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Juan Felipe Muñoz, saliente alto consejero para las comunicaciones. | Foto: Archivo SEMANA

GOBIERNO

¿Por qué se fue Juan Felipe Muñoz?

Estas serían las razones de la salida del alto consejero para las comunicaciones.

20 de febrero de 2013

A pesar de que era un secreto a voces que Muñoz no había logrado acoplarse al resto del equipo de la Casa de Nariño, pocos esperaban su renuncia en estos días. Según fuentes del Palacio, la decisión se tomó hace unos días por motivos personales. Semana.com trató de contactar a Muñoz, pero no obtuvo respuesta.


Juan Felipe Muñoz, un joven economista uniandino, llegó el año pasado al Palacio con la difícil tarea de reemplazar a Juan Mesa en la Alta Consejería de Comunicaciones: la encargada de manejar la imagen y los mensajes del presidente, las relaciones con los directores de medios, y las encuestas. 

Después de vivir en el exterior durante muchos años, llegó al Palacio sin contactos en los medios y con poco conocimiento del país y falta de experiencia en la alta política nacional. 

Sin embargo, traía pergaminos de universidades prestigiosas como Columbia y London School of Economics y era un experto en manejo de crisis. Además, se destacaba su exitosa experiencia en México, país en el que logró promover el turismo a pesar de la crisis del narcotráfico.

Como era de esperarse, su adaptación fue difícil. De entrada, no le fue bien con algunos pesos pesados del periodismo de opinión que, incluso, lo descalificaron desde un principio. A nivel interno, aunque tuvo las mejores intenciones y una buena disposición de trabajo, nunca pudo conectarse con el resto del equipo en el Palacio. En especial, no logró hacer parte del círculo más cercano del presidente y es ahí donde se toman las decisiones más importantes. En otras palabras, era una rueda suelta que, a pesar de sus aportes valiosos, no logró tener mayor influencia y sus propuestas no encontraron respaldo.

Sería injusto no reconocer algunos cambios positivos que logró Muñoz. Por ejemplo, aportó su experiencia internacional y asesoró el proceso de Marca País, aunque cuando llegó este ya estaba casi definido. Trató de hacer unos cambios notorios en la comunicación digital del presidente (Twitter, página web, fotografía), organizó la estrategia de medios regionales y lideró la instrumentación de la nueva imagen del gobierno.

Sin embargo, estos ajustes no lograron cambiar la tendencia negativa en las encuestas y hoy la situación es preocupante. No es un secreto que una de las prioridades del presidente Santos es comunicar, pero es evidente que algo está fallando. Algunos dicen que el presidente comunica mucho a través de anuncios, otros dicen que no tiene conexión con la gente y otros también han afirmado que no tiene un mensaje claro.

En cuanto al equipo de comunicaciones, la salida de Muñoz es la segunda baja reciente. Hace unos meses, el secretario de prensa, John Jairo Ocampo, renunció para regresar al periodismo. Fue reemplazado por Otto Gutiérrez, quien fue el encargado de manejar las comunicaciones de la Cumbre de las Américas y asesoró a la canciller Maria Ángela Holguín. Gutiérrez, quien era curtido en las lides palaciegas al haber ocupado la secretaría de prensa de Andrés Pastrana, podría haber producido algunos cambios en la estructura de comunicaciones, en especial en lo que tiene que ver con las responsabilidades y las funciones del alto consejero.

¿Qué pasará con Muñoz? ¿Quién lo remplazará? Lo más probable es que se quede en Bogotá. Podría seguir vinculado al presidente Santos a través de la Fundación Buen Gobierno o dedicarse a la consultoría. La rumorología sobre su futuro reemplazo apenas comienza. Lo único claro es que quien sea su sucesor tendrá una difícil tarea, pues, según la encuesta de Datexco publicada esta semana, la cosa está cuesta arriba y el reloj electoral ya empezó a correr.