Procuraduría decreta pruebas dentro del escándalo sexual en la Policía

Hace poco menos de una semana, la Procuraduría abrió investigación formal contra el hoy exdirector de la Policía general Rodolfo Palomino, como presunto responsable de conductas disciplinarias derivadas de enriquecimiento ilícito, seguimiento a periodistas y por estar vinculado a una red de prostitución sexual masculina.

Palomino no aguantó la apertura de investigación y, quizá previendo una suspensión temporal, renunció al cargo. Ese episodio desató una verdadera tormenta porque en el auto de investigación también se mencionó al viceministro del Interior, Carlos Ferro, que también renunció a su cargo.

Con el escándalo también se dio a conocer otro episodio. Según se supo por medios de comunicación, el entonces director de la Policía, Óscar Naranjo, informó al senador Hernán Andrade -cuando fungía como presidente del Congreso- que un uniformado se había quejado porque un congresista lo estaba acosando.

Andrade no negó el asunto y dijo que en su momento no había denunciado el asunto por “falta de información”. Por esta razón la Procuraduría llamará a él y a Naranjo, en calidad de testigos y bajo la gravedad de juramento, para que entreguen sus versiones de los hechos.

Para el Ministerio Público, es fundamental establecer por qué Andrade no hizo seguimiento de los hechos, como correspondía.

Con esto, el Ministerio Público buscará establecer si, como se ha denunciado hasta ahora, algunos congresistas están vinculados a esa presunta red de prostitución en la Policía. La Procuraduría decretó, así mismo, otras pruebas. Entre ellas, la declaración de cinco capitanes de la Policía para que rindan su testimonio en lo que tiene que ver con la presunta red. Todo esto se da dentro de la investigación al general Rodolfo Palomino.