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Juan Manuel Santos y Piedad Cordoba | Foto: SEMANA

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Mientras cenaba con Santos, a Piedad Córdoba le llegó una nueva amenaza

La excongresista denunció una nueva intimidación en su contra y otros miembros de Marcha Patriótica por parte de las Águilas Negras.

15 de abril de 2016

El jueves en la noche, el presidente Juan Manuel Santos presidió una cena con congresistas y dirigentes políticos, no sólo cercanos a su Gobierno, sino también de la oposición. Sucedió en Cartagena, y la izquierda estuvo representada en el evento por tres mujeres, Clara López, presidenta del Polo; Aída Avella, de la Unión Patriótica, y la excongresista Piedad Córdoba, líder del movimiento social Marcha Patriótica.

Precisamente en esa cena, mientras Piedad conversaba con el mandatario, le llegó una nueva amenaza que de inmediato puso en conocimiento del Gobierno. Se trataba de un panfleto remitido por “Águilas Negras, Bloque Capital DC”, en el que la señalan de ser la líder de una organización guerrillera en Bogotá. La amenaza también está dirigida a otros tres miembros de Marcha Patriótica, David Flórez, Cristian Rivas, y Boris Cabrera.

“Marcha patriótica lleva 116 asesinados, y anoche mientras cenaba con el presidente llegó una amenaza para cuatro de nosotros”, dijo Piedad.  

Por eso pidió al Gobierno hacer todo lo posible para detener estas intimidaciones y garantizar la seguridad de los líderes sociales. “Le comenté al Gobierno hace unos años, cuando iban 52 asesinatos, y se comprometió a hacer todo lo posible. Ya vamos 116”.

El pasado primero de abril, en confusos hechos, Piedad Córdoba denunció un presunto atentado en su contra, en la ciudad de Quibdó. Esta nueva amenaza llevó al Gobierno, a través del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, a reiterar el compromiso para que los asesinatos no se queden en la impunidad y brindar la seguridad a la excongresista y los miembros del movimiento social que representa.

Piedad hizo públicas estas denuncias en Cartagena. Exigió del Gobierno un "combate total al paramilitarismo”, para evitar poner en riesgo el acuerdo de paz de La Habana. “Los líderes están desconfiando mucho del proceso de paz y de la voluntad del Gobierno para acabar con el paramilitarismo”.

La excongresista también se refirió a la política de restitución de tierras, calificó de ridículo el número de hectáreas que se han restituido en los cinco años de aprobación de la ley, y aseguró que “los que están ladrando al proceso tienen que ver con la concentración  de la tierra y con un modelo que no permite muchos sectores, sobre todo campesinos despojados de ocho millones de hectáreas, puedan recuperarla”.