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| Foto: Archivo particular

ORDEN PÚBLICO

Las excentricidades de 'Pijarbey', el 'capo de los Llanos'

Martín Farfán fue dado de baja el pasado domingo. Tenía una red de explotación sexual de menores, era adicto a la pornografía y acudía a la santería para proteger su trabajo.

29 de septiembre de 2015

Era adicto a la pornografía. Explotaba sexualmente a adolescentes de Vichada. Le gustaba la santería y tenía dos pitonisas de Urabá y Chocó que le hacían los rituales para implorar protección a seres supremos. Amaba las excentricidades y tuvo azotado por muchos años a un sector de los Llanos orientales.

Ese era Martín Farfán Díaz González, 'Pijarbey', que fue dado de baja el pasado domingo por hombres del Gaula de la Policía en Asocortomo, una región del municipio de Cumaribo, en Vichada.

Esta operación de la Policía no sólo acabó con el cabecilla de la estructura de crimen organizado 'Libertadores de Vichada', también destapó todo lo que hay detrás de ese grupo delincuencial.

Como era de esperarse, 'Pijarbey' tenía una gran red de negocios en el extranjero. En una rústica que tenía en Cumaribo, el ‘Capo de los Llanos’ atendía visitas de narcos provenientes de España, de Puerto Rico y México, quienes entraban a Colombia a través de la frontera con Venezuela. Ahí, en esos encuentros, negociaban grandes cantidades de droga.

Sin embargo, los negocios de ‘Pijarbey’ no es lo más preocupante que encontraron las autoridades. Este hombre, quien fue uno de los más cercanos al poderoso Pedro Oliverio Guerrero, ‘Cuchillo’, abatido en diciembre del 2010, también tenía una red de explotación sexual.

En el lugar del operativo, los uniformados encontraron un teléfono y una agenda en la que encontraron una escalofriante lista de las modelos y mujeres prepago que llegaban a diario a complacer al capo.

En los registros aparecen cuatro jóvenes -de entre 15 y 20 años-, provenientes de distintas zonas del país. Pero ellas no eran las únicas adolescentes que utilizaba ‘Pijarbey’. Él también explotaba niñas de la región.

Después de que este capo de Vichada se fijaba en alguna joven, no había salvación alguna para ella. Ese fue el caso de ‘Luisa’, una de sus compañeras sentimentales.

Según información recopilada por los investigadores, este narco se fijó en ella y con tal de tenerla en su poder, sometió a sus padres, a quienes compensaba con tierras, ganado y vehículos.


Estas son algunas de las mujeres que 'Pijarbey' explotaba sexualmente. Foto: Policía Nacional


Estas son algunas de las mujeres que 'Pijarbey' explotaba sexualmente. Foto: Policía Nacional

'Pijarbey', el santero

Al igual que casi todos los capos que han sido capturados o dados de baja en este país, ‘Pijarbey’ recurría a la santería para proteger sus trabajos.

Tenía la asesoría de dos pitonisas de Urabá y Chocó, a quienes les coordinaba desplazamientos hasta Vichada, con el fin de hacer rituales que supuestamente le servirían para alejar cualquier tipo de peligro en su contra.

Por sugerencia de ‘Luli’, una de sus pitonisas, el capo siempre portaba un talismán o 'rezo del gato negro', como amuleto para su protección. Eso no es todo. También se lo tatuó de manera artesanal en el brazo izquierdo.


Foto: Policía Nacional

Pero esa no era la única recomendación de sus santeras. ‘Pijarbey’ también usaba joyas en oro y obligaba a su esquema de seguridad a usar, por lo menos, un accesorio en oro, como amuleto para repeler amenazas y ataques.

“Una de sus aficiones era la compra de relojes con incrustaciones en diamante y oro de 18 quilates, que adquiría en tiendas especializadas en Bogotá, por los que llegó a pagar entre 60 millones y 100 millones de pesos. Personas muy cercanas y de confianza, como su hermano, eran las encargadas de recoger y llevarle los relojes”, explicó la Policía.

Lo último que descubrió la Policía es que Martín Farfán Díaz González había ordenado traicionar a sus ‘amigos’ narcotraficantes del ‘Clan Úsuga’.

“Ante la llegada a Vichada del delincuente, alias la ‘Mona’, enviado por ‘Otoniel’, el cabecilla de la banda ‘Libertadores de Vichada’, pidió a sus hombres actuar de cualquier manera contra lo que consideraba una usurpación a su negoció ilegal”, dijo la entidad.

Días despúes, sin avisar y pese a todas las protecciones que invocó, la muerte le llegó a su propia casa al poderoso ‘Pijarbey’. Ese fue el fin del llamado 'capo de los Llanos', lo que podría dar lugar a un seguro enfrentamiento entre las facciones que estaban a su mando para sucederlo.


Algunos de los relojes del capo. Foto: Policía Nacional