un vientre subrogado, el 10 de abril del 2014 vio la luz una pareja de gemelos. Nacieron en el hospital Sharp Gossmonth de San Diego y se convirtieron desde entonces en el orgullo de estos dos hombres.

La Agencia de Servicios de Salud de la ciudad reconoció en ambos donantes la paternidad de los bebés. A los niños les fue otorgada de manera inmediata la ciudadanía y el Gobierno de los Estados Unidos les concedió sus respectivos pasaportes. Los problemas para la pareja empezaron cuando decidieron acudir al Estado colombiano para que les concediera la nacionalidad y les otorgara el registro civil a sus pequeños.

Desde el 18 de abril del año anterior radicaron la solicitud ante el consulado de Colombia en Los Ángeles. Al no obtener respuesta y ante su necesidad de retornar al país, se vieron forzados a traer a sus hijos en calidad de turistas norteamericanos. Llegaron el 18 de abril, con permiso de permanencia de 90 días.

El 30 de abril del 2014 un notario de Medellín se negó a tramitar los registros civiles, con el pretexto de que la competente era la Oficina de Casos Especiales de la Registraduría. "Si usted me hubiera dicho que los niños son de dos papás, yo le hubiera dicho que no se podía", les respondió el servidor que los atendió ese día en la Notaría. Como era de esperarse, en la Registraduría tampoco le resolvieron el asunto de fondo a la orgullosa pero ansiosa pareja.

De allí los enviaron nuevamente a las notarías. El infructuoso recorrido por Medellín, Itagüí y Bogotá desembocó nuevamente en la Registraduría. Allí la respuesta fue tajante y desaloadora: no se podría tramitar el registro "porque aún no se ha aprobado el matrimonio con parejas del mismo sexo, y tampoco se autoriza la adopción a las parejas del mismo sexo".

Ante semejante respuesta, la pareja acudió a la acción de tutela. La Sala Civil Familia del Tribunal Superior de Medellín les dio la razón y ordenó otorgar el registro a los menores de edad. La decisión fue escogida para revisión por parte de la Corte Constitucional, que ahora deberá decidir qué fórmula de registro se debe implementar para que dos hombres sean reconocidos como los progenitores de una pareja de niños.

Según la ponencia, conocida por Semana.com, los notarios "emplearon un juicio de valor abiertamente discriminatorio a partir del carácter plural de la familia que conforman los accionantes. En palabras de la profesora Martha Nussbaum, las autoridades involucradas en esta vulneración abierta de derechos fundamentales actuaron bajo una política del desprecio hacia" este núcleo familiar.

Para la magistrada Ortiz, este tratamiento puede tener origen en la discriminación de las que son objeto las parejas LGBTI. Reiteró que no se trataba de un trámite de adopción,  como lo adujeron las entidades demandadas para negarse a gestionar el trámite, sino de una filiación biológica. Así, no se entiende por qué a esta pareja homosexual se le sometió a una carga desproporcionada de trámites, que no son los mismos que se les exigen a los hijos de las parejas heterosexuales.

"Concluir que el procedimiento a seguir en el caso de los niños concebidos por medio de reproducción asistida de una pareja homosexual siempre sería exigir una prueba genética, reafirmaría la discriminación de los niños por origen familiar, ya que en el caso de familias heterosexuales solo es necesario acudir a presunciones legales existentes", dice la providencia.

Para la togada, en este caso, se hizo evidente que si la misión en un principio era corregir el déficit de derechos de la comunidad gay, el reto ahora es hacerlo con sus hijos. Según esa corporación,  además de la actitud negligente de los notarios, se hizo evidente la falta de un formato de registro civil que permita reconocer a los padres homosexuales como los progenitores de sus hijos.

La solución que de momento plantea la magistrada Gloria Stella Ortiz, y que pueden sonar desafiante para los sectores conservadores, es fijar un formato permita inscribir a dos padres o a dos madres. Veremos si la ponencia tiene acogida y cuál será la respuesta de los sectores que se han opuesto tan vehementemente a que personas con orientación sexual diversa puedan desempeñar algún papel como padres.