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John Kerry reunido con los delegados de las FARC. | Foto: Archivo particular

ANÁLISIS

¡Qué buena noticia!

Las reuniones del secretario John Kerry son un espaldarazo para el proceso de paz en un momento crítico.

Jairo Gómez*
22 de marzo de 2016

El sistema inmunológico del proceso de paz entre el Gobierno y Las FARC se activó. Los responsables de aplicarle esa dosis de inmunidad fueron los presidentes Obama y Raúl Castro.

Los dos mandatarios, en rueda de prensa, revelaron que la paz de Colombia fue tema de conversación en su encuentro bilateral y coincidieron en que este es un paso clave para el futuro de la región.

Y esto es lo que deben entender los opositores al proceso de paz que a toda costa quieren infectarlo. Por un lado, que no pueden estar equivocados tantos líderes universales, incluido el papa Francisco, cuando han hecho explícito su respaldo a los diálogos que buscan sacar a Colombia y su gente de la guerra.

Y por el otro, que, sin proponérselo, los presidentes Obama y Castro abordaron en su agenda bilateral la erradicación de un virus distinto al también comentado virus del Zika: el virus de la oposición revanchista y guerrerista, empecinada en entorpecer los diálogos y dilapidar la tan necesaria Paz. La mención de la Paz en Colombia como elemento central en la agenda bilateral estadounidense y cubana es un respaldo sin ambigüedades al fin de la guerra y blinda al proceso contra cualquier enfermedad infecciosa, virulenta, que pretenda descarrilarlo. La oposición guerrerista y revanchista se queda, día a día, sin argumentos.

Pero además, esa inmunidad creciente del proceso contra agentes tóxicos prestos a descarrilar lo andado fue fortalecida por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, tras reunirse con las partes negociadoras.

El Secretario Kerry se citó por separado con las delegaciones de paz en La Habana. Que lo haga con el equipo del Gobierno no es extraño: finalmente Colombia es un país aliado y le está echando una mano a la paz. Lo que sí es muy distinto de lo normal, habitual o conocido, es que el canciller de la Casa Blanca se reúna con los guerrilleros de las FARC.

Según el Gobierno, esta organización guerrillera aún es ilegal, argumento que le ha servido de acicate para neutralizar cualquier presencia de otros actores que quieran compartir sus experiencias de paz con la delegación de las FARC en Cuba. ¡Pero con los Estados Unidos sí se pueden hacer excepciones! ¿Qué estará pensando el procurador? ¿Será que va investigar al secretario Kerry por violación al código disciplinario?  

El mensaje de la Casa Blanca, en cualquier caso, es inequívoco: “Estados Unidos apoya firmemente el proceso de paz (…) apoya la aplicación de un acuerdo final para poner fin al conflicto de más larga duración en el hemisferio occidental”. La inmunidad vuelve y juega.

Ahí está la clave, pues la dosis de inmunidad que le llegó al proceso inoculó en las FARC el compromiso de que la paz va o va. ¡Qué buena noticia!  

*Periodista