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| Foto: Juan Carlos Sierra

BOGOTÁ

Petro y Navarro: ¿coyuntura o divorcio?

Aunque tanto el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, como el hasta hoy secretario de Gobierno, Antonio Navarro Wolff, aseguraron que el retiro de este último del gabinete se debía a razones estrictamente personales, analistas ven algo más allá.

30 de marzo de 2012

"Jamás nos hemos agarrado a gritos", dijo el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, segundos después de que Antonio Navarro Wolff presentó oficialmente su renuncia (irrevocable) a la Secretaría de Gobierno y explicó que esta obedecía a "razones estrictamente personales".

Sin embargo, y aunque ambos aseguraron que sólo ellos saben (lo venían discutiendo desde hace cinco semanas, dijeron) cuáles son esos motivos, analistas coinciden en decir que hay algo más allá. Lo cierto es que el secretario 'bandera' de la administración Distrital, el 'polo a tierra' de la Alcaldía de la capital del país se va.
 
Y además del vacío que deja (y del que nadie duda), el trasfondo de la decisión señala al descubierto una "muestra de debilidad de Petro". Al menos así lo afirma el analista de Razón Pública Jorge Gaitán, quien además dice que "no poder con el manejo del Concejo de Bogotá fue el mayor pecado de Navarro".

"El problema fue la contradicción entre lo que decía Petro y lo que estaba haciendo Navarro. Cuando creyeron que tenían 'cuadrados' a unos 25 concejales se desbarató todo, les salió al revés. Eso Petro no se lo ha perdonado, pues era la tarea número uno de Navarro para sacar el Plan de Desarrollo adelante”, señala Gaitán.

No muy diferente opina el profesor y analista, también de Razón Pública, Fernando Medina, quien señala los aspectos que, según él, pudieron ser la causa de la salida de Navarro Wolff, mucho más allá del asunto de "cuestiones personales".

"A Navarro no le fue nada bien con el Concejo. Intentó crear coaliciones para apoyar el Plan de Desarrollo y eso no se leyó muy bien", pero no fue sólo lo que tuvo que ver con los cabildantes lo que pudo generar cierta división entre Navarro y Petro, también, según Medina, influyó el carácter de Petro.

"Quienes lo conocen dicen que le cuesta reconocer el liderazgo y la trayectoria de otros. Él es muy centrado en sí mismo, por lo que creería que si hubo un conflicto fue generado por él", asegura el analista, quien además menciona ese "estilo" como una "piedra" para poder trabajar con Navarro.

"Esa línea de decir las cosas directamente (a través de Twitter por ejemplo) choca con sus secretarios. Y sobre todo con quien se supone es su mano derecha. Esa forma de ser impulsiva y poco reflexiva iba en contravía con el estilo maduro y mesurado de Navarro".

Para Medina, "Petro no ha podido entender que ya no es un parlamentario 'fogoso' que hace denuncias y que pide respuestas, sino que es la persona de la que los bogotanos están esperando hechos".

Para el concejal Juan Carlos Flórez (Alianza Social Independiente) la salida de Navarro además ser "una gran pérdida para Bogotá", es "la respuesta a una incomodidad que seguro empezó a sentir cuando, a pesar de ser el vocero oficial del Gobierno, fue apareciendo la voz de Álex Vernot (escudero de Petro), quien le cuestionó decisiones importantes".

Flórez considera que fue "sorprendente" ver cómo "el alcalde, que está todo el día conectado en las redes sociales, no tuvo ni un solo trino para respaldar la gestión de Navarro luego de que Vernot lo descalificó".

"Navarro introducía la sensatez, que difícilmente tenga otro de los funcionarios de la administración Distrital (...) él actuaba a partir del aplomo y no del impulso. Y eso, para un gabinete que tiene como uno de sus cuellos de botella la falta de experiencia en gestión, es grave", puntualiza el concejal Flórez.

La tensa relación de Navarro y Vernot nunca fue un secreto. Mientras como secretario de Gobierno, Navarro discutía a puerta cerrada los temas más sensibles de la capital con el alcalde y en muchas oportunidades era quien tomaba -ante los medios de comunicación- la voz para anunciar decisiones de alto calibre. Vernot, que no tiene ningún cargo dentro de la Alcaldía, es la persona que le habla al oído a Petro.

"En lo que se refiere a los comentarios de Vernot sobre mí, se está portando como un chupamedias, como un lambón desinformado", dijo Navarro a principios de marzo en su cuenta de Twitter.
 
Y en entrevista con Dinero.com, Vernot no sólo le respondió, sino que predijo su salida. Ante la pregunta "¿Cómo es la relación actual de Petro y Navarro?", Vernot dijo: "Aunque nunca los he visto juntos, sé que tienen una historia en común que a la postre fue la que llevó a Navarro a la Secretaría de Gobierno. Tengo la percepción de que mucha de la gente que empezó con el gobierno de Petro va a terminar saliendo porque no han entendido la aplanadora que es él. Eso significa que el alcalde va a terminar sacando del gabinete a esos funcionarios que vayan en contravía de su política".

¿Fue así? Por ahora ellos insisten en decir que ninguno de los rumores que han salido sobre rupturas e inconformidades dentro de la política de la administración distrital es cierto.

"¿Es decir que Navarro podría salir pronto del gabinete?", le contrapreguntó Dinero a Vernot. "Creo que Navarro está pensando más en él y en su agenda, que en la de Petro. De hecho, muchas de sus declaraciones parecen las de un alcalde y resulta que el que manda es Gustavo Petro. De pronto hay ahí un problema histórico porque Navarro era el jefe de Petro en el M-19 y la realidad actual es que el enano se creció y se volvió un monstruo político. Así que es muy probable que Navarro no se haya dado cuenta de que él se debe a la agenda de Petro y no a la suya", respondió el asesor (casi anónimo de Petro), dos semanas antes de que en efecto, Navarro decidiera hacerse a un lado.