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El alcalde Gustavo Petro llegó a un acuerdo con el presidente de Apetrans Alfonso Pérez. | Foto: Alcaldía.

MOVILIDAD

¿Petro les ganó pulso a los transportadores?

Después de tres días de paro, el alcalde de Bogotá se anotó un punto a su favor. ¿Por qué?

23 de octubre de 2014

El pulso que mantuvieron durante tres días continuos, hasta el miércoles en la noche, Gustavo Petro y los pequeños transportadores agrupados en Apetrans fue una prueba de fuego de la que salió victorioso el alcalde mayor. Esta vez, a diferencia de lo que ocurría en paros anteriores, la Alcaldía se impuso y negoció bajo sus reglas. En eso coinciden expertos, petristas y hasta los contradictores del mandatario, consultados por Semana.com.  

Atrás quedaron los días en que los trasportadores imponían las condiciones. En la memoria de los bogotanos está viva la imagen de cientos de ciudadanos que en el 2010 tuvieron que montarse en camiones y volquetas para llegar a sus lugares de trabajo. Era la época en que los empresarios ponían las reglas y paralizaban la ciudad.   

Hoy por hoy, ya algunos hablan de que este paro protagonizado por Apetrans pasaría a la historia porque sería el último. El propio Petro ya lanzó una sentencia en ese sentido: “Los buses tradicionales llegaron a su final”.

La primera prueba de que ganó la Alcaldía está en las cifras. Al entrar los transportadores al paro obligaron a los usuarios buscar una alternativa de viaje y encontraron en el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) una solución, cosa que años atrás no sucedía.

La Secretaría de Movilidad registra que en promedio aumentó en 40 % el número de pasajeros que se transportaron en los buses azules. Este miércoles se registraron 910.000 viajes zonales, en comparación con 650.000 el 15 octubre.

Para el experto en movilidad de la Universidad Nacional José Stalin Rojas, esta medida, aunque es coyuntural, resultó necesaria. “El pico y placa robusteció y obligó a la gente a subirse al SITP y se evidenció un aumento de la velocidad en las calles. El alcalde no podía echarse para atrás”.

Al pico y placa se suma el hecho de que los propietarios quedaron comprometidos en colaborar con la operación. En el acuerdo se lee que van a facilitar “la vinculación de vehículos a la operación del SITP”, otra conquista de la administración que por ahora se ve en el papel.

El mandatario capitalino también consiguió el favor de algunos críticos de su gestión. Diversos sectores que se han manifestado en contra de Petro salieron a respaldar las medidas de la administración. Uno de ellos es el concejal Carlos Vicente de Roux. “Hay que apoyar al alcalde en sacar a los buses viejos y que la gente migre al SITP”.     

Los transportadores perdieron capacidad de negociación. De la frase en la que le dijeron a Petro, que hablarían “al calor del paro”, pasaron a decirle que dejara el orgullo y se sentara con ellos.

Más aún, de los 11 puntos que pusieron sobre la mesa, se quedaron con uno, el del pico y placa. Luego anunciaron que estaban dispuestos a levantar el paro si se retiraba esa medida, cosa que no ocurrió.   

Ya la administración habla de chatarrización, profundizar el modelo del SITP e implementar ese sistema de transporte en tres meses y no a mitad de año del 2015.

¿La alcaldía de Petro les torció el brazo a los cerca de 10.000 transportadores privados? Todo indicaría que sí, aunque los meses venideros serán decisivos para demostrar que el sistema de buses azules es viable.