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P R E S I D E N C I A

Por ‘nocaut’

Uribe barre, Noemí cae más y Serpa apenas flota en la Gran Encuesta.

1 de marzo de 2002

A estas alturas de la competencia por la Presidencia no pareciera que hubiese acontecimiento alguno que frene ya la carrera del liberal independiente Alvaro Uribe Vélez. Hace poco menos de un mes un 39 por ciento de los colombianos dijeron que votarían por él en la primera vuelta. Hoy subió a 59,5 por ciento. Es una tremenda trepada de 20 puntos. Es decir, que mientras se daba el derrumbe de las negociaciones de paz, la reconquista por parte de las Fuerzas Armadas de la zona de despeje y el endurecimiento dePastrana, Uribe subía y subía sin parar. Ahora tiene el triunfo en la primera vuelta en las manos. A sus principales contendores les sucedió lo contrario. El liberal oficialista Horacio Serpa se escurrió 6 puntos, de 30 a 24 por ciento. Y quien recibió el golpe más duro fue la independiente Noemí Sanín, que pasó de casi 17 por ciento a 5 por ciento. Sumados perdieron 18 puntos, cada uno de los cuales se llevó Uribe. Juan Camilo Restrepo, Ingrid Betancourt (la medición para esta encuesta se hizo en su mayoría después de su secuestro), Enrique Parejo y otros también bajaron algo, aunque es difícil de establecer porque todos están en el margen de error. Luis Eduardo Garzón repuntó un poco.

El prematuro triunfo del político antioqueño en las encuestas ha sido tal que los movimientos que se suelen dar entre la primera y la segunda vuelta electoral se están dando hoy, cuando aún faltan casi tres meses para la elección real. Las adhesiones, los deslizamientos de las campañas que ya se perciben perdedoras y las nuevas alianzas con quienes quieren subirse al tren ganador ya se están tejiendo porque se da como hecho que no habrá necesidad de segunda vuelta y que después será demasiado tarde.

Uribe gana en todas las regiones del país, en todos los estratos, en todas las edades y en todos los partidos. Además ocho de cada 10 que dicen que votarán por él ya declaran que esa es su decisión final y seguramente no la cambiarán.

Aunque 90 días es un período considerable todo indica que sólo un hecho —o una serie de hechos— extraordinarios podría cambiar las tendencias. Por eso más que preguntarse ya quién puede llegar a la Presidencia la gente quiere saber más bien si habrá nuevas alianzas entre los aspirantes que puedan cambiar el panorama electoral. Pero aún esto es casi imposible pues no se dará una alianza Sanín-Serpa, e inclusive juntos no llegarían sino a la mitad de los votos de Uribe.

Es claro, por la misma encuesta, que los ciudadanos tienden a percibir a Uribe como el hombre de mayor carácter y que mejor puede conducir al país en momentos críticos —es decir, en guerra—. Por eso es probable que más guerra no traiga sino más votos para Uribe. No hay que descartar, sin embargo, que si suceden episodios extraordinarios en el curso de esta guerra de sabotajes y secuestros la opinión podría llegar a variar. Por eso más hoy que hace cuatro años es verdad que es el conflicto armado el que pondrá al próximo presidente de Colombia.