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Álvaro Uribe lanzó su plataforma política en el Club El Nogal de Bogotá. | Foto: Daniel Reina

POLÍTICA

Piden que sepulten la Constituyente uribista

Seis senadores califican la propuesta del expresidente Uribe como un intento por “imponer un nuevo régimen arbitrario”.

21 de marzo de 2013

Después de Semana Santa el Congreso tendrá que cerrarle las puertas al último intento por modificar la Constitución vigente: la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que el expresidente Álvaro Uribe promovió desde el 5 de abril del año pasado cuando oficializó su oposición al gobierno del presidente Juan Manuel Santos.

Uribe, en aquel famoso discurso que pronunció en el club El Nogal de Bogotá, aprovechó el fracaso de la reforma a la justicia para intentar modificar el orden jurídico de la Nación. Aunque aclaró que sólo sería con el propósito de hacer ajustes a la administración de justicia, la convocatoria que promovió el expresidente podría dar pie a que en el país se instaurara otra Constitución.

Tal propuesta pareció no haber trascendido más allá del debate mediático. Pero, sin mucho ruido, se materializó en un proyecto de ley del senador Juan Carlos Vélez Uribe (la U). El principal vocero del uribismo quiso que el debate sobre una Asamblea Constituyente fuera resuelto por el Congreso.

Ante esa situación, siete senadores, Juan Fernando Cristo (liberal), Eduardo Enríquez Maya (Conservador), Armando Benedetti (la U),  Hemel Hurtado (PIN) , Jorge Eduardo Londoño (P. Verde), y el opositor  Luis Carlos Avellaneda (Polo-Progresistas), acordaron pedirle a la presidenta de la comisión primera del Senado, Karime Motta (la U), que ‘sepulte’ este intento por cambiar la Constitución del 91 al calificarlo de “impertinente e inconveniente”.

Estos senadores aseguran que el poder de una asamblea Constituyente es “supremo y revolucionario” entre otras porque “desconoce el orden de cosas existente en una sociedad dada, sino que además cuenta con la fuerza para instaurar un nuevo orden, incluido el Constitucional (…) su función no es conservar el orden sino modificarlo radicalmente”.

El proyecto de Constituyente de los uribistas se sustentaba entre otras en que en Colombia han fracasado casi una decena de intentos de reformar la administración de justicia, por lo que una constituyente, convocada por el pueblo, sería la herramienta más eficaz para hacerlo.

Los seis senadores que piden archivar este proyecto dicen que ese argumento “es lo que ha llevado a una teoría del poder constituyente de la minoría de la población, o ha servido para justificar la dictadura constituyente de la derecha, como sucedió con el régimen nazi”.

También advierten la preocupación de que una Constituyente imponga “un nuevo régimen autoritario”  más aún cuando país “aún no se han superado brechas innegables, como el debilitamiento democrático, el conflicto armado, la reparación a las víctimas, la restitución de tierras, la desigualdad social, la desestabilización institucional, actualmente experimentadas muchas de estas en Colombia”.

Cristo, Enríquez Maya, Benedetti, Hurtado, Londoño y Avellaneda, voceros de cinco partidos políticos, firmaron el documento en que piden sepultar esta constituyente promovida por el expresidente Uribe. Para hacerlo, tendrán que votar en la primera sesión de la Comisión primera tras el receso de semana santa.