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INVESTIGACIÓN

¿Qué medidas debe incluir una política antidrogas?

Esa es una de las preguntas que un equipo de investigadores de la Universidad de Los Andes trató de responder en el libro 'Drogas ilícitas en Colombia', una radiografía a un negocio ilícito que mueve cerca de 13 billones de pesos anuales en el país.

16 de abril de 2010

El libro es el segundo de la serie 'Libros Blancos', un proyecto institucional de la Universidad de Los Andes para contribuir al debate de políticas públicas en temas prioritarios para el país. 
 
Reúne investigaciones de 20 expertos que abordan la problemática de las drogas desde los puntos de vista institucional, político y legal (conozca algunos de los investigadores).

Uno de sus editores del libro y coordinador del proyecto es Daniel Mejía, profesor de economía de la Universidad de Los Andes, quién habló con Semana.com sobre las temáticas que aborda el libro y que permiten hacer una radiografía actual de la dimensión del problema de la droga en Colombia.

SEMANA: ¿Qué preguntas va a responder el libro  y qué soluciones puede dar al problema del mercado de la droga en nuestro país?

DM: Estas investigaciones abarcan diversas dimensiones del problema de las drogas ilícitas en Colombia, como la dimensión de la producción y consumo, la efectividad y costos de las políticas de reducción de oferta, los programas de prevención y tratamiento para reducir el consumo, los temas de relaciones internacionales y la política antidrogas, el lavado de activos y las actividades y redes criminales asociadas a este negocio ilegal. Una de las características importantes de este libro es que busca hacer una serie de recomendaciones muy concretas en materia de política antidrogas para hacerlas más efectivas, balanceadas y sostenibles en el mediano y largo plazo.

SEMANA: ¿Cuál es el panorama actual del tráfico de drogas en el mundo?

DM: Los mercados de droga son por definición bastante dinámicos. Colombia sigue siendo el mayor productor de cocaína y Afganistán el mayor productor de heroína. Por el lado del consumo, EE.UU. y varios países europeos, como España y Reino Unido, ocupan los primeros lugares en términos de las tasas de prevalencia de consumo de drogas.

SEMANA: ¿Cuánto dinero mueve el negocio de la droga en el mundo y qué porcentaje de la economía de Colombia estiman que se nutre con este negocio?

DM: Es muy difícil y arriesgado salir con un estimativo preciso para el mundo. Para Colombia nuestros estimativos indican que el tamaño del narcotráfico a 2008 fue de aproximadamente $13.6 billones de pesos, aproximadamente 2.3 por ciento del PIB. Esta cifra es menor que la estimada por autores como Ricardo Rocha o Roberto Steiner en el pasado, que hablaban de un tamaño del narcotráfico en la economía colombiana cercano al 4-5% del PIB durante los años noventa.

SEMANA: Las políticas de lucha contra la droga y erradicación manual de cultivos ilícitos, ¿han sido efectivos? ¿cuál es la radiografía de este problema en Colombia?

DM: Los resultados de las políticas antidroga implementadas bajo el Plan Colombia son mixtos. En particular, a pesar de que el número de hectáreas cultivadas se redujo a la mitad entre 2000 y 2007, la producción potencial de cocaína se mantuvo relativamente estable, y sólo a 2008 se observa una caída significativa de producción potencial de cocaína en las cifras oficiales que reporta Naciones Unidas. No hay que olvidar, sin embargo, que el otro gran objetivo del Plan Colombia era mejorar las condiciones de seguridad interna, y en esta materia los resultados son innegables.

SEMANA: ¿Internacionalmente ya se habla de corresponsabilidad y medidas multilaterales para controlar el impacto del negocio de la droga, o sigue siendo un problema de países productores vs. países consumidores?

DM: A mi juicio este sigue siendo un problema de países productores vs. consumidores.
SEMANA: Las medidas del gobierno de penalización de la dosis mínima y tratamiento médico ¿sirven para frenar el consumo y corregir las conductas de los consumidores o es una medida inútil?

DM: No existe evidencia contundente de que el cambio en 1994 de despenalización del consumo haya tenido un efecto causal significativo en el aumento del consumo de drogas.

SEMANA: Muchas personas que están a favor de la legalización de la droga piensan que es tan simple como legalizarla y que deje de ser rentable para las mafias, como lo fue con la legalización del licor en Estados Unidos. ¿Cuál es la complejidad social y qué nuevos elementos aparecerían en caso de que esta medida decidiera aplicarse?

DM: El tema de la legalización hay que tratarlo con cuidado. A mi juicio este es una alternativa políticamente inviable en este momento. Además, la literatura académica no tiene una respuesta contundente que indique qué pasaría con el consumo luego de la legalización. Con esto quiero llamar la atención sobre la necesidad de tener mucha más información y evidencia para la toma de decisiones en materia de política de drogas.

SEMANA: ¿Han valorado la complejidad del incremento del consumo interno?

DM: Sí, los indicadores agregados indican que el consumo de drogas en Colombia se duplicó en los últimos 15 años. Sin embargo, las tasas de prevalencia son bajos y menores que los que se observan en otros países como Chile y Argentina. Falta mucha investigación (y datos para hacerla) sobre consumo de drogas en Colombia. Es un tema que puede volverse importante de la noche a la mañana y es importante tener conocimiento sobre cómo tratar eficientemente el consumo de drogas antes de que las tasas de prevalencia suban a niveles importantes en Colombia.

SEMANA:¿El mercado de la droga es el responsable directo de la violencia de Colombia?

DM: Las Farc y las bandas emergentes hoy dependen en un alto porcentaje de la financiación preveniente de las actividades de producción y tráfico de cocaína. Definitivamente, los recursos provenientes del narcotráfico proveen el combustible para gran parte de la violencia, no sólo en las ciudades de Colombia sino también en zonas rurales.