Home

Nación

Artículo

Las largas filas y las congestiones fueron la constante en la temporada de vacaciones de fin y comienzo de año en el aeropuerto Eldorado. Alrededor de 35.000 pasajeros se movilizaron diariamente, un incremento del 13 por ciento frente a la temporada anterior. Opaín espera que la situación mejore a partir del segundo semestre de 2012 cuando entre en operación la nueva terminal internacional.

ELDORADO

¡Qué pesadilla!

La temporada de vacaciones fue un viacrucis para miles de viajeros por la congestión en el aeropuerto Eldorado de Bogotá. La situación podría empeorar, pues los controladores aéreos anuncian posible restricción en las operaciones. ¿Hasta cuándo?

14 de enero de 2012

Cuando las aerolíneas y los administradores del aeropuerto Eldorado de Bogotá les pidieron paciencia a los viajeros en la temporada de vacaciones, muchos no se imaginaron qué tanto debían aguantar.

Además de los trabajos de remodelación y ampliación del terminal aéreo, que han ocasionado traumatismos, en el fin y comienzo de año se unieron una serie de factores que demoraron miles de operaciones: los cambios de clima, el aumento en el número de vuelos, la sobrecarga en el trabajo de empleados, la congestión en el aterrizaje el número insuficiente de maleteros.

Las mayores demoras se presentaron en la entrega de equipajes porque las bandas transportadoras resultaron insuficientes. Ni los maleteros ni los carritos daban abasto para movilizar los voluminosos equipajes en una terminal que es cada vez más pequeña para atender a tantos viajeros. Cada día de la temporada alta se movilizaron alrededor de 35.000 personas, 13 por ciento más que en igual periodo del año pasado.

Por la congestión en la pista, muchos vuelos se demoraban en aterrizar esperando su turno. Así que las caras largas y de cansancio se volvieron, como en otros años, la constante.

Sin embargo, Juan Alberto Pulido, gerente de Opaín, afirmó que, en términos generales, no se presentaron contratiempos mayores a los que estaban previstos teniendo en cuenta el aumento en el número de viajeros. "Tuvimos la temporada más fluida y más exitosa que haya recordado Eldorado". Según el directivo, se terminaron las obras de emigración e inmigración, se pusieron en marcha tres nuevas salas de espera y, además, hubo un batallón adicional de funcionarios para atender a los viajeros.

Para Pulido, es lógico que ante tantos vuelos y congestión no todos estén satisfechos, aunque recordó que, según las encuestas realizadas por Yanhaas y la Cámara de Comercio, el nivel de percepción de satisfacción de los usuarios mejoró.

Lo peor es que la situación podría complicarse en el principal terminal aéreo del país. La Asociación Colombiana de Controladores de Tránsito Aéreo advirtió que, si no se da una pronta solución a sus peticiones, aplicará en los próximos días la operación reglamento. Esto significa mayor demora en el despegue y aterrizaje de vuelos, porque habría restricción en la atención de operaciones ante la falta de personal. Las peticiones del gremio no son de poca monta: reclaman aumentar en 300 el número de controladotes, un incremento salarial del 20 por ciento y mayor tiempo de descanso.

Carlos Alberto Bermúdez, presidente de la Asociación, señala que, aunque el número de viajeros se ha duplicado en menos de diez años, la incorporación de nuevos controladores ha sido mínima: solo de 49 en los últimos cuatro años. Hoy el total de trabajadores en esta área es de 568, de los cuales 147 están en Bogotá. Trabajan todos los días seis horas diarias, debido al nivel de estrés que manejan, y muchos tienen que doblarse de turno por la escasez de personal. "Mientras en el mundo un controlador maneja en promedio en hora pico entre ocho y 12 aeronaves, en Colombia maneja, en ese mismo tiempo, entre 24 y 32 aviones, lo que supone un alto riesgo para la operación", dice Bermúdez. El ministro de Trabajo, Rafael Pardo, instaló una mesa de concertación para tratar de llegar a un acuerdo entre la Aerocivil y el gremio en los próximos diez días hábiles.

Lo cierto es que, aunque a partir del segundo semestre de este año entrará en operación el nuevo terminal internacional -un edificio de 86.0000 metros cuadrados con 36 mostradores de chequeo, más del doble de los actuales-, el flujo de viajeros seguirá aumentando a un ritmo que nadie se imaginaba. Hoy llega a 20,4 millones pero, con la entrada en vigencia del TLC con Estados Unidos , el terminal pronto volverá a quedar pequeño. Así que todos tendrán que seguir pidiendo más paciencia.