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| Foto: archivo SEMANA

CRIMEN

¿Por qué mataron al fiscal Félix García?

La Fiscalía capturó a dos sospechosos del descuartizamiento de un fiscal de Medellín.

4 de junio de 2014

Si no fuera por un vecino, quien desde afuera del inquilinato oyó los gritos y golpes secos, el homicidio del fiscal Félix Horacio García Vargas sería un misterio. Desde el exterior de un cuarto de hotel en Villanueva, una zona de tolerancia en el penumbroso centro de Medellín, se escuchaba que voces distintas le exigían a alguien que entregara las claves de las tarjetas.

Sólo este domingo en la mañana y luego del llamado del testigo, agentes de la Sijín de la Policía entraron a la habitación en la que flanqueaba una escena dantesca: un hacha, algunas manchas de sangre y un carné que acreditaba que García Vargas era abogado. Todo aquello envuelto en un intenso olor a cloro.

El tiempo pasó y a las 6:00 a. m. del día siguiente, el cuerpo del fiscal fue encontrado desmembrado, dentro de tres maletas abandonadas en la autopista Medellín-Bogotá, en el perímetro del municipio de Copacabana.


En menos de 48 horas, el caso del fiscal García ya tiene dos capturados. A uno de ellos, de 32 años y estudiante de cuarto año de derecho, se le impuso medida de aseguramiento intramural. El hombre vivía en el mismo edificio del inquilinato, en cuya cocina y baño se encontraron rastros de sangre. Sin contar el hacha y un serrucho que quedaron olvidados en el cuarto donde el fiscal García pasó las últimas horas de su vida.

Luis Fernando Suárez, vicealcalde de Seguridad de Medellín, reveló que quienes realizaron la inspección técnica al cadáver no hallaron la cabeza de la víctima. Aquello haría suponer, según las leyes de la experiencia, un intento de los delincuentes por dilatar la identificación del fallecido.

Pero ¿cómo era posible que hubiesen cometido tal horror, pero al mismo tiempo dejado olvidado el carné del abogado en el cuarto? No parecía a simple vista, dijo un investigador, que se tratara del modus operandi de bandas de alto vuelo que trabajan para el crimen organizado de Medellín.

Una fiscal de la Unidad de Vida consultada por Semana.com dice que es prematuro descartar cualquier hipótesis. Sin embargo, por lo recabado en la escena del crimen, es claro que el fiscal Félix Horacio García Vargas fue amarrado y torturado. “Además, le fueron vaciadas las cuentas bancarias. Estamos mínimamente ante un caso de secuestro extorsivo, tortura y homicidio”.

García Vargas ejercía como fiscal 122 local de Medellín, adscrito a la Unidad Cuarta Local de Patrimonio. Los casos que pasaban por su despacho eran los de estafas de mínima cuantía, lesiones personales y otros procesos que, en principio, no comportaban mayores riesgos.

“Lo que le ocurrió a nuestro fiscal le pudo haber ocurrido a cualquier otro ciudadano. Por lo pronto, no consideramos que se trate de un crimen relacionado con su trabajo”, dijo un alto funcionario del CTI.

Martha Lía Herrera es la vicepresidenta de Asonal Judicial. Para ella, el homicidio de García Vargas demuestra que trabajar en la rama comporta un alto riesgo, más si se tiene en cuenta que este año en Antioquia han sido asesinados tres funcionarios del CTI.

“Que sean cuatro homicidios en este departamento durante el 2014, frente a seis que se registraron el año pasado en todo Colombia, es un asunto que nos tiene que preocupar, del mismo modo que nos preocupa y rechazamos los crímenes contra todos los ciudadanos”, dice.

De 1989 a la fecha se han cometido 1.209 vulneraciones a los derechos de los funcionarios judiciales
en Colombia, entre homicidios, desapariciones, amenazas, entre otras. “Esa es una cifra pavorosa. Pero la sensación que vemos desde el Estado es que aquí no pasa nada”, dice Martha.