Home

Nación

Artículo

Planeación Nacional criticó el trazado, porque de todas las opciones es el más ineficiente, pues transportará la menor cantidad de pasajeros. El nuevo gerente del Metro, Camilo Zea Gómez, quien se posesionó esta semana, tuvo que salir a responder al gobierno nacional en su primera jornada en el cargo

INFRAESTRUCTURA

Por mal camino

Empezaron a aparecer serios reparos al metro de Bogotá. El estudio inicial deja ver errores graves de criterio y, peor aún, improvisación.

19 de diciembre de 2009

La administración de Samuel Moreno Rojas, que esperaba cerrar el año cantando villancicos con la buena noticia de que por fin arrancaría el Metro, recibió la semana pasada un baldado de agua fría.

El Departamento Nacional de Planeación (DNP) le envió una carta al secretario de Movilidad, Fernando Álvarez, donde prácticamente desbarata los estudios iniciales y deja muy mal parado al consorcio que está haciendo los diseños del proyecto.

Planeación dice que el trazado de la primera línea (ver gráfico) es el más ineficiente de todos y que la proyección sobre el número de pasajeros que transportará el sistema está sobreestimada: estas conclusiones salen de los mismos supuestos utilizados en el estudio y no de un análisis particular de Planeación. Así que las críticas son de fondo.

Por ejemplo, el estudio supone que habrá un trasbordo de 11.000 pasajeros en hora pico del tren de cercanías al metro. El asunto es que la línea inicial del metro va hasta la carrera 11 con calle 100 en el norte de Bogotá, y el tren de cercanías empezará en la calle 127 con carrera séptima. Es una diferencia de casi siete kilómetros. No queda claro si el Distrito decidió ampliar el metro hasta la 127 con séptima; de ser así, los costos aumentarían en miles de millones de dólares, pues ese trazado adicional tendría que ser subterráneo.

Otra perla: uno de los supuestos de los diseños es que el 66 por ciento de las personas que utilizan carro en horas pico dejará de usar su vehículo particular, para subirse al transporte público. Planeación dice que es un contrasentido esperar que caiga el uso de carro particular, mientras el mismo estudio proyecta que en 2038 el número de carros particulares en Bogotá habrá aumentado a dos millones. Eso quiere decir que el estudio supone que la gente va a comprar más carros, pero a pesar de eso, decidirá utilizar el metro.

Esta clase de fallas en los estudios deja una sensación de improvisación y de que se incluyeron cambios al estudio a última hora, sin justificación clara; cabe preguntarse cuál es el interés de atar el futuro del metro al tren de cercanías, un proyecto cuya definición está aún embolatada.

La carta de Planeación consta de cuatro folios (se puede consultar el texto completo de la carta en semana.com) y señala casi 30 fallas del estudio. El consorcio que adelanta la consultoría es liderado por la firma colombiana Incoplan y por la española Sener.

El asunto es realmente preocupante porque absolver los interrogantes del DNP implica prácticamente volver al punto inicial, pues lo que se ha cuestionado es el trazado y los fundamentos del esquema financiero.

Ante las críticas de Planeación, el nuevo gerente del metro, Camilo Zea Gómez, aseguró que el compromiso del Distrito es analizar las observaciones.

"Vamos a responder -dijo Zea- cada uno de los interrogantes de la carta, con rigor, profundidad y nivel de detalle, para que todos estén tranquilos con la calidad de los productos que estamos diseñando y de la consultoría. Se dará la discusión técnica que sea del caso, para garantizar que este proyecto quede bien y listo para arrancar el resto de las etapas".

El pronunciamiento de Planeación es muy importante, pues esta institución deberá redactar el documento Conpes donde se establecen las condiciones de los aportes de la Nación. La polémica se da justo antes de que Incoplan y Sener entreguen el estudio definitivo a consideración del Distrito, para que luego el gobierno redacte su documento para ratificar sus compromisos fiscales.

La polémica va a ser dura y es un escenario indeseable, ad portas de la elección presidencial, cuando el tema corre el riesgo de politizarse. Estas críticas iniciales son de carácter estrictamente técnico y la discusión se deberá mantener en este terreno. Por eso, el Distrito debe evitar estas confusiones, que dan la sensación de que hay afán e improvisación en la obra de infraestructura de transporte más importante para la capital.