Home

Nación

Artículo

POLÍTICA

Liberales ¿al fin quién?

El partido rojo elegirá su candidato en noviembre vía consulta. De lo que suceda en esa fecha dependerá el futuro de las alianzas.

30 de septiembre de 2017

Mientras la imagen de los partidos pasa por su peor momento y cada vez más candidatos presidenciales se inscriben por firmas, el liberalismo realizó la semana pasada la convención más partidista de todas. Seguidores con bombas rojas, congresistas, diputados, concejales y más de 1.400 delegados de la maquinaria más antigua del país coincidieron alrededor de una propuesta en la que la paz, los derechos, el libre mercado y la justicia social fueron los ejes del discurso.

Esperaban dos decisiones que terminaron ratificadas. La elección del expresidente César Gaviria como jefe único del partido y la realización de una consulta popular abierta el próximo 19 de noviembre para definir el candidato del liberalismo.

Ambas tuvieron su complejidad. Aunque Gaviria es el jefe natural del partido y ha jugado un papel clave en los últimos procesos electorales, su nombre se asocia más a la política tradicional que a la renovación. Y en cuanto a la consulta, al definir esa fecha el número inicial de seis precandidatos se redujo a cuatro. No en vano Viviane Morales y Juan Manuel Galán, quienes hace varios meses habían anunciado su candidatura, no asistieron al Congreso argumentando que estaba amañado. Ambos querían que la consulta liberal tuviera lugar en marzo al tiempo con las elecciones parlamentarias, mientras que Edinson Delgado, Juan Fernando Cristo, Luis Fernando Velasco y Humberto de la Calle –los otros tres precandidatos–estuvieron de acuerdo con realizarla en seis semanas. “Voy a tomarme unos días para explorar opciones y continuar en mi candidatura”, dijo Galán, mientras Viviane explora lanzarse por firmas o seguir en el Legislativo.

Lo más posible es que los senadores Velasco y Delgado renuncien a sus campañas antes de esa fecha para buscar reelegirse en el Congreso. Eso implicará que la consulta enfrentará a Cristo y a De la Calle. Mientras el primero tiene el apoyo de la mayoría de los congresistas del partido, el segundo tiene la opinión. Y, en todo caso, el compromiso de los dos –el uno como ministro y el otro como jefe del equipo negociador de las Farc–con el proceso de paz y su implementación hará que, cualquiera sea el resultado de la consulta, terminen por apoyarse mutuamente. Si gana Cristo, es casi segura una alianza con Clara López y otras fuerzas de izquierda. Si lo hace De la Calle, se perfila la coalición que resultaría de unir esfuerzos con la alianza de Jorge Robledo, Claudia López y Sergio Fajardo. En todo caso, con Cristo o con De la Calle en la competencia, por ahora parece difícil una alianza con Germán Vargas.

En el encuentro liberal sorprendió la asistencia de los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti, en nombre de La U. Aunque en el mundo político se especulaba que antes de la primera vuelta se cocinaría la coalición de ambos partidos, nunca se pensó que este sería el escenario para anunciarla. En un emotivo discurso, Benedetti recordó su origen liberal y recibió una ovación cuando recalcó su idea de hacer listas únicas a Congreso de La U y el liberalismo. Y es que si bien esa idea depende de que en la reforma política se apruebe la posibilidad de hacer coaliciones entre partidos mayoritarios y no se consagre la lista cerrada desde 2018, para muchos políticos de ambos partidos representa una tabla de salvación ante la amenaza de que el uribismo se convierta en una aplanadora en el Congreso. De hecho, César Gaviria asumió la presidencia del partido con la condición de que su bancada defienda el voto preferente.

Y es que si bien el pleno de La U no avaló la presencia de Benedetti y Roy, es un hecho político relevante. En días pasados el senador Mauricio Lizcano anunció su respaldo a la candidatura de Germán Vargas y otros parlamentarios tienen la misma intención. Sin embargo, La U es un partido compuesto mayoritariamente por líderes costeños, y en los últimos años Benedetti ha ejercido un papel muy activo en mantener unidos y a favor de la paz a los parlamentarios de esa región del país.

Sorprendió también la distancia que tomó el expresidente Gaviria de Juan Manuel Santos. Gaviria fue el jefe político de la campaña por la relección presidencial y de la coalición por el Sí en el plebiscito. Esta vez, ratificando el compromiso partidista con la paz, criticó varios aspectos del gobierno, y aunque calificó de “inmisericorde” a la oposición uribista, insistió en que muchas políticas santistas le parecen insuficientes. “A muchos aspectos de la política de gobierno, incluidos los relacionados con la justicia social, les ha faltado un espíritu reformista”, dijo para desmarcar su partido a pocos meses de que termine el gobierno.

Llegar al Congreso Liberal no fue fácil.Dejó heridas profundas que sentirán los seguidores de Juan Manuel Galán y Viviane Morales, dos figuras con alta representatividad en las toldas rojas. Sin embargo, marcó el punto de partida para nuevas definiciones que dependerán de quién sea su candidato. Cualquiera sea el escenario, y más allá de si logrará una reunificación futura, el congreso redujo la incertidumbre política y consolidó la hoja de ruta para una colectividad que en noviembre dará su segundo paso.