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| Foto: AFP

NEGOCIACIONES

Estas son las propuestas para La Habana sobre drogas ilícitas

Ya están listas las ideas que se darán a los negociadores, tras concluir la primera fase del foro.

26 de septiembre de 2013

Al cabo de tres días de deliberaciones y en medio del lento avance en las conversaciones entre el gobierno y las FARC y las recientes tensiones entre ambos, finalizó en Bogotá la primera fase del foro que recogió las propuestas sobre drogas ilícitas, que le hicieron más de 900 representantes de organizaciones de la sociedad a la mesa de negociación de La Habana.
 
Aunque las conversaciones entre las dos partes todavía están en el segundo punto de la agenda, sobre participación política, la Mesa de La Habana pidió a la Universidad Nacional y a Naciones Unidas convocar el foro del que se presume sería el próximo punto en la agenda: solución al problema de las drogas ilícitas. Ya se han realizado otros dos, sobre desarrollo rural y participación política.
 
La primera fase de este foro fue la que culminó el jueves en Bogotá. Una segunda fase tendrá lugar en San José del Guaviare, la semana próxima.
 
Los participantes hablaron de los tres subtemas que contempla este punto en la agenda de La Habana:programas de sustitución de cultivos y planes de desarrollo para las comunidades, programas de prevención del consumo, y solución del fenómeno de producción y comercialización de narcóticos.
 
Las conclusiones principales en el primer tema apuntan a que las fumigaciones aéreas deben ser interrumpidas de manera inmediata, que la erradicación manual se pacte con las comunidades, que la sustitución sea gradual y con adecuada financiación y que el Estado apoye una recuperación ambiental en las zonas de cultivo de coca. 
 
Las 308 personas que participaron en esta mesa también hablaron sobre la importancia de descriminalizar al campesino cultivador y concentrar las condenas en los actores más fuertes de la producción y no en los indígenas, afrodescendientes o el campesinado. “La persecución debe ser a los grandes beneficiarios del tráfico de drogas”, se lee en uno de los tres resúmenes presentados. 
 
En la mesa que discutió sobre los programas de atención al consumo, se hizo énfasis en la necesidad de prevenirlo desde una edad temprana y en tratar al drogodependiente desde la salud y los aspectos sociales, familiares, económicos y culturales. Además, los participantes consideraron que en la negociación de La Habana se debe pensar en la inclusión social del adicto y en las políticas públicas en torno al consumo y la prevención.
 
El último de los temas tratados es, quizás, el más álgido y polémico, no solo por la dificultad inherente a encontrar “solución” local o nacional a un problema eminentemente global como el de las drogas ilícitas, sino también por el hecho de tener que ver con la producción y comercialización de la droga.
 
Una de las propuestas centrales que salió de esa mesa apunta a que se debe distinguir entre la coca, la marihuana y la amapola que se siembran para la producción de drogas ilícitas y las que están destinadas a usos ancestrales, alternativos y tradicionales. 
 
Se indicó que podría haber una posibilidad para que los productos fabricados con la hoja de coca se comercialicen con la regulación del Estado. Incluso, algunos de los participantes apoyaron una legalización gradual de la coca. 
 
Un primer paso 

Aunque estos foros son un aporte clave para la mesa de negociaciones y un mecanismo importante de participación civil, muchas de cuyas propuestas las FARC han retomado casi literalmente en la mesa, no es el único aspecto que influye. Al fin y al cabo, son las delegaciones del gobierno y de las FARC las que discutirán el tema de las drogas ilícitas y se pondrán de acuerdo sobre sus tres subtemas, para que después todos los colombianos aprueben o nieguen lo acordado en el marco de un eventual acuerdo final.  
 
A esto se suma la pregunta de qué tan viables son las ideas resultantes del foro. Aunque algunos expertos señalan que es imposible pensar en la legalización, puesto que esto involucraría otros países distintos a Colombia, existen muchos puntos en común entre la visión internacional y la de las organizaciones que participaron en las mesas. 
 
Los expertos, al igual que las mesas del foro, opinaron que el gobierno colombiano debe avanzar en el tratamiento del consumo como problema de salud pública, desde una mirada integral. “Que las drogas sean un  problema internacional no impide que se refuerce la política existente. Por ejemplo, en tener políticas en materia de prevención y tratamiento de consumo, incrementar la sustitución de cultivos para permitir que los campesinos accedan a alternativas reales y tener políticas reforzadas contra el tráfico y la corrupción internamente", expresó Fabrizio Hochschild, coordinador residente y humanitario de la ONU en Colombia. 
 
Otro de los temas en los que hay coincidencia es que la fumigación aérea debe cambiarse por un mejor modelo para disminuir la siembra de coca, marihuana y amapola.
 
“Acabar con las fumigaciones y empezar a implementar la erradicación con comunidades no solamente es factible sino que es una necesidad porque, eventualmente, el Estado tendrá que ocupar las zonas ahora dominadas por las FARC y dar servicios básicos a la población. Si no pasa eso, no habrá paz”, aseguró Adam Isacson, analista de seguridad de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés).
 
Así mismo, los expertos y los participantes en el foro están de acuerdo con que no debe criminalizarse al consumidor y con que la fuerza del Estado debe dirigirse contra el narcotraficante.
 
“Hay que controlar los eslabones fuertes de la cadena de producción. Otra posible solución es desviar la producción de cocaína hacia los usos naturales de la coca. Es decir, hacia un mercado legal de productos de coca, legislados por el Estado, para lograr una estrategia de desarrollo atractivo”, opinó Martin Jelsma, del Transitional Institute. 
 
Estas son, entre muchas otras, algunas de las propuestas más importantes que las comunidades, las organizaciones de la sociedad y expertos nacionales y extranjeros en el tema proponen a las FARC y al gobierno discutir en torno a la economía de las drogas ilícitas en el marco de ese punto de las negociaciones de La Habana. 
 
A ellas deberán sumarse las que se hagan, entre el martes y el jueves próximo, en la segunda fase del foro, que se realizará en San José del Guaviare, una de las regiones cocaleras más tradicionales del país.