“Es una vergüenza que se pague a huelguistas”

El contralor general de la República, Edgardo Maya, anda disgustado. Sus advertencias, según las que no se les puede pagar sueldos a quienes han mantenido paralizada la justicia por 60 días, han sido desoídas. Y por eso este martes calificó el tema como una “vergüenza”.

El viernes anterior Maya envió una comunicación al fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, y a la directora de la Administración Judicial, Celinea Oróstegui de Jiménez, en las que pidió explicaciones acerca de los pagos de salarios durante este tiempo.

Ahora envió una nueva comunicación esta vez de rechazo público. En la misiva consideró "inaceptable" el acuerdo parcial alcanzado con los trabajadores de la rama judicial en paro, que ya había anunciado el presidente del Consejo Superior de la Judicatura, Ovidio Claros. Según ese pacto, el tiempo que se dejó de laborar “en la medida en que se pague, lo deben recuperar”.

Para el jefe del ente de control, ese acuerdo “es un abuso del derecho y violatorio de todas las normas legales”, y recordó que el salario corresponde a un servicio prestado y no puede ser cancelado en forma anticipada. “Si el paro, como dice él (…) ha dejado una pésima imagen de la justicia, este pago se constituye en una vergüenza”, subrayó en contralor general.

El contralor va más allá y habla incluso de enriquecimiento a favor de un servidor que no ha laborado. “Reconocer y pagar salarios por servicios no prestados implicaría permitir un enriquecimiento sin causa a favor del servidor, en detrimento del patrimonio público”, expresó Maya.

Finalmente, el contralor precisó que la Contraloría está lista para iniciar las acciones fiscales en contra de los funcionarios que desconozcan la circular expedida por su despacho.

El tema va para largo, pues este miércoles se cumplen dos meses de brazos caídos. La Fiscalía y algunos jueces han hecho esfuerzos por sacar adelante procesos y audiencias, pero eso no ha bastado. Por su parte, el Gobierno y Asonal no se ponen de acuerdo, a pocos días de que llegue la vacancia judicial.