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| Foto: Archivo SEMANA / Facebook.com

SUCESO

Sigue la pelea interna en El Nogal por muerte del mexicano

Este lunes se dio la más reciente ofensiva de quienes renunciaron a la junta directiva y la acusaron de “ocultamiento”.

8 de diciembre de 2014

La renuncia de tres miembros de la junta directiva del Club El Nogal tras la misteriosa muerte -el pasado 27 de agosto- del mexicano Luis Fernando Campo en el hotel de ese prestigioso centro social y empresarial, parece no haber calmado las aguas al interior de ese cuerpo colegiado.

Son varios los episodios de la contienda que se vive en el interior del club, en los que el trío de ‘disidentes’ realiza duros señalamientos en contra de algunos de sus excompañeros de mesa por, presuntamente, haber manejado de manera poco clara y ética la información acerca del deceso, mientras que quienes aún ostentan sus altos cargos acusan a su contraparte de querer llevar a cabo una “venganza”.

Precisamente, este lunes se dio el más reciente ‘round’. Quienes decidieron irse, Jairo Rubio Escobar, Pedram Fanian y Javier Pinilla Palacio, aseguran en una carta que el presidente de la junta del Club, Santiago Perdomo; el vicepresidente, David Aguirre, y Bernardo Henao ocultaron “información trascendental” respecto de la rotura de la línea de gas que alimenta la caldera.

Precisamente, se sospecha que esa falla fue la causante más probable de la muerte del mexicano, que se hospedaba en la habitación 22, cuatro metros por encima de donde habría emanado el combustible que lo habría asfixiado e intoxicado. Algo “compatible” con su deceso, tal como lo señaló el pasado jueves el director de Medicina Legal, Carlos Valdés, tras diversas pruebas de toxicología.

Dicha información, junto con el dato de que otro huésped habría sentido un atroz malestar el mismo día de los hechos, sólo fueron puestos en conocimiento del pleno de la junta 19 días después, el 16 de septiembre, cuando varios miembros pidieron explicaciones sobre el caso, según la misiva.

“Rectificamos, por tanto la información expuesta por el doctor Carlos Darío Barrera –vocero del Club- a los medios de comunicación, que la junta directiva fue informada de esos hechos en reunión extraordinaria que se llevó a cabo el día 29 de agosto, es decir, dos días después de la muerte”, prosiguió el escrito.

Pero eso no es todo. Los tres ‘disidentes’ revelaron que en la reunión del 16 de septiembre se les dio la información completa acerca de lo ocurrido con la tubería de gas y su posterior mantenimiento, pero se les habría solicitado que esto no quedara plasmado en las actas. “(Ello) genera, en nuestro parecer, una protección no ética de los intereses del club”, acusó la misiva.

Tras rechazar que quieran adelantar una “venganza” y dejar en claro que su renuncia no se debió a la muerte del huésped, sino a la forma como el comité de crisis supuestamente les ocultó información, la carta dejó espacio también para poner banderillas.

Allí, los tres discrepantes indican que, a su juicio, hay una “incompatibilidad esencial por parte de algunos miembros de la junta entre (sic), por una parte, trabajar por el bien de nuestro club que busca con la fundación ayudar en la reconciliación de los colombianos y, de otra, alimentar odios, resentimientos y mezquindades”.

Y mientras esta pelea todavía no tiene visos de terminar, las investigaciones siguen su marcha para dar con las causas exactas del deceso del huésped de la habitación 22. La Fiscalía tendrá la última palabra.