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BOGOTÁ

"Progresistas se transformará en un movimiento nacional": Gustavo Petro

Con cerca de la tercera parte de los votos favorables en la elección del Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, quien se autodenominó como un hijo del proceso de paz de 1989 y de la Constitución del 91, se hizo con el denominado ‘segundo cargo más importante del país’.

30 de octubre de 2011

En medio de un abarrotado escenario lleno de seguidores en el centro de Bogotá, el candidato del movimiento Progresistas Gustavo Petro se proclamó como el alcalde electo de Bogotá luego de que su victoria fuera reconocida por sus principales contendores: Enrique Peñalosa y Gina Parody.
 
En su discurso el nuevo burgomaestre de la capital de la República señaló que su victoria y la de sus candidatos al concejo de la ciudad representan que su movimiento Progresistas es “la primera fuerza política de Bogotá”.
 
Agregó que, a futuro su objetivo no solo será la ciudad sino habrá proyección a todo el país. “Una de las grandes consecuencias del día de hoy es que Progresistas se transforma en un movimiento nacional para construir una Colombia mucho más democrática, el movimiento de la construcción del siglo XXI”, dijo.
 
Puso de presente que su victoria “debe ser un triunfo humilde”, lo que significa que el resultado en las urnas es una muestra de que los habitantes de Bogotá acogieron a “un hijo del proceso de paz de 1989” en referencia de su desvinculación de la vía armada cuando se desmovilizó el grupo guerrillero M-19.
 
También se denominó un “hijo de la Constitución del 91” y dijo que la elección de alguien como él “representa que Bogotá no cayó en la trampa de la política de odio y de la guerra eterna, que Bogotá le dice sí a la reconciliación, sí a la paz”.
 
Petro Urrego inició su alocución agradeciendo a su familia, a sus electores y a quienes votaron por otros candidatos, de quienes dijo que pusieron su voto “buscando entre todos un mejor futuro”. De igual forma lo hizo con sus contendores, a quienes les mantuvo en presente que las justas electorales siempre son posibles “siempre y cuando se juegue limpio”.
 
“Este es un mensaje al país, la política del amor triunfa”, exclamó ante la agitada audiencia.
 
De igual forma hubo un pronunciamiento hacia el presidente Juan Manuel Santos, con quien se enfrentó en las pasadas elecciones presidenciales y de quien dijo que fue electo por una “vertiente diferente” en referencia a su origen uribista. Afirmó que tienen “cosas de qué hablar” y lo invitó también a tender ente los dos un “diálogo fructífero”.
 
“Bogotá ha demostrado que lo que más le sirve es el pluralismo, que el pluralismo y la diversidad, son la base de la democracia y esto nos obliga y es nuestra responsabilidad apoyarnos”, le expresó.
 
El listado de temas a tratar entre Santos y Petro, según el mandatario electo, pasan “por el metro que implica cofinanciación, la articulación de Bogotá a la economía mundial -que implica una infraestructura que no existe-, (y) la mitigación por la entrada en vigencia del TLC”. Se refirió también a políticas para evitar segregación social y dejó en claro algo que le es fundamental: La aplicación de la Ley de Víctimas.
 
Recordó que siendo candidato presidencial llegó a un punto de acuerdo con Santos respecto de la reparación de víctimas y la reparación de tierras, cuya ley –según afirmó- fue aprobada con su colaboración.
 
De igual forma, puso de presente que Bogotá ocupa el primer lugar en acoger las víctimas de la violencia al albergar unas 400.000 personas en esa situación, que “con ayuda del Gobierno Nacional” deben ser beneficiarias de la nueva Ley. “Ello es la base del perdón, que es la base de la reconciliación. Y la reconciliación es el verdadero nombre de la paz en Colombia”, explicó.