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PC:¿PROBLEMAS EN CASA?

"El Tiempo" habla de purgas que oficialmente niega el partido.

30 de agosto de 1982

Vientos de polémica han sacudido el viejo tronco del Partido Comunista Colombiano, haciendo que se caiga una parte de sus hojas. "El Tiempo" habló de "una serie de purgas entre los camaradas", mientras que José Arizala, miembro del Comité Central del Partido y representante de su sector oficialista, ha dicho al respecto que "Al PC se ingresa voluntariamente y desde luego se puede retirar de él también voluntariamente. Lo último puede haber ocurrido con algunas de las personas mencionadas por "El Tiempo". Se refiere a Juan de Dios Campos Quiñones, de Bucaramanga; Moritz Ackerman, de Bogotá; Medófilo Medina, autor de la "Historia del Partido Comunista Colombiano" Rocío Londoño, socióloga de la Universidad Nacional, y otros nombres que menciona "El Tiempo" en su edición del 29 de julio.
Hace 52 años el Partido Comunista existe en Colombia. Su trayectoria incluye medio siglo de respaldo cerrado a su histórico secretario general, Gilberto Vieira, y de alineamiento inquebrantable con la política del Kremlin. Hasta que hoy un sector que ha quedado por fuera, bien sea por retiro forzado o voluntario, está cuestionando los esquemas tradicionales.

LA VERTIENTE EUROCOMUNISTA
La mayoría de los puntos en disputa son los mismos que se vienen debatiendo desde hace unos 6 años en los PC europeos, y que han dado origen a los partidos "eurocomunistas", diferenciados de los comunistas "ortodoxos". La fuente de discusión proviene del cuestionamiento y en ocasiones el rechazo a ciertas actitudes de Moscú o del sector gobernante de los países de la órbita soviética. Muchos militantes comunistas se niegan a apoyar la invasión a Afganistán por el Ejército Rojo, por ejemplo, y no aceptan la intolerancia frente al proceso abierto por Solidaridad en Polonia, porque no lo ven como una amenaza al socialismo sino por el contrario, como un nuevo paso hacia él.
En España se inició la inquietud de mayor independencia política frente a Moscú, y el partido de Santiago Carrillo fue el primero en plantear el abandono de uno de los objetivos marxistas clásicos, la "dictadura del proletariado", y de la estricta concepción de la disciplina de partido contenida en la fórmula leninista del "centralismo democrático".
El PC francés, con Marchais a la cabeza, y el italiano con Berlinguer, dieron pasos similares, aunque cada uno con sus particularidades, por el camino que dio en llamarse de "Socialdemocratización" de los partidos comunistas. Estos se acercaron a la Socialdemocracia en cuanto se distanciaron de la URSS buscando un mayor márgen de autodeterminación, y se diferenciaron de ella en la medida en que seguían reconociendo las ventajas del sistema socialista frente al capitalista marcharon junto con la socialdemocracia en el apoyo a ciertas políticas de los gobiernos de los respectivos países, en particular a las medidas económicas de austeridad, que tanta urticaria han causado entre los trabajadores europeos.

UN QUIEBRE EN LA LINEA RECTA
Los disidentes del PC colombiano se moverían dentro de las mismas coordenadas. De acuerdo con su posición, el partido estaría estancado en un esquema utópico, y sería necesario abrir la ventana para ventilar la doctrina. Considerarían que no es realista hablar por ahora de la toma del poder por parte de los comunistas, y que una política terrestre implica en cambio acuerdos más estrechos con sectores del liberalismo para lograr una serie de reformas. Según otros grupos de izquierda, esta posición sólo puede erosionarle el terreno al propio PC, en la medida en que acelera su proceso de "liberalización".
Los vientos que soplan en el comunismo colombiano implican baches, curvas y esquinas en su transcurrir rectilíneo de tantos años. Pero son a la vez la expresión de que está vivo.

"NO HAY DIVISION"
El diario "El Tiempó" nos ha sorprendido a todos con un extraño comentario en "Cosas del Día", en el cual afirma que en el Partido Comunista Colombiano ha habido una serie de "Purgas" entre los camaradas criollos (quizá los de "El Tiempo" no son criollos sino españoles). Asegura que elementos moderados de dicho partido ("desviacionistas") han sido barridos y cita los nombres aproximados (pues están llenos de errores y confusiones) de algunos de nuestros mejores camaradas y lamenta que "Voz Proletaria" no haya informado a sus lectores de tan tremendos acontecimientos. Podemos informar categóricamente a la opinión pública que no existe tal purga en el seno del PCC, salvo en la imaginación de los comentaristas profesionales del anticomunismo. No ha habido ola de expulsiones ni ninguna de las personas mencionadas por "El Tiempó" ha sido sancionada por la dirección del partido. La gacetilla afirma que las fantásticas expulsiones se deben a que los mencionados "tuvieron el coraje de disentir en el seno del partido, lo cual como bien se sabe, está totalmente prohibido en él".
De esta manera se quiere caricaturizar y tergiversar la Indole democrátrica del Partido Comunista, tratando de mostrar un partido donde no existen discusiones ni polémica, donde sólo se escucha la voz del jefe, que deben obedecer todos sus seguidores.
Si el partido comunista fuera así, sería sin duda el más aburrido de los partidos y estaría integrado por personas carentes de toda formación política y cultural, lo que contradice abiertamente la realidad. Un simple militante comunista, para no hablar de sus dirigentes -a diferencia de la mayoría de los adherentes de los partidos tradicionales- se caracteriza por poseer un bagaje de ideas y conocimientos que le permiten explicar a los demás por qué es comunista y es capaz de defender los ideales del socialismo.
En el seno del partido comunista colombiano hay lucha de ideas, diferentes planteamientos, numerosas iniciativas tácticas, etc. que se pueden expresar dentro de sus filas con entera libertad, es decir, existe en él la democracia interna. Pero como se trata de un partido politico, dé un instrumento de combate contra el imperialismo y los grandes capitalistas y no precisamente de una academia, esa batalla de las ideas se procesa en sus organismos, en sus plenos, en sus congresos y finalmente se toman decisiones mayoritarias que deben ser cumplidas por la totalidad de los militantes del partido. En una palabra, se practica "el centralismo democrático", que conjuga al mismo tiempo la democracia y la disciplina consciente. Es lo que saca de quicio y hace perder la calma a los liberales. Además, los dirigentes comunistas son elegidos y no "jefes naturales"... Al partido comunista se ingresa voluntariamente y desde luego se puede retirar de él también voluntariamente. Lo último pudo haber ocurrido con algunas de las personas mencionadas por "El Tiempo".
Esta es la verdad de las cosas. Lamentamos, pues, desilusionar a los que tanto desean y gozarían con una división en las filas del partido de los comunistas.