Home

Nación

Artículo

Entre 2002 y 2010 la pobreza se redujo de 49,4 a 37,2 por ciento. Para el año 2014, Santos se puso la meta de bajar la línea de pobreza 5 puntos y disminuir la desigualdad de 0,56 a 0,54, según el coeficiente de gini. | Foto: Archivo SEMANA

NACIÓN

¿Podrá Santos sacar de la pobreza extrema a 350.000 familias?

Expertos opinan sobre la meta del jefe de Estado, quien afirmó que este año prevé sacar de la pobreza extrema a las primeras 113.000 familias. ¿Una meta ambiciosa? Analistas explican la fórmula que le podría dar la razón.

María del Pilar Camargo, periodista de Semana.com
19 de enero de 2012

El propósito del gobierno nacional para el 2014, a través de la Red Unidos, es sacar de la pobreza extrema a 350.000 familias, así lo aseguró este jueves el mandatario Juan Manuel Santos, durante la instalación de la Feria Sectorial 'Inclusión Social y Reconciliación'.
 
Analistas consultados por Semana.com consideran que la meta, aunque puede ser ambiciosa, es posible.
 
Alfredo Sarmiento, analista de Razonpublica.com, aclara que no se puede "sacar a la gente de la pobreza extrema", sino más bien, ofrecerle oportunidades que la animen a salir de esa condición. 
 
"Se trata de la autonomía del pobre, para que salga de la pobreza con el apoyo de los demás", explica. En su criterio, cuando se "saca a la gente de la pobreza", se facilitan prácticas como el clientelismo. 
 
Para los analistas, querer acabar con la pobreza extrema es pretender terminar con el hambre. Sarmiento advierte que este ideal se puede lograr mientras se tomen medidas adecuadas. "Se tienen que emplear herramientas claras. Colombia produce y exporta alimentos, además tiene riquezas naturales. Se podría empezar por mejorar la distribución".
 
Según el triángulo de desarrollo, el crecimiento de un país reducirá la pobreza sólo si logra aumentar la equidad, que según el analista, se refiere al crecimiento de un país a favor de los pobres. Se trata de darles prioridad a los más debiles, un prinpicio de justicia para construir una sociedad moderna.
 
"La sociedad se debe organizar de tal manera que todas las personas puedan lograr sus objetivos básicos como el derecho a no tener hambre y tener vivienda, trabajo y un nivel educativo. En ese sentido se necesita un marco normativo que les dé prioridad a los más pobres", aclara el analista, quien cuestiona las herramientas usadas actualmente para erradicar la pobreza.
 
"No se trata de cualquier acción a favor de los pobres como ofrecer alimentación en la primaria, atención básica en salud o microcréditos con la tasa de interés del 33 por ciento, mientras los más ricos tienen el 4% o el 10 por ciento, eso no es suficiente", indica.
 
Los expertos coinciden en que más grave que la pobreza es la inequidad. Amylkar Acosta, analista de Razonpublica.com, aclara que en Colombia no se ha corregido la inequidad, y al contrario, "se viene profundizando".
 
Acosta recuerda que la inequidad se mide con el coeficiente de Gini, una medida de la desigualdad ideada por el estadístico italiano Corrado Gini. Precisa que Colombia tiene el más alto gini de América Latina.
 
"Es un reflejo de la concentración de los beneficios en el crecimiento de la economía, donde hay más donaciones de ingreso de capital con respecto a los ingresos laborales. Es decir que las utilidades de las empresas han crecido más que los ingresos de la masa laboral", explica.
 
El experto advierte que el desequilibrio entre las ganancias de las empresas y los empleados influye en la informalidad. "El 60 por ciento de la población ocupada pertenece a la informalidad". 
 
Un punto a favor de Santos
 
Los analistas consideran que el jefe de Estado acierta en declarar como un objetivo del Gobierno la lucha contra la pobreza.
 
"A diferencia de los gobiernos anteriores, este ha enfocado ese propósito hacia las políticas públicas. En otros gobiernos se ha partido de una base falsa y es que el mayor crecimiento representa menos pobreza, lo cual no es cierto", indica Acosta.

Ante la petición del presidente Santos para que gobernadores y alcaldes se sumen a la "batalla" para erradicar la pobreza, los analistas consideran que es "indispensable" que el concurso de las entidades territoriales esté alineado con la política nacional.

"La cobertura de las necesidades básicas insatisfechas es competencia de las entidades territoriales", dice el experto Acosta. Por su parte, Sarmiento explica que la alianza Nación-territorio es un "buen avance", pero advierte que esto no significa que el gobierno nacional se limite en su capacidad de juzgar y evaluar el trabajo en las regiones.

Finalmente, los analistas coinciden que en la lucha contra la pobreza, la Ley de tierras se convierte en un ficha de juego ganadora.
 
"La entrega de tierras tiene indudablemente efectos importantes en la lucha contra el hambre y la miseria", dice Sarmiento. Por su parte, Acosta advierte que sólo en la medida en que la reparación de las víctimas y la titulación de tierras sean existosas, se podrá lograr reducir la pobreza a los niveles que tiene en mente el jefe de Estado.