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| Foto: Juan Carlos Sierra

DECISIÓN

Petro les da la estocada a las corridas de toros en Bogotá

Mediante la resolución 280 de 2012, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, revocó el convenio que la Administración había firmado hasta el 2015 con la Corporación Taurina de Bogotá. Ello significaría que, a partir de la fecha, se acabarían los festejos taurinos en la ciudad.

15 de junio de 2012

El alcalde mayor de Bogotá, Gustavo Petro, dio marcha atrás al contrato 411 de 1990, firmado entre el IDRD y la Corporación Taurina de Bogotá, que le permitía a esta última entidad el uso de la Plaza de Toros la Santamaría para llevar la tradicional temporada taurina de principios de año en la ciudad.
 
La resolución 280 fechada el jueves 14 de junio y expedida por la Administración Distrital les da la 'estocada' a los festejos taurinos en la capital de la República, medida que se esperaba tras la fracasada reunión entre las partes, que tuvo lugar hace unos días.
 
El secretario de Gobierno, Guillermo Asprilla, dijo durante la divulgación de la medida que "debe existir un deber constitucional de la protección animal".
 
La resolución expresa que fueron varias las motivaciones que llevaron a justificar la revocatoria. "Las prácticas de las corridas de toros están asociadas a actividades que se pueden denominar torturas, que infligen dolor y violencia hacia los animales que llevan a la muerte de estos. La política distrital es la protección de los animales de los tratos crueles". 
 
Además se señala que la decisión no contraviene lo señalado en la Ley 916 de 2004, "toda vez que no se está prohibiendo por parte de la autoridad competente las corridas de toros en el distrito capital, sino que en cumplimiento de un mandato constitucional, se está terminando un contrato de mandato que por su objeto mismo contraviene la orden de morigerar las torturas y el trato cruel hacia los animales".
 
Al acto comparecieron Asprilla y el secretario general de la Alcaldía, Eduardo Noriega. El alcalde Petro no asistió.
 
Los funcionarios resaltaron que en reunión realizada el primero de junio del 2012 con la Corporación Taurina de Bogotá, los representantes de la fiesta brava "manifestaron su negativa a evitar la muerte del toro y no (se) demostró el interés de evitar los tratos tortuosos hacia el animal".
 
Los funcionarios también criticaron los elevados ingresos de la Corporación Taurina, frente a lo que recauda la ciudad por sus actividades.

Finalmente, la resolución reitera que la Plaza La Santamaría al ser un bien de interés cultural de la ciudad, no se puede destinar a promover o fomentar actividades que incluyan sufrimiento, dolor y muerte a los animales en desarrollo de la sentencia C-666 del 2010.