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Bruce MacMaster llevó a varios ministros a Cartagena y los comprometió con inversión para la ciudad.

CARTAGENA

¡Quédese como alcalde de Cartagena Mr. MacMaster!

Ante la enfermedad del alcalde Campo Elías Terán, los cartageneros están sorprendidos con Bruce MacMaster y le piden al presidente que lo deje a cargo. Pero detrás de todo hay intereses que lo quieren impedir.

20 de octubre de 2012

El pasado 8 de octubre cuando el presidente Santos anunció el nombramiento de Bruce MacMaster Rojas como alcalde encargado de Cartagena, ante la falta temporal de Campo Elías Terán, incapacitado por un cáncer de pulmón, la mayoría de los cartageneros se preguntaban quién era el ilustre y desconocido personaje. Incluso, en esos días de malestar ciudadano por la acumulación de problemas y los cambios de gabinete ante las ausencias de Terán, hubo quienes afirmaron que era una pilatuna bogotana contra la autonomía territorial. "Y para colmo -remataban diciendo- es extranjero".

Con el nombramiento de MacMaster salió a flote una insólita xenofobia en una ciudad que entre los siete alcaldes elegidos por voto popular, cuatro no nacieron en Cartagena. Y la gran paradoja es que MacMaster es cartagenero y sus ancestros más remotos llegaron a la ciudad en los primeros días de la independencia, mientras que el alcalde titular, Campo Elías Terán es nativo de San Antero, Córdoba. MacMaster es el director del Departamento para la Prosperidad Social, entidad de la Presidencia de la República, que maneja un presupuesto de 8 billones de pesos y cuya misión es mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable.

Desde que MacMaster pisó la Alcaldía un hecho insólito lo alertó sobre la gravedad de los problemas. El alcalde encargado y secretario de Hacienda, Óscar Brieva, había hecho un nombramiento en la madrugada de ese mismo día, el de la secretaria de Salud (Dadis), Shirley Bermejo, una desconocida en el sector. El nombramiento despertó suspicacias porque fue hecho después de que el presidente Santos había nombrado a Bruce MacMaster como alcalde encargado e incluso hay concejales que señalan que se trataba de un favor político que el alcalde Terán nunca le había querido hacer a un personaje muy cuestionado que hoy tiene detención domiciliaria. Esta nueva directora tomaría el control de los nuevos hospitales construidos en la administración anterior y de esa manera tendría el manejo de los jugosos recursos de la salud. MacMaster en un abrir y cerrar de ojos resolvió el problema. Destituyó a Brieva, dejó sin piso el nombramiento en el Dadis, y reintegró al gabinete al director anterior del mismo, Jorge Correa, quien había renunciado por las maniobras del alcalde encargado en esa Secretaría de Salud.

Lo primero que hizo MacMaster fue designar a cuatro secretarios que le dieran confianza. Adicionalmente llamó a la contralora Sandra Morelli y al procurador Alejandro Ordóñez para pedirles un acompañamiento especial. Desde hace una semana una comisión de la Contraloría encabezada por el delegado para la infraestructura, Nelson Izasiga, revisa con lupa cuentas y los polémicos otrosíes de los contratos de recolección de basura, la firma del contrato de aseo de instituciones educativas y unos convenios interadministrativos de la empresa de desarrollo urbano. Esos tres son los contratos que más preocupación han provocado entre los cartageneros en la corta estadía de Campo Elías al frente de Cartagena.   

El malestar de la ciudad no para ahí. Hay que agregarle que durante los primeros ocho meses, antes de que el alcalde cayera enfermo, el gabinete vivió continuas crisis -hubo cambios en la cabeza de ocho secretarías -y se empeoró por las malas relaciones con el Concejo. Todo eso deterioró la gobernabilidad de Campo Elías Terán, quien había entregado las secretarías más importantes al polémico grupo político liderado por el exsenador Juan José García Romero y su esposa la senadora Piedad Zuccardi. Y como si fuera poco, la propia hija del alcalde, Egla Terán, se inmiscuyó de tal manera en el gobierno que dos secretarios, al presentar su renuncia, argumentaron no soportar su intromisión. El caos era total.

El desconcierto inicial que había suscitado el nombramiento de MacMaster, comenzó a tornarse en grata sorpresa, pues además de la rapidez y buen tino a la hora de tomar decisiones, el alcalde encargado dio muestras de respeto por el titular al dejar intacto el escritorio del despacho de Terán y colocar su foto en primer plano. Lo más sorprendente para todos fue que al instante de haberse posesionado comenzó a resolver problemas. El primero, fue detener el inminente cierre de una planta procesadora de atún que dejaría cesantes a 2.500 personas, 1.000 de ellas mujeres, porque  faltaban unas licencias. MacMaster llamó al ministro de Agricultura y en cuestión de horas se disolvió una amenaza de cierre y protestas laborales.

En la primera semana de su encargo fueron a Cartagena los ministros de Comercio Exterior, quien se comprometió con el Distrito a volver realidad un proyecto de playa modelo con una inversión de 7.000 millones de pesos; el de Defensa con quien acordó aumentar el pie de fuerza policial en 350 hombres más, entre ellos 150 bachilleres, patrullas, microbuses y camiones; y el de Salud con quien recorrió los hospitales y encontraron que en Arroz Barato, un barrio popular con muchas necesidades, había uno nuevo sin estrenar, dotado con camas y quirófano. Y así están otros tres. MacMaster llamó al gerente de la Clínica de Maternidad Rafael Calvo y acordaron ponerle 'corazón' al hospital.

La sucesión del alcalde
 
¿Pero hasta cuándo durará MacMaster? Aunque ya se sabe que el alcalde Terán tiene cáncer, lo que desconocen algunos es la gravedad de su enfermedad. Hace pocos días el concejal Andrés Betancourt dijo que el cáncer había hecho metástasis en las meninges, en algunas vértebras, que el tumor primario pulmonar no había cedido ante la quimioterapia y habían surgido nuevas lesiones. Una aparición en público del alcalde el 4 de octubre dejó en evidencia el efecto de la quimioterapia. Desde entonces, hace dos semanas, nadie lo ha vuelto a ver.

Políticos locales y funcionarios de la administración dicen que él pide que lo dejen renunciar. Sin embargo, se ha sabido que entre sus familiares hay discrepancias, mientras su esposa es partidaria de que se retire del cargo, su hija Egla dice que debe volver el primero de noviembre cuando termine la incapacidad. Estas mismas fuentes confirmaron a SEMANA que el jefe de la Oficina Jurídica, Fabio Castellanos, habría sido amenazado telefónicamente por haber enviado a Presidencia el informe médico de la Nueva EPS donde se describe la enfermedad y una incapacidad de 30 días a partir del primero de octubre. La posible amenaza contra Castellanos provendría de presuntos financiadores ocultos de la campaña a quienes no le han cumplido.

¿Qué va a pasar después del 31 de octubre cuando se termine la incapacidad dada por la Nueva EPS al alcalde Terán? Una hipótesis es que el estrecho círculo que lo apoyó lo hará reaparecer el primero de noviembre en la Alcaldía para que firme un nuevo encargo a uno de los secretarios de confianza que quedan y así continuarán manejando los hilos del poder hasta cuando la salud del funcionario lo permita.

Por otra parte la ASI, partido que avaló a Terán, quiere quedarse con la Alcaldía. Y ya envió una terna al presidente Santos entre los que está Guillermo Guerrero, esposo de la exmagistrada del Consejo Electoral Adelina Covo. En diálogo con SEMANA, el concejal y vocero de la ASI Germán Zapata dice que ante una eventual devolución de la terna, ellos revisarían las objeciones del presidente pero le pedirían que fueran muy puntuales, pues ninguno tiene inhabilidades para ejercer el cargo.

Legalmente el alcalde titular tiene derecho a 180 días de incapacidad. Desde el pasado 15 de agosto, fecha en la que Terán ingresó a la clínica hasta el 31 de octubre habrán transcurrido 75 días. Otra posibilidad es que el alcalde sea suspendido del cargo, bien por la Contraloría o la Procuraduría. En ese caso se configuraría una falta temporal, que también podría ser llenada por el presidente Santos, a quien un gran número de  cartageneros le piden por las redes sociales que deje a MacMaster.

Ayer sábado las iglesias evangélicas cartageneras se unieron en una oración especial para pedir por dos cosas: por la salud de Campo Elías Terán y para que Bruce MacMaster continúe en el cargo. Desafortunadamente los ruegos no pueden garantizar ninguna de las dos, pues mientras la salud de Campo Elías depende de la gravedad de su enfermedad, la permanencia de MacMaster depende de la Constitución y de la ley: si el presidente acoge la terna presentada por la ASI, habrá otro alcalde; y si se declara la ausencia absoluta de Terán, se realizarán elecciones antes de terminar el primer semestre de 2013. El primer encargo de MacMaster, en todo caso, no puede exceder el 31 de octubre de 2012.