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| Foto: Archivo particular

PARO JUDICIAL

Huelguistas de la justicia se enfrentan con la Policía

Agentes de la fuerza pública intentan restablecer la atención al público en juzgados civiles y de familia de Bogotá, mientras varios servidores de esa jurisdicción intentan frenar el avance de la fuerza pública.

1 de febrero de 2016

En desmanes y quebrantamiento del orden terminó la protesta que se adelanta en varios juzgados de Bogotá desde hace casi tres semanas. La negativa de los sectores huelguistas a permitir el ingreso de usuarios judiciales y la intención de la Policía de reabrir las sedes judiciales afectadas por el conflicto laboral generaron algunas confontaciones.

Agentes del Escuadrón Móvil Anti Distrurbios (Esmad) y otro grupo de policías se enfrentaron en la mañana de este lunes con los servidores de la jurisdicción civil y de familia que se niegan a restablecer el servicio en el complejo judicial que opera en el edificio Hernando Morales, en el centro de la capital. Mientras tanto, más uniformados arribaron a otras sedes para permitir el ingreso de los usuarios judiciales.

Cuando empezaron las labores de la justicia en el 2016 los juzgados civiles y de familia se encontraron con un cambio en el modelo de atención al usuario, que concentraba en centros de servicio las labores administrativas que adelantaba cada despacho judicial de manera individual. Los servidores del ramo se opusieron a esa decisión de la Sala Administrativa del Consejo Superior e iniciaron un cese de actividades que se prolongó por cerca de ocho días.

Un pacto del Consejo Superior con dos grupos de Asonal Judicial y otro de Asojudiciales parecía poner fin al conflicto. Los primeros se comprometían a aplazar la vigencia del nuevo modelo de atención, mientras los segundos prometían volver a sus pestos de trabajo.

El acuerdo no fue suficiente. Gran parte de los operadores de Bogotá desacataron  lo pactado y continuaron el cese de actividades, que se prolongó a lo largo de la semana anterior. Decenas de trabajadores de la rama se unieron a la protesta que lideró Orlando Chinchilla, presidente del recién fundado sindicato El Vocero Judicial.

Para ellos, la única alternativa de volver a los puestos de trabajo era la derogatoria definitiva del nuevo modelo. En su criterio, el aplazamiento no ofrece  ninguna garantía. Mientras tanto, Asonal Judicial y Asojudiciales trataban de convencer a los trabajadores de volver a sus puestos de trabajo

Ante la parálisis de la jurisdicción en la capital, el Consejo Superior y el Gobierno anunciaron medidas. Señalaron que ya se estaban adelantando gestiones que podrían derivar en la suspensión de pagos e investigaciones disciplinarias contra quienes se resistieran a reabrir los juzgados.

Esas declaraciones del ministro de Justicia Yesid Reyes y el presidente del Consejo Superior, José Agustín Suárez, sonaron a ultimátum. Muchos pensaban que los juzgados se reabrirían este lunes, aunque fuera por la fuerza.

De hecho, fuentes consultadas pro Semana.com en la Policía indican que los responsables de la seguridad de los distintos complejos judiciales en Bogotá habían sido alertados por sus superiores desde el viernes pasado sobre la posibilidad de intervenir para reanudar la atención al público.

Esa premonición se convirtió en realidad en la mañana del lunes. La fuerza pública hizo su aparición en muchos de esos edificios, con la intención de restablecer la atención en los juzgados, mientras algunos de los huelguistas han tratado de impedirlo, alegando la cercenación de su derecho a la protesta.