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| Foto: Archivo SEMANA

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“Si el presidente quiere sacar al general Palomino, que lo saque”: procurador

Para el jefe del Ministerio Público, la comisión nombrada para investigar el escándalo que envuelve a la Policía podría ser sólo una excusa que justifique una decisión en contra del uniformado.

14 de diciembre de 2015

Al procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez, tampoco le gustó la comisión que conformó el presidente Juan Manuel Santos para investigar el escándalo en el que se ha visto envuelto el director Nacional de la Policía, general Rodolfo Palomino. Según él, esa decisión podría ser sólo un vehículo por medio del cual el jefe del Estado justifique el retiro del oficial de su cargo.
 
“Si el presidente quiere sacar al general Palomino, que lo saque”, dijo tajante el alto funcionario, con el tono enérgico que lo caracteriza. Dirigiéndose al mandatario, dijo que no necesita acudir a maniobras como esa, que además afectan la competencia del organismo a su cargo. Aclaró que es la Procuraduría la encargada de adelantar ese tipo de indagaciones y que no entiende cuál es el fundamento legal de semejante determinación.

La Policía, como se sabe, ha vivido una tormenta tras las revelaciones de un supuesto episodio de acoso sexual en el que se habría visto implicado el general. Esa denuncia les dio apertura a nuevos señalamientos en contra del oficial, a tal punto que muchos se preguntan hoy si Palomino merece permanecer en su silla como director de la Policía.

Supuestamente, el general y algunos de sus más cercanos colaboradores intentaron persuadir a la supuesta víctima de que se retractara. En medio de las acusaciones y las explicaciones, se conocieron nuevas denuncias en contra del director, que lo dejaron muy mal parado.

Se dijo de él que podría ser cómplice de una red de prostitución masculina que funcionaba en la Policía. También se evidenció un presunto incremento injustificado de su patrimonio que empezó a sembrar dudas sobre la forma como lo fue construyendo.

Para completar, llegaron denuncias según las cuales la directora de La FM, Vicky Dávila, y otros periodistas fueron objeto de seguimientos, al parecer, en represalia por sus averiguaciones. Al menos eso fue lo que denunciaron los medios de comunicación.

Cuando la situación se volvió insostenible, el presidente Juan Manuel Santos anunció medidas. Ordenó la conformación de una comisión investigadora de la que harían parte connotadas personalidades como los exministros Juan Carlos Esguerra y Jorge Hernán Cárdenas. El grupo lo completaron Luis Fernando Ramírez y la actual ministra para la Presidencia, María Lorena Gutiérrez.

Esa noticia generó aún más desconcierto. Sobre todo en la Procuraduría. El jefe del Estado no explicó cuál era el fundamento legal de su determinación ni cuáles serían sus competencias. Por eso, el Ministerio Público exigió explicaciones. Lo hizo el viernes pasado, a través de la Delegada para la Función Pública, Fanny González.

Alejandro Ordóñez no sólo respaldó a su subalterna. También reclamó respeto a las competencias del organismo a su cargo. Para él, lo que pretende esta comisión es adelantar una actuación que debería adelantar exclusivamente la Procuraduría.

Además, cree que lo que busca el presidente es justificarse ante la eventualidad de tener que marginar de su cargo al director de la Policía. Si es eso lo que persigue el jefe del Gobierno, dice Ordóñez, no necesita adelantar tareas propias de las funciones que constitucional y legalmente le han sido asignadas al Ministerio Público.

Adicionalmente, aclaró que esas investigaciones ya se están llevando a cabo. Explicó que si hay lugar de establecer sanciones contra Palomino y otros integrantes de la Policía, lo hará. “Que no interfiera a la institucionalidad”, le reclamó al presidente Santos.

Para Ordóñez, no es descabellado pensar que este anuncio haga parte de los compromisos que ha asumido el Gobierno con las FARC. Según él, no se puede descartar que entre los cambios que se planea promover en el funcionamiento de la fuerza pública esté de por medio el caso Palomino.