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| Foto: Juan Carlos Sierra

EN CONTEXTO

Pretelt y los paramilitares

Tan grave es la acusación de supuestos vínculos del magistrado con los Castaño como la indiferencia ante el tema.

Armando Neira (*)
27 de abril de 2015

Cuanto explotó el escándalo de magistrado de la Corte Constitucional Jorge Pretelt Chaljub varios conocedores del medio judicial pronosticaron que si este no renunciaba en pocos días, no iba a pasar nada y que incluso él terminaría dándole la vuelta al asunto. Por lo visto, este lunes parecería que los escépticos tienen razón y que así será. La FM de RCN reveló una declaración que rindió ante Justicia y Paz el exjefe paramilitar Iván Roberto Duque, alias ‘Ernesto Báez’, según la cual el magistrado tenía una “estrecha relación” con el temible Vicente Castaño Gil, quien habría sido fundamental para vincularlo a una lista de candidatos al Congreso de la República y a la terna al cargo de fiscal general.

“El magistrado Jorge Pretelt visitaba los campamentos de los paramilitares, tenía nexos directos con los miembros de las autodefensas, con la casa Castaño, en concreto con Vicente Castaño, con quien asegura que lo vio reunirse en varias oportunidades”.

El otrora poderoso exjefe político del bloque Central Bolívar aseguró también que “Jorge Pretelt iba a ser el segundo renglón en el Congreso de Eleonora Pineda, quien terminó siendo condenada dentro del expediente de la parapolítica”. En cualquier otra circunstancia, una versión de estas habría provocado un terremoto devastador en la Corte Constitucional, en particular; y en la opinión pública, en general. Pero no. Como un hecho de rutina más, él atendió esta mañana a la prensa y siguió con su misma línea de acción: la mejor defensa es el ataque: “El fiscal (Eduardo) Montealegre buscó a Báez para que declarara en mi contra”, dijo en La W Radio.

“Nunca, jamás. Jamás, jamás, jamás. Nunca me lo encontré, nunca hable con él, nunca hablé ni con Vicente, ni con Carlos Castaño”, juró. ¿Entonces? Por el contrario, dijo saber supuestamente que Báez, junto con el capo Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, y Vicente Castaño fueron quienes llevaron una estrategia para evitar que él fuera elegido fiscal general cuando fue ternado por Álvaro Uribe Vélez. Esto es de victimario pasó por arte de la palabra en víctima y recordó: “Yo no fui ternado por (el paramilitar) Vicente Castaño para ser fiscal. Yo fui ternado por (el presidente) Álvaro Uribe”.

Pero, aclara Pretelt, los paramilitares sí habrían incidido en la elección de un fiscal. ¿En cuál? En la de Mario Iguarán, quien estuvo en la terna junto con él. Pretelt dijo que la Fiscalía tiene que abrir una investigación en este sentido y que “Báez y el señor ‘Macaco’ tienen que decir cómo fueron las reuniones y cómo fue la elección del fiscal. Tengo muchas pruebas pero necesito ver ese expediente para yo poder acercarme a la Fiscalía porque no tengo garantías”.

“Báez sí sabe junto con ‘Macaco’ cómo fue que destruyeron mi elección. Estoy esperando a que hable (…) Estaban unidos para no dejarme llegar”, dijo para luego dirigir sus dardos contra Montealegre.

Según la versión de Pretelt de este lunes, el actual fiscal general de la Nación buscó a varios paramilitares, a fin de encontrar alguno que hablara en su contra, ya que la investigación que se adelanta por supuesta adquisición de tierras en Córdoba “se está agotando”. Así, el magistrado afila su carga contra uno de sus investigadores.

Cuando explotó el llamado ‘Preteltgate’ esta revista lo definió como una “vergüenza”. Esa es la palabra que podría definir el lamentable episodio que tiene como protagonista principal al expresidente de la Corte Constitucional. Desde cuando estalló el escándalo, el pasado 2 de marzo, por los presuntos pagos a ese magistrado para supuestamente favorecer una tutela, varios ministros, toda la rama judicial y la opinión pública le han solicitado en todas las formas posibles que, en un acto de dignidad, el polémico magistrado renuncie para no continuar lesionando la ya de por sí débil credibilidad de la Justicia.

Sus compañeros de tribunal fueron tajantes en los albores de esta lamentable situación. Él entonces reaccionó y amenazó con denunciar a cada uno de los integrantes de la corporación en un claro “si me hundo yo, nos hundimos todos”. La presión entonces allí bajó, al punto de que las sesiones han continuado casi de manera normal. Quien en cambio continuó con el dedo acusador fue el fiscal Montealegre. Ahora Pretelt reacciona contra él y anuncia que continuará en su ofensiva verbal: “Ya le dije al fiscal en todos los modos. Allí me haré inmolar. Lo único que le falta es matarme y no voy a renunciar. Es una persecución al estilo de la Gestapo de Alemania”. ¿Quién ganará el pulso? ¿Qué lectura se puede hacer de la justicia de un país cuando un expresidente de la Corte Constitucional habla así del fiscal general?

Mientras muchos se hacen estas preguntas, lo cierto es que en el ambiente queda gravitando una sensación de que no va a pasar nada. De hecho, tan grave es la acusación de supuestos vínculos del magistrado con los sangrientos hermanos Castaño como la indiferencia ante el tema. En el momento de publicar este artículo, en ninguna de las páginas de información de Colombia –incluida Semana.com– semejante cruce de acusaciones siquiera estaba entre las tres principales del día.

*Director de Semana.com
Twitter: @armandoneira