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| Foto: Guillermo Torres

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Peñalosa declara emergencia sanitaria en el sur de Bogotá

El hacinamiento en las salas de urgencias de los hospitales distritales obligó a la administración local a declarar la alerta por seis meses.

3 de febrero de 2016

Durante seis meses el sur de Bogotá estará en emergencia sanitaria. La administración Distrital decidió tomar por los cuernos la crisis de la salud y emitió este miércoles un decreto -prorrogable- que declara la alerta y sirve de paliativo mientras la autoridad local encuentra una solución de fondo.

El panorama en los servicios de urgencias es preocupante. Los hospitales distritales alcanzan un hacinamiento del 250 % durante los fines de semana. El Hospital de Kennedy recibe hasta 300 % más de los pacientes que puede atender durante los viernes, sábados y domingos.

Con el decreto se busca poner fin al viacrucis que sufren centenas de ciudadanos víctimas de la sobreocupación de los centros hospitalarios. Insuficiente prestación del servicio y lentitud en los procesos son algunas de las quejas que recibe la administración. El principal hospital de Kennedy, por ejemplo, recibe hasta 200 personas diarias con seis médicos y apenas tiene 80 camas.

"La situación es grave cuando se tiene en cuenta que los hospitales de Meissen, Kennedy y Tintal atienden el 60 % de los bogotanos que viven en el sur de la ciudad", informa la administración del alcalde Enrique Peñalosa a través de un comunicado.

Aunque las fallas de ese importante hospital de la ciudad derivan no sólo de la falta de recursos, sino también de un grave problema de corrupción. Desde hace 10 años no recibe actualización en sus camas y las obras de ampliación de sus servicios de urgencias, en los que se han invertido 24.000 millones de pesos en seis años, sólo han avanzado el 22 %.

Los remedios que pondrá en marcha la nueva administración incluyen el primer Centro de Atención Prioritaria en Salud (CAPS), que podrá atender unos 150 pacientes al día que no tengan urgencias vitales, lo que ayudará también a descongestionar los espacios para atender pacientes más graves.

El sistema de salud requiere un salvamento económico. Entre las medidas, se espera que el Ministerio de Salud y Protección Social expidan una resolución que permitirá a los hospitales ampliar las áreas que atienden urgencias. Una salida provisional, anuncian medidas de fondo.

Y es que para solventar parte del problema, Bogotá necesita entre 4.000 y 5.000 camas más para toda su red pública de urgencias.