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| Foto: Archivo SEMANA

ANÁLISIS

Las razones por las cuales el ‘Alemán’ no podrá ir a su casa

Según juez, la pena alternativa que cumple Fredy Rendón como postulado de Justicia y Paz aún no se puede dar por satisfecha. Estos son los argumentos.

18 de marzo de 2015

Todo parecía indicar que este miércoles el exparamilitar Fredy Rendón Herrera volvería de nuevo a la libertad, luego de más de ocho años de haberse sometido al proceso de paz que el gobierno de Álvaro Uribe adelantó con las autodefensas.
 
Esas eran sus expectativas y sus planes: ir a la casa, como un ciudadano que ya le rindió cuentas a la Justicia.
 
Pero el asunto no es tan sencillo. El Bloque Élmer Cárdenas, que desde la década de los 90 hizo del Chocó y del Urabá antioqueño un santuario, tiene reportadas al menos 7.000 víctimas, incluidos los desplazados que expulsó la guerra de sus territorios.
 
El mismo Fredy Rendón ha reconocido su participación en al menos 1.700 delitos cometidos por él mismo y por los hombres bajo su mando.
 
El proceso que en el marco de Justicia y Paz se ha adelantado en contra del 'Alemán' ha sido arduo y engorroso. Pero ha arrojado resultados. En los estrados se ha logrado esclarecer casos tan aberrantes como el de 309 menores de edad que fueron reclutados por el bloque Élmer Cárdenas en Antioquia y Chocó. Eran niños y jóvenes provenientes de municipios como Unguía, Mutatá y Dabeiba, con historias terribles a cuestas.
 
Fredy Rendón –y así lo ha reconocido la Fiscalía- ha colaborado en el esclarecimiento de los hechos que se le han imputado. Ha pedido perdón, ha entregado bienes, ha asistido a las audiencias y ha demostrado buena conducta, mientras ha estado recluido en la cárcel de Máxima Seguridad de Itagüí. La abogada del 'Alemán' certifica incluso que su defendido se resocializó en prisión y que terminó sus estudios de bachillerato.
 
En suma, la tesis de la defensa, en cabeza de la doctora Victoria Eugenia Ayala, es que el 'Alemán' ya cumplió la pena de ocho años de cárcel, a la que se sometieron los comandantes paramilitares cuando decidieron entrar a Justicia y Paz.
 
Y técnicamente parece ser así. La ley dice que los ocho años de pena privativa de la libertad se cuentan a partir de la fecha de la postulación, que para el caso de Rendón Herrera comenzaron a correr a partir del 27 de febrero del 2007. El 16 de diciembre del 2011 este exjefe de las AUC fue sentenciado por la Sala de Conocimiento de Justicia y Paz, del Tribunal Superior de Bogotá.
 
El fallo, referido a los delitos de concierto para delinquir, homicidio en persona protegida y otros, fue confirmado por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, el 12 de diciembre del 2012, con ponencia del magistrado José Leonidas Bustos.
 
En consecuencia, y habiéndose surtido los requisitos, la sala de Justicia y Paz del Tribunal de Medellín decidió la semana pasada sustituirle al 'Alemán' la medida de aseguramiento en centro carcelario, por una no privativa de su libertad. Y de ahí las expectativas de Rendón Herrera de irse para la calle.
 
Sin embargo, tal decisión debía pasar por un juez de ejecución de penas, que es el competente para determinar si un sentenciado tiene cuentas pendientes en otros estrados o si en efecto ya está listo para volver a la libertad.
 
Y este miércoles dicha juez decidió negar la petición, basándose en dos argumentos. El primero es que en contra del procesado hay sentencias de la justicia ordinaria que no han sido acumuladas ni han hecho parte de la instancia de Justicia y Paz. Se trata de algo más que un tecnicismo jurídico.
 
Para que los ocho años de pena alternativa le sean reconocidos a un postulado como Rendón Herrera, primero se deben acumular todas sentencias condenatorias que provengan de jueces ordinarios. La razón es que esos mismos hechos deben ser imputados en las audiencias de Justicia Transicional, además de reconocidos y aceptados por el postulado, a favor de los derechos de las víctimas. En el caso del 'Alemán' hay procesos que, pese a conocerse de años atrás, ni siquiera han sido imputados por fiscales de justicia y paz. Y eso se tendrá que hacer a como dé lugar.
 
Lo que sigue es que Rendón Herrera deberá continuar en la cárcel de Itagüí con una nueva medida de aseguramiento en su contra, mientras el aparato de justicia se mueve, a su ritmo. En juego está la verdad de miles de crímenes.