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Santiago Castro, director de la Aerocivil, David Luna, viceministro de Relaciones Laborales, y Carlos Arturo Bermúdez, presidente de la Asociación de Controladores Aéreos. | Foto: Cortesía. Ministerio de Trabajo.

AVIACIÓN

¿Qué viene luego del acuerdo entre Gobierno y controladores?

Pasar de las peticiones a los compromisos representa nuevos desafíos para el sector aeroportuario. Tras el fin de las negociaciones, se mantienen vigentes algunos ajustes a mediano y a largo plazo.

María del Pilar Camargo, periodista de Semana.com
20 de febrero de 2012

El caos aéreo que padecieron los colombianos en las últimas semanas terminó este domingo cuando se anunció el acuerdo “definitivo” del Gobierno y los controladores aéreos. No obstante, la conciliación representa más compromiso e inversión ante los nuevos retos.

Muchos creen que el acuerdo que contempla las mejoras salariales y la ampliación de la planta de controladores sólo es la primera fase de un camino largo hacia la total satisfacción de las partes, incluidas la Aeronáutica Civil, las aerolíneas y por supuesto, los usuarios.

Tras el pacto, comenzará la revisión sobre la evolución del cumplimiento de las compromisos acordados y seguirá la discusión sobre la necesidad de modernizar el sector aeroportuario y garantizar los dos días de descanso al controlador.

¿Qué esperan las partes involucradas en el acuerdo tras el fin de las negociaciones?
 
Por ahora, el acuerdo suscrito contempla el ingreso de 35 nuevos trabajadores, el incremento en el sobresueldo de los controladores, y la recategorización de las diferentes terminales aéreas del país. En ese sentido, se establece un incremento en los ingresos de acuerdo a la categoría del aeropuerto. Con esta decisión, funcionarios de 27 terminales aéreos que no tenían esta ventaja, podrán beneficiarse.

El acuerdo también asegura el pago diferencial de domingos y festivos, y el reconocimiento de horas extras para los grados superiores.

Condiciones laborales de los controladores

Tarcisio Mora, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y de quien se asegura fue un factor dinamizador para concluir el acuerdo, reconoce que en la primera etapa “no se podía lograr todo”, pero celebra la sensibilización de la sociedad ante las peticiones del gremio de los controladores.

“La problemática laboral de los controladores no está resuelta de fondo. Necesitamos lograr una nivelación salarial de los operadores en los parámetros mundiales”, dice.

Mora agrega que el oficio tiene un desgaste tal que los controladores se exponen a enfermedades generadas por el estrés. “También queda pendiente la lucha por mejorar las condiciones de salud profesional”.

Con respecto a la jornada laboral, el abogado señala que el gremio vigilará el cumplimiento de un horario que garantice el descanso de los operadores y en consecuencia, “la eficiencia en su labor”.

Según el acuerdo, los controladores tendrán un día de descanso y uno segundo si las condiciones del aeropuerto lo permiten.

En ese sentido, Franklin Urbina, vicepresidente de la Asociación Colombiana de Controladores Aéreos, explica que el gremio continuará su lucha por los dos días de descanso “para que sea más fácil la manera de pedirlos, es decir que haya personal suficiente que permita la autorización”.

Urbina reitera la importancia del ingreso de más controladores. “Algunos controladores se retirarán, por eso es importante la incorporación de más personal”.

Con el pacto, a los 569 controladores existentes se sumarán inmediatamente 35 nuevos, de los cuales 25 son radaristas y 10 integrarán el nivel de instrumentos.

El director de la Aerocivil, Santiago Castro, anunció que en el año 2013 ingresarán 150 nuevos controladores aéreos, con el objetivo de responder al aumento de los vuelos.

“Nosotros sacamos el año pasado un decreto para lograr incorporar 91 nuevos funcionarios a la planta de la Aeronáutica Civil y esto después de más de una década”, dice el funcionario.

“Con estas políticas esperamos tener un rendimiento mejor, ya que los controladores tendrán su día de descanso y podrán despejar su mente de la carga laboral”, concluye Urbina.

Al respecto el Gobierno advirte que ofrece “todas las garantías” a cambio del “mayor compromiso de los controladores”.

Modernización del sector aeroportuario

Mora añade que la Aerocivil y el gobierno de turno deben evolucionar al mismo ritmo que avanza el desarrollo comercial y turístico.

“ Se requieren planes futuristas en materia económica y no hay presupuesto suficiente para ejecutarlos”, señala.

Ante el plan maestro que analiza la posible construcción de una segunda torre de control y una tercera pista, y el estudio sobre la necesidad de un aeropuerto complementario al El Dorado, el dirigente explica que en su criterio, “no se necesitan expertos para confirmar la necesidad de estos proyectos”. “Este país se la pasa en estudios y diagnósticos”.

El sindicalista asegura que los tratados de libre comercio que celebra el país lo obligan a reducir la categorización de los aeropuertos, de seis a tres.

“Debemos desarrollar el aeropuerto alterno de Villavicencio, construir un aeropuerto para solucionar el problema de las avionetas y los helicópteros comerciales, y otro aeropuerto que sea militar”, sostiene.
 
Mora insiste en que la Aerocivil sea “el ministerio de la aviación, tenga una visión más revolucionaria y garantice una inversión en infraestructura del aire".
 
En su criterio, Colombia debe aprovechar su posición geográfica y convertirse en “un puerto de todas las aerolíneas del mundo”. “Hay que explotar el espacio aéreo para que en temporadas de lluvias, debido al buen funcionamiento del sistema aeroportuario, el país no colapse”.

Frente a la modernización del sector, Urbina asegura que el acuerdo compromete a la Aerocivil en el ajuste de su presupuesto para lograr más eficiencia en la inversión en recursos tecnológicos.

“La Aerocivil va a escucharnos sobre las futuras inversiones en las herramientas tecnológicas que se necesiten. Tenemos radares que engañan al controlador y las comunicaciones fallan. El compromiso es trabajar en conjunto”, expresa el operador.

Por su parte, la Asociación del Transporte Aéreo en Colombia (ATAC) celebra el acuerdo, y asegura que la “aviación comercial del país, tanto de pasajeros como de carga, se ubica hoy como un importante propulsor del progreso económico y social de la Nación”.

ATAC anota que en los últimos cinco años las operaciones aéreas nacionales han crecido en un 61 por ciento y el mercado internacional ha aumentado su conectividad en un 109 por ciento.
 
En ese sentido, la organización advierte que la infraestructura aeroportuaria y de aeronavegación debe retomar el impulso para adaptarse al crecimiento de la oferta aérea y ofrecer un mejor servicio.

La asociación recuerda algunas metas: la solución de temas medio ambientales, el soporte de la IATA en procesos operacionales, la competitividad en el precio del combustible, el óptimo uso del espacio aéreo del país y un plan de inversión en infraestructura aérea y terrestre en los aeropuertos.

Firme posible sanción disciplinaria contra los controladores 

Por su parte la Procuraduría confirmó que, aunque aplaude el acuerdo, continuará la apertura de procesos disciplinarios contra los operadores de las torres de control.

"La afectación y el desborde que muy seguramente se ha dado en el ejercicio de sus funciones (las de los controladores) son circunstancias que la Procuraduría Preventiva puso en conocimiento de la Procuraduría en su función disciplinaria. Es indudable que si encontramos que existieron incumplimientos funcionales procederemos de conformidad", explicó el procurador general, Alejandro Ordóñez.

Ante las declaraciones, los controladores advierten que la intervención del Ministerio Público fue “tardía”.

“No estábamos en ‘operación tortuga’, sólo fuimos demasiado complacientes trabajando con herramientas ineficientes y decidimos aplicar la reglamentación que la Aerocivil nos obliga a cumplir”, señala Urbina.

Mientras se materializa el acuerdo entre Gobierno y los controladores, las partes se comprometen a trabajar en equipo y con confianza. Los controladores explican que cada dos meses se verificará el cumplimiento de los compromisos y los actos administrativos.

“La confianza está creada mutuamente”, concluye Urbina.