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El anuncio ocupó las primeras portadas de la prensa internacional. | Foto: Fotomontaje SEMANA

PROCESO DE PAZ

¿Colombia será el modelo internacional de procesos de paz?

Después de cuatro años de negociación entre el Gobierno y las FARC, parte de la prensa internacional delinea las lecciones que dejó el país para resolver otros conflictos.

29 de agosto de 2016

Colombia asumió otro rol. Después de que por cuatro años los negociadores del Gobierno y las FARC se inspirarán en procesos de paz como el de Irlanda, El Salvador y El Congo, entre otros, para encontrar un acuerdo de paz a su medida, el país ahora delinea el camino de podrán seguir otros conflictos.

Al menos, con esa mirada lo registró la prensa internacional, que se debate entre el amor y el odio que proyecta el acuerdo que suscribieron el Gobierno y las FARC el pasado miércoles en La Habana.

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El anuncio ocupó las primeras portadas. The Economist, La Repubblica, Bloomberg, The New York Times, The Guardian, BBC, le Monde, El Nuevo Herald y El País resaltaron el feliz término de la negociación que pone fin a 52 años de intensos enfrentamientos.

Uno de los primeros en referirse no sólo al momento histórico al que llegó la guerrilla más vieja del continente, sino al caminó que abonó junto al Estado para resolver otros conflictos, fue el diario británico The Guardian.

"Es mucho más fácil comenzar una guerra que detenerla", con esa frase comienza el artículo de Sibylla Brodzinsky, una experimentada periodista.

A su juicio, los colombianos construyeron un camino que le deja lecciones a Siria y otras naciones en conflicto. Una ellas, tiene que ver con los tiempos, los actores y el lugar que cada uno asume en el ajedrez de la paz.

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En ese sentido, recuerda el espacio en la historia que ocuparon las negociaciones con el M-19, el Quintín Lame, el EPL y las AUC, y les dice a los artífices de los acercamientos de paz en Siria que es necesaria una "reducción" de la complejidad del conflicto. Paso a paso.

"En largas guerras como la de Colombia, se da un cambio generacional para encontrar líderes genuinamente comprometidos con la búsqueda de una solución negociada al conflicto", advierte la periodista.

Igual como lo resalta The Christian Science Monitor, fue importante para la negociación que ambas partes entendieran que no había ni ganadores ni perdedores, pero si un amplio mundo de víctimas que crecía proporcionalmente al nivel de las confrontaciones.

"Colombia ha contribuido al campo de la construcción de la paz", le dijo al portal Kristian Herbolzheimer, un experto en resolución de conflictos de Conciliation Resources, una consultora de paz del Reino Unido.

De la nueva fórmula que suscribieron los negociadores colombianos, sobresale el papel que jugaron las víctimas en la construcción del acuerdo. Por primera vez, en una negociación su voz fue tenida en cuenta. "No creo que haya habido negociaciones donde las víctimas estén cara a cara con los perpetradores", dice agrega Herbolzheimer.

Otra de las innovaciones que resalta la prensa internacional, tiene que ver con "la integración de los derechos de género en los procesos de consolidación de la paz". Pese a las críticas que han recibido el equipo negociador por no haber fortalecido la presencia de las mujeres, el trabajo de la Subcomisión es de resaltar. 

"Cada aspecto del acuerdo también tuvo un enfoque en las mujeres y los LGBTI", advierte el periódico internacional.

Pero no todo ha sido visto con buenos ojos. Como ha ocurrido en otras oportunidades, The Wall Street Journal lanzó en su más reciente editorial duros dardos al proceso de paz.

Para el diario estadounidense, aunque se trata de una negociación entre dos actores históricamente enfrentados no se justifican los "beneficios" que recibirán los miembros de la guerrilla una vez abandonen las armas.

Esto, en relación a las 5 curules en el Senado y las 5 en la Cámara que acordaron en el más reciente anuncio. El diario tampoco concibe que no haya cárcel sin barrotes para algunos de los miembros de las FARC.

"Después de cinco décadas de guerra, es difícil echarles la culpa a los colombianos por esperar que este acuerdo les dé la mejor oportunidad de lograr una paz duradera", puntualiza el rotativo.

Aunque la visión internacional se debate entre el optimismo y el escepticismo, sus posturas coinciden en los titánicos esfuerzos que tendrá que hacer el Estado y los colombianos para que el aterrizaje de los acuerdos sea una realidad.