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PELIGRO INMINENTE

Contra todos los desmentidos oficiales, el hallazgo de una gigantesca caleta de las Farc en Ciudad Bolívar confirma que la capital está en la mira de la guerrilla.

4 de noviembre de 1996

Hace un mes la Policía diseñó la Operación Cumbre Uno. El operativo tenía como meta desmantelar la infraestructura de las milicias urbanas de las Farc que operan en Bogotá, Bucaramanga y Cúcuta. La misión fue encomendada a un selecto grupo de oficiales de inteligencia de esa institución que desde hace varios meses comenzaron a trabajar en la recolección de información sobre los frentes guerrilleros que operan en las goteras de estas tres ciudades. La operación comenzó en Cúcuta, donde los oficiales lograron atar los primeros cabos del plan terrorista que tenía preparado la subversión con sus cuadros de base localizados en la periferia de las tres ciudades en mención. El material recogido por el grupo de inteligencia los llevó a realizar una serie de allanamientos en la ciudad de Bucaramanga en busca de documentos que les permitieran establecer con mayor precisión en qué consistía el plan guerrillero. No fue mucho lo que lograron averiguar en esa ciudad para desenredar la madeja. Sin embargo los datos entregados por varios informantes coincidieron en que el objetivo final de la guerrilla era Bogotá. El trabajo en Bucaramanga se prolongó durante una semana más y en ese tiempo los oficiales realizaron 48 allanamientos, los cuales permitieron la captura de nueve personas y el decomiso de valiosa información almacenada en sistemas de computación. Una vez finalizados los allanamientos el grupo de inteligencia trabajó durante cuatro días en el análisis de la información que contenían los computadores y además Interrogó a las personas retenidas, lo cual le permitió ubicar varias piezas del rompecabezas. Finalizado el trabajo en los Santanderes el grupo decidió regresar a Bogotá y desarrollar la fase final de la Operación Cumbre Uno. El martes de la semana pasada sus integrantes efectuaron cerca de 20 allanamientos en diferentes barrios de Ciudad Bolívar. Activaron la red de informantes y penetraron con agentes encubiertos varios de los grupos de las milicias bolivarianas que operan en esa zona de la ciudad. El trabajo comenzó a dar sus frutos en la mañana del miércoles cuando la red de informantes entregó valiosas pistas que permitieron seguir los pasos a tres individuos que se movilizaban entre el municipio de Usme y el barrio Tenerife en Ciudad Bolívar. El trabajo de campo fue reforzado con la intercepción de varias conversaciones del 'Mono Jojoy' con varios de los jefes de las milicias bolivarianas del populoso sector de la capital. En ellas el jefe guerrillero planeaba con sus subalternos la movilización de un armamento pesado. Para las autoridades no había duda alguna de que algo grande y peligroso se estaba fraguando y que era necesario acelerar la operación. Fue así como el miércoles en la tarde el grupo de inteligencia decidió actuar. Se ordenó el seguimiento de los tres hombres que venían vigilando y buscar más datos entre la red de informantes. A las seis de la tarde el trabajo dio frutos. Los oficiales llegaron a un lote baldío localizado en la carrera 48 Nº 93-29 sur, en el barrio Tenerife. Allí localizaron una vieja casa que era utilizada como depósito de sebo de res, materia prima para la fabricación de velas. Minutos después hallaron una enorme caleta cubierta con costales y palmas secas. Los oficiales retiraron la maleza de la caleta y ante sus ojos quedó al descubierto el arsenal: 18 rockets M72-A2 blindados, con un alcance efectivo de 500 metros y con capacidad de penetrar blindajes de hasta 30 centímetros de espesor; 11 granadas Ap-65 de gran poder explosivo; 64 granadas Ap-32, las cuales son lanzadas con fusiles con alcance efectivo de 300 metros; un fusil de precisión con mira telescópica con rayos infrarrojos, el cual es utilizado por francotiradores profesionales; cuatro granadas para mortero y 7.100 cartuchos de varios calibres. "Lo encontrado está clasificado dentro de la categoría de armamento pesado. En otras palabras, para armar una buena batalla", dijo uno de los oficiales que participó en el operativo. Pero los oficiales no solo encontraron armamento. En un sobre sellado había un croquis, hecho a mano, en el que se señalaban los objetivos a destruir: Casa de Nariño, el Ministerio de Defensa, la embajada de Estados Unidos, el cuartel de la Policía de Usme y los CAI de diferentes zonas de la ciudad. Este no es el primer golpe dado por la Policía a los grupos subversivos que operan en las goteras de la ciudad. En febrero de este año fue descubierto otro arsenal, esta vez del ELN, oculto en una casa de un populoso barrio al sur de la ciudad. Aun cuando es evidente que la Policía ha golpeado duramente a los cuadros subversivos que operan en la zona periférica de la ciudad, no deja de ser preocupante la comprobación de que la subversión tiene un verdadero plan estratégico para atacar a la capital. El análisis de la información encontrada en las tres ciudades _Bogotá, Bucaramanga y Cúcuta_, así como los datos aportados por la red de informantes y la delación de varios milicianos de Ciudad Bolívar que decidieron colaborar con las autoridades, ha permitido establecer que caletas similares a la hallada en el barrio Tenerife estarían localizadas en otros sectores aledaños a la capital. "Este golpe es apenas la punta del iceberg. Hay que tener los ojos muy abiertos porque Bogotá está en la mira de la subversión", señaló un alto oficial que participó en la Operación Cumbre Uno.