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“La terna no es el problema. Cuando se inició todo, yo me presenté ante el entonces presidente de la Corte, Augusto Ibáñez, y le dije que si mi nombre dividía yo lo retiraba, y él me dijo que no. Por eso no renuncio”. Marco Antonio Velilla, consejero de Estado

JUSTICIA

¿Por qué no renuncian?

Juan Manuel Santos dijo que no va a cambiar la terna para elegir al Fiscal. Y la Corte Suprema sigue bloqueada. La solución parece estar en los tres miembros de la terna. ¿Qué dicen ellos? ¿Ronda el fantasma de Uribe?

25 de septiembre de 2010

Si esta semana la Corte Suprema de Justicia no elige Fiscal General o no encuentra una manera distinta de votar, el problema de la interinidad en la Fiscalía solo se podrá resolver el año entrante.

Y ese nuevo aplazamiento, paradójicamente, se dará por simple sustracción de materia. De los 23 magistrados que componen la Corte Suprema hoy hay solo 22, pues no han llenado una vacante de más de un año. A estos hay que restarles dos magistrados que viajaron en comisión de estudios y tres más a los que se les acaba su periodo esta semana. Es decir, a partir de la semana entrante la Corte solo tendrá 17 magistrados, lo cual deja un margen muy estrecho para que alguno de los candidatos pueda obtener el mínimo de 16 votos para ser elegido como Fiscal. Y eso no es nada.

En menos de un mes, la Corte se quedará sin quórum para elegir, porque se le termina el periodo a otro magistrado y uno más se va también a estudiar al exterior. Es decir, a finales de octubre quedarán solo 15 togados en la corporación.

Esta crisis de quórum se resolverá apenas en enero, con el regreso de los tres magistrados que están en el exterior. De llegar a esa fecha sin ninguna decisión, Colombia ajustaría un año y medio sin un Fiscal nombrado en propiedad. Lo cual es un absurdo, porque no existe país del mundo en el cual un cargo tan crítico como este quede tanto tiempo en manos de un encargado, y también es altamente inconveniente, porque a pesar de la buena tarea que ha cumplido Guillermo Mendoza, no hay que ser doctorado en administración pública para saber el daño que hace la interinidad a las instituciones.

El país ha hecho acopio de paciencia para esperar un año, pero tal vez no aguanta tres meses más. Y en los últimos días hay movimientos que indican que ha llegado la hora de tomar decisiones.

El presidente Juan Manuel Santos ya tomó la suya. "No he tenido la idea de cambiar la terna", dijo desde Nueva York. Y apuró a la Corte para que decida, porque, según él "la interinidad de la Fiscalía está causando problemas". El anuncio sorprendió, porque el ministro de Interior y Justicia Germán Vargas Lleras se había mostrado entusiasmado con la idea de cambiar la terna.

Pero Santos, estratega como es, entendió que con el cambio de terna era más lo que podía perder. En primer lugar, nada le garantiza que la Corte Suprema esté dispuesta a elegir de una nueva terna. La Corte quedó muy fracturada tras las fricciones con el gobierno Uribe y cualquier cambio de la terna podría ser interpretado por el sector mayoritario, entre 11 y 13 magistrados, como un gesto del Presidente a favor del sector minoritario que bloquea la actual terna.

En segundo término, sería generar una polémica innecesaria, pues tratadistas reconocidos como el decano de Derecho de la Universidad de los Andes Eduardo Cifuentes, y el ex presidente del Consejo de Estado Carlos Betancur Jaramillo, han dicho que desde el punto de vista jurídico el Presidente no puede cambiar la terna. Y en tercer lugar, lo que parece ser la razón de fondo, es que si Santos cambia la terna que dejó Álvaro Uribe, podría convertirse en el tiro de gracia en una relación que ya parece estar en cuidados intensivos.

La Corte Suprema también tomó su decisión con respecto a la terna y es que si bien en teoría la declaró viable en la práctica no lo es, toda vez que tras 22 votaciones no ha salido humo blanco. El jueves pasado, mientras el país entero expresaba su emoción por la baja del Mono Jojoy, la Corte una vez más no decidió y convocó a una nueva sesión extraordinaria para este lunes.

La fractura en la Corte es como una herida que dejó abierta el anterior gobierno. De un lado sigue existiendo un grupo de seis magistrados que vota en blanco, algunos de ellos fueron los que más sufrieron con los ataques del entonces presidente Uribe y con la persecución ilegal del DAS y, a pesar del respeto que puedan tener por los juristas de la terna, no quieren que el Fiscal sea elegido de nombres dados por el ex mandatario.

El otro sector de la Corte, el mayoritario, considera que debe cumplir con la norma de votar por la terna como lo manda la Constitución. ¿Votarían igual por una nueva terna? Algunos de sus miembros son más radicales y dicen que en la Corte son 23 magistrados y no se pueden plegar a la posición de la minoría. "Esta no es una Corte de arcángeles. Pero una cosa es que haya intereses y otra cosa es que se convierta en una Corte que tiene como único interés elegir un Fiscal para fregar a los funcionarios del anterior gobierno. Ese no puede ser el criterio. Se necesita un Fiscal que decida solo con base en pruebas y en los argumentos del proceso".

Con una Corte bloqueada y un Presidente que ya destapó sus cartas, los ojos del país se fijan en los candidatos de la terna.

Los tres tienen excelentes hojas de vida. Jorge Aníbal Gómez es tal vez uno de los pocos colombianos que ha desempeñado los más altos cargos de la rama judicial, ha sido presidente de la Corte Suprema, presidente de la Comisión de la Verdad del Palacio de Justicia y se enfrentó a los congresistas que durante el proceso 8.000 quisieron poner a la Corte de rodillas. Margarita Cabello es hoy procuradora auxiliar, pero tiene más de 20 años en la rama judicial y ha sido elegida varias veces como la mejor jueza y magistrada de su especialidad en Barranquilla. Y Marco Antonio Velilla, hoy consejero de Estado, es respetado en el Palacio de Justicia.

Pero más allá de sus calidades para ocupar el cargo, en este caso el argumento es que a veces a los funcionarios les corresponde ayudar al Ejecutivo y evitar que se bloquee el país. ¿Por qué si su renuncia facilita la salida no dan un paso al lado, y desbloquean la crisis institucional?

A primera vista parece simple, pero la realidad es mucho más compleja. Ya todos han dicho, en público o en privado, que no van a renunciar. SEMANA habló con dos de los tres -Margarita Cabello nunca ha querido pronunciarse al respecto- y así lo ratificaron. Ellos, que conocen al dedillo el mundo de las altas cortes, consideran que este es un momento de bloqueo que más temprano que tarde se resolverá y por eso esperan con paciencia.

"En el Consejo de Estado nos demoramos un año escogiendo un magistrado. Y después, en hora y media, se escogieron cuatro. Uno entiende ciertos momentos institucionales. Eso apenas es natural en estas corporaciones

explica Marco Antonio Velilla?. La terna nunca ha sido el problema. Solo quienes estamos en corporaciones como estas entendemos cómo funcionan". Y Jorge Aníbal Gómez, agrega: "¿Por qué los miembros de la terna tienen que renunciar si la Corte no alcanza una mayoría

¿Tiene entonces también que renunciar el presidente encargado Jaime Arrubla porque lleva muchas rondas sin lograr los votos que necesita? ¿Y todos los candidatos a ser magistrados de la sala laboral que llevan un año esperando a que los elijan?".

De esta reflexión se desprende un tema aún más complicado. Según Velilla, si llegan a renunciar se podría generar un "gravísimo precedente" pues se le daría vía libre al veto. "Cada vez que llegue una terna, si a una minoría de la Corte no la complace decidirán ahora bloquearla", opina.

A pesar de todos los argumentos, donde el fantasma del ex presidente Álvaro Uribe ronda con más fuerza es detrás del proceso de elección de Fiscal General. No es para menos. La Fiscalía tiene en sus manos verdaderas papas calientes con las que puede cambiarles la vida a figuras claves del uribismo. En el proceso de la yidispolítica, por ejemplo, todavía está pendiente por resolver el caso del ex ministro Diego Palacio y otros altos funcionarios; en el de Agro Ingreso Seguro, el ex ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias ya rindió extensos interrogatorios, y en el de las 'chuzadas' ilegales del DAS, que muchos han comparado con el Watergate, sus alcances aún no están claros. No es extraño, por citar otro ejemplo, que el afán por elegir Fiscal se haya notado más justo ahora cuando el futuro del ex ministro Sabas Pretelt pende de una apelación que interpuso ante la Corte.

Al fin y al cabo, como dijeron dos magistrados a SEMANA, en lo único que está de acuerdo toda la Corte Suprema es en que Fiscal sí ha habido, "Guillermo Mendoza ha cumplido la tarea con lujo de detalles. En eso coincidimos todos", dicen.