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HIDROCARBUROS

¿Por qué sube el petróleo??

La escalada de los precios del crudo es estructural: el negocio cambió y los que determinan hoy la cotización a lo mejor nunca han visto una gota de petróleo.<br><br>

31 de mayo de 2008

¿Por qué no

, se preguntó el ministro de Petróleos de Libia, Shokri Ghanem, recientemente, al interrogársele si el mundo podría esperar un barril de petróleo a 200 dólares. Casi nadie se atreve a contradecir al dirigente libio, mientras los consumidores siguen con los nervios de punta. Los especuladores han sido señalados como responsables de esta tendencia. Y es verdad que muchos están haciendo su cuarto de hora; sin embargo, ésta no es la única causa. Durante el último año el precio se ha duplicado y la tendencia parece ser sostenida. El mercado ha cambiado de manera estructural.

Así lo reconoce el propio Luis Giusti, ex presidente de la compañía petrolera Pdvsa de Venezuela y quien cree que para el largo plazo nadie espera un barril de petróleo por debajo de 80 dólares.

¿Cuál es la nueva realidad? La oferta y la demanda están "aparentemente" en equilibrio. Hay una cobertura de inventarios petroleros de 70 días, es decir más de 5.300 millones de barriles. El mundo consume a diario cerca de 84 millones de barriles.

Pero la demanda se está recomponiendo. En Estados Unidos, el consumo de combustibles viene cayendo, por la eventualidad de una recaída económica y obviamente por el mismo aumento de precio. En Oriente, la tendencia es distinta. Sólo un ejemplo: durante los últimos cinco años la demanda interna de crudo de Arabia Saudita, el mayor exportador petrolero, ha crecido casi en una cuarta parte. Según la dirección de Información Energética de Estados Unidos, los 15 principales países exportadores de crudo redujeron el año pasado su oferta en casi un millón de barriles por día, presionados por el aumento en el consumo interno.

Así que un eventual choque de oferta se puede estar cocinando. Según The Economist, muchas de las más promisorias áreas de exploración en todo el planeta no están abiertas a la inversión privada y no se están desarrollando, en buena medida, porque los costos para adelantar proyectos petroleros también están disparados. Así que sobre el panorama futuro existen demasiadas dudas.

Y 'futuro' es la otra palabra clave para entender lo que pasa con los precios, porque hoy el negocio del crudo es uno de los más sofisticados, por su altísimo componente financiero. La mayor parte de los negocios de petróleo de hoy se hace, justamente, a 'futuro'. Este es un mecanismo ideado para que los inversionistas se cubran de oscilaciones en otros mercados.¿Cómo funcionan estos títulos? Simplemente se pacta hoy un contrato de suministro de petróleo para dentro de uno o dos meses, a un precio determinado. Y cuando llegue la fecha se cumple el contrato. Así que en buena medida, el precio petrolero está 'contaminado' no sólo por su valor específico de uso para encender motores e industrias, sino como un activo financiero.

Por eso, el usuario común sigue viendo cómo los precios de sus combustibles siguen aumentando. En Estados Unidos todos están locos con una gasolina de cuatro dólares el galón, mientras en Colombia, el gobierno tuvo que alargar un par de años más su plan de subsidios a los combustibles, para evitar una disparada mayor. Pero el problema es más grande. El petróleo no sólo golpea a las economías por la vía del transporte; otros sectores se ven afectados, por la cantidad de derivados petroleros: un ejemplo sencillo, el de los empaques de los alimentos.

Uno de los antídotos sería un aumento en la producción de los países afiliados a la Opep, lo cual se podría concretar en las próximas semanas. Sin embargo, el asunto estructural sigue: hoy muy pocos prevén aguas tranquilas en el largo plazo, a lo mejor van a tener que acostumbrarse a los precios altos. Por eso, nadie se atrevió a tildar de loco al ministro libio; tal vez algo exagerado, pero loco, definitivamente no. n