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¿QUE LES ESPERA?

SEMANA evalúa los resultados y el futuro políaco de los precandidatos liberales que participaron en esta contienda electoral.

11 de abril de 1994

HUMBERTO DE LA CALLE
DE LOS precandidatos derrotados en la consulta liberal, Humberto de la Calle es tal vez el mayor ganador. Sus más de 500 mil votos y su segundo lugar garantizan que el ex ministro caldense será uno de los principales protagonistas del abanico presidencial para 1998. De la Calle se mostró en estos meses como un hombre serio y ponderado, pero esto no sorprendió a nadie pues antes ya había dado muestras de ello. Lo que sí sorprendió es que también sabe conseguir Votos, pelear cuando toca y, como lo hizo este domingo, estrechar la mano de la reconciliación cuando es necesario. Para muchos liberales, De la Calle es el mejor candidato para la vicepresidencia. Pero él no lo será. Por un lado, Samper desea evitar que su compañero de fórmula sea un político. Por otro, De la Calle está decidido a no inhabilitarse para 1998, tal y como lo anunció el domingo, pues es consciente de que su resultado lo convierte en una carta viable para esas elecciones. Existe, no obstante, una gran pregunta alrededor de De la Calle: ¿es su fuerza realmente propia, o sólo la expresión de un sector antisamperista del liberalismo? Si es lo segundo, se trataría más de un espacio político transitorio y se podría diluir. De ahí su gran reto: mantenerse vigente durante el próximo gobierno, probablemente sin mucha burocracia y en todo caso con menos protagonismo del que ha tenido hasta la fecha.


CARLOS LEMOS SIMMONDS
EL DOMINGO pasado terminaron para Carlos Lemos Simmonds las posibilidades de llegar a la Presidencia. Eso lo reconocen sus allegados y él mismo. Las carreras políticas tienen un ciclo y la del ex canciller popayanejo puede haber terminado, al menos en cuanto a su aspiración de llegar a la Casa de Nariño. Lemos tiene algo de lo que carecían casi todos los demás precandidatos: un prestigio nacional superior a su votación. Por eso es difícil explicar que con su hoja de vida su respaldo en las urnas no fuera más alto. Tal vez la razón sea que se convirtió en el símbolo de una generación jubilada por el revolcón. Pero como son pocos los nombres de respetabilidad en este momento, son muchas las opciones que le quedan a Carlos Lemos en otros campos de la política. Su nombre está sonando con insistencia para la alcadía de Bogotá, como el candidato liberal que podría trancar el fenómeno de Antanas Mockus. Para algunos, Antonio Galán, el liberal con mayor fuerza, ha quedado rezagado inevitablemente. Lemos, con sus 200 mil votos, buena parte de ellos en Bogotá, y su imagen de hombre de autoridad y pantalones bien puestos, puede amargarle a Mockus la carrera hacia un cargo en el que se sentía casi posesionado el ex rector de la Nacional .


CARLOS LLERAS DE LA FUENTE
LE FUE mejor de lo que esperaban muchos, aun sus propios amigos. El porcentaje obtenido por Carlos Lleras de la Fuente fue muy respetable para una campaña tan breve y sin lugar a dudas mantendrá su aspiración para 1998. Pero a pesar del resultado, no es exagerado afirmar que su prestigio era mayor antes de su lanzamiento para la consulta. Hace un mes, su reputación como ex constituyente y como columnista era muy buena. Esto, combinado con el hecho de llamarse Carlos Lleras, creaba en muchos la ilusión de que el liberalismo tenía una gran carta por descubrir. Pero descubierta esa carta, el fogueo de este delfín ante los medios de comunicación dejó uno que otro desconcertado. Lleras resultó demasiado simplista, bastante arrogante y nada consciente de que los conceptos que tienen impacto en un coctel pueden sonar discordantes en calidad de planteamiento público. Sin embargo, su lengua franca y su novedad lo convirtieron en algo refrescante para un electorado cansado del mismo abanico durante un año. En cuanto a 1998, es seguro que Carlos Lleras de la Fuente va a jugarse la carta presidencial. Pero hoy es difícil prever cómo le va a ir, pues una cosa es ponerse de moda durante tres semanas y otra bien distinta sostenerse por cuatro años en un país donde a la gente le entusiasman y le aburren las cosas nuevas con la misma facilidad.


DAVID TURBAY TURBAY
EN DAVID Turbay se da cita una gran paradoja: es el representante de la nueva generación de la vieja política. Ahora, cuando muchos colombianos consideran muerto el viejo país, cuando el clientelismo está en vías de extinción y cuando andar con caciques es pecado mortal, resulto extraño encontrar a un hombre de apenas 40 años que desafía todos esos conceptos.
Turbay ha asumido estas posturas impopulares con una verticalidad que revela, por lo menos, carácter. Piensa que la campaña de desprestigio que se ha producido en todo el país contra el Congreso y los políticos tradicionales es exagerada, injusta y centralista. Por ello varios caciques y políticos de provincia, víctimas de esos ataques, están con él en forma integral. Pero David Turbay no es solamente un coordinador de manzanillos. En su hoja de vida hay también títulos por cobrar: ha sido colegial de la Universidad del Rosario y fue uno de los primeros oficialistas que adhirió a Luis Carlos Galán después de que este fracasara en 1986. Es, además, uno de los pocos líderes costeños con proyección nacional. Y tras el resultado que obtuvo el domingo se confirma que su estrategia de apoyarse en los viejos barones electorales le ha rendido algunos frutos y le ha permitido atrincherarse en un nicho político propio, desde el cual se ha convertido en una fuerza que, aunque pequeña, tendrá que ser tenida en cuenta en el futuro.


RODOLFO GONZALES GARCIA
PARA HABER tenido tanto poder como el que acumuló durante los años en que estuvo al frente de la Contraloría General de la República (1982 a 1990), el saldo de Rodolfo González no puede considerarse satisfactorio. González es un hombre más. inteligente y más preparado de lo que muchos creen. Pero para los colombianos el ex contralor se convirtió en el símbolo de la asociación del poder burocrático y el poder político. De esta imagen negativa él nunca pudo escaparse, aunque su predominio local en Santander se ha mantenido sólido como una roca. Y un jefe local siempre aspira a ser un jefe nacional, y esto no lo logró.
Una de las razones de su resultado es que González nunca despegó en las encuestas, lo cual implicó que los medios, que tienden a ignorar a quienes prácticamente no figuran en los sondeos, no le dieran más despliegue. A esto se sumó su personalidad algo distante, que está lejos de coquetearle a la prensa, cuyo cubrimiento es absolutarnente clave en la actualidad para cualquier batalla política.


ENRIQUE PAREJO GONZALEZ
PESE A que Enrique Parejo no presentó su nombre en el tarjetón de la consulta popular, es imposible excluirlo de un análisis de la situación del liberalismo después de la jornada del domingo. Y la primera conclusión es que se trata de otro gran perdedor.
Definitivamente, y sin que nadie sepa muy bien por qué, en Colombia las posturas radicales -para un lado o para el otro- son objeto de rechazo . Parejo siempre fue radical, y lo fue de manera digna. Lo fue en posturas moralistas en un país hastiado de la corrupción. Lo fue también como el principal opositor que tuvo César Gaviria, siendo en ello más duro que cualquier precandidato conservador o de izquierda. Pero su mayor defecto es que ha sido un poco monotemático. Aun así, en muchos de sus planteamientos tuvo toda la razón. Sin embargo, los colombianos parecen menos dispuestos a valorar a quienes demuestran tener la razón, que a quienes son capaces de manejar situaciones llenas de matices y conciliar entre diferentes posturas.
Técnicamente, el ex ministro Parejo no ha terminado su carrera por la Presidencia, pues irá a la primera vuelta electoral el 8 de mayo, contra Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Antonio Navarro y Miguel Maza Márquez. En ese certamen, y con el grado de polarización entre Samper y Pastrana, nadie le augura un número de votos que le alcancen para sobrevivir hasta 1998. Con todo, hay algo que nadie deberá nunca olvidar, por más que él fracase en su aspiración presidencial: Enrique Parejo ha sido uno de los héroes en la lucha contra el narcotráfico.