Home

Nación

Artículo

¿QUIEN LO HIZO?

El senador Darío Londoño puede haber sido la víctima<BR>inocente de la guerra entre carteles.

6 de diciembre de 1993


EN MOMENTOS EN QUE José de Jesús Santana, su conductor desde hacía varios años, se disponía a abrir la puerta del automóvil, tres hombres, uno de los cuales estaba armado con una ametralladora, se acercaron al senador Darío Londoño Cardona y, a quemarropa, le dispararon cuatro tiros, uno al rostro, otro al cuello, y dos al antebrazo. De inmediato el segundo vicepresidente del Senado fue conducido a la Clínica Medellín, donde los médicos lo atendieron de urgeneia, junto con su conductor.
Los sicarios huyeron en un campero que minutos antes habían estacionado en el parqueadero de la Universidad de Medellín, donde Londoño se desempeñaba como profesor de segundo año de Derecho en la cátedra de Hacienda Pública desde hacia 16 años. Al volante del campero se encontraba una mujer, quien también disparó contra Londoño y fue una de las personas que habían amordazado a uno de los celadores, según las autoridades.
Poco después del atentado, a eso de las 8 de la mañana del pasado viernes, la capital antioqueña estaba conmovida por la noticia. Y no era para menos. Londoño es considerado una de las reservas del Partido Liberal en Antioquia y uno de los senadores brillantes de la actual legislatura. Su perfil no responde al del político tradicional, sino al del político moderno. estudioso y dedicado cuando se trata de sacar adelante sus propuestas. Aunque se formó a la sombra de Bernardo Guerra Serna-igual que otros políticos antioqueños, entre ellos William Jaramillo y Alvaro Uribe Vélez-, en los últimos años había montado rancho aparte junto con el representante Armando Estrada Villa, otro congresista estudioso y muy respetado por sus colegas, con quien fundó el Movimiento de Participación Liberal de Antioquia.
Aunque se trata de un parlamentario desconocido para el resto del país,Londoño goza del aprecio y el respeto de sus colegas y, sobre todo, de los dirigentes antioqueños. Precisamente debido a ese aprecio, la noticia de su atentado impactó tanto como lo hicieron en su momento las muertes del gobernadorde Antioquia, Antonio Roldán Betancur la del tambien senador Federico Estrada Vélez y la de Héctor Abad Gómez."Otra vez van matar a la gente buena del departamento", fue la primera exclamación de los antioquenos.
LAS TEORIAS
Dos versiones se tejen respecto éste atentado. Una compromete seriamente al cartel de Medellín y la otra a células urbanas del Ejercito de Liberación Nacional (ELN). Curiosamente las dos fueron reivindicadas el viernes anterior,poco después del atentado, en llamadas o nensajes a los medios de comunicación.
No obstante, de estas versiones la que compromete al ELN no parece tan convincente. A través de la historia esa organización subversiva ha sido acusada de extorsionar a las multinacionales petroleras, de secuestrar a ganaderos y comerciantes,de atentar contra el patrimonio nacional al volar oleoduclos e, inclusive, de ajusticiar a sus propios miembros: pero hasta el momento no ha tenido la tradición de intimidar o atentar contra quienes legislen en forma contraria a sus intereses.
En cambio, ese tipo de atentados son más afines a organizaciones de narcotraficantes. Es un hecho irrefutable que desde la época del ministro Rodrigo Lara, el cartel de Medellín es dado a silenciar a todos aquellos que hayan respaldado la extradición de nacionales.
Más recientemente las acciones violentas han sido dirigi das contra los que expresen alguna solidaridad con el cartel de Cali.
Para encontrar los móviles del atentado necesariamente hay que remitirse al papel que desempeñó Londoño en la aprobación del nuevo Código de Procedimiento Penal y su participación en la nueva Ley de Orden Público, hechos que generaron toda una polémica nacional.
Al respecto es bueno aclarar que, como senador, Londoño tuvo menos que ver en ese hecho de lo que la opinión pública piensa. Como se recuerda, el nuevo Código de Procedimiento Penal fue debatido ampliamente y sufrió modificaciones, más como consecuencia de un consenso entre las partes que por un presunto liderazgo individual.
La aprobación de dicho Código,no obstante,habría Ievantado más de una roncha en las toldas del cartel de Medellín. donde algunos de sus jefes llegaron a considerar que la norma podía fomentar la entrega masiva de otros narcotraficantes, especialmente del cartel de Cali. En esas condiciones, el pecado de Londoño habría sido favorecer eventualmente a los mayores enemigos de Pablo Escobar, pese a ser de la misma tierra del Jefe del cartel de Medellin.
Esta versión está sustentada en una llamada anónima que un grupo de personas pertenecientes a una nueva organización delictiva que se hace llamar Muerte a Protectores del Cartel de Cali (Muproca) hizo a la cadena radial Caracol en Bogota, en la que habría anunciado tambien la muerte de destacados deportistas antioqueños que en la actualidad estarían vinculados de alguna forma a narcotraficantes de Cali.
Por la modalidad de ejecución se ha llegado también a especular que el crimen pudo haber sido ejecutado por grupos subversivos o Milicias Populares que podrían estar al servicio del cartel. La ubicación de la Universidad de Medellín al occidente de la ciudad, zona de influencia de esas organizacioncs, y los recientes atentados a catedráticos, hace que las autoridades no descarten la posibilidad de que contra Londoño habrían actuado dichas organizaciones. Llama la atención el hecho de que una mujer participara en el hecho, pues esto es frecuente en las accioncs de las milicias pero no de los carteles.
La Ley de Orden Público que el senador antioqueño propuso y defendió a la par con el Gobierno busca, básicamente, convertir los decretos de conmoción interior en normas permanentes. Esta ley es particularmente dura contra los narcotraficantes, los subversivos y los milicianos, como también lo es con aquellos funcionarios que les colaboren a dichas organizaciones. En esas condiciones Londoño estaba en la mira de cualquiera de esos grupos criminales.
Sin embargo, fue el primero en afirmar que por parte de Ia guerrilla nunca recibió amenazas de ninguna clase.
Al cierre de esta edición, el estado de salud del senador era critico y los médicos que lo atendían en la Clínica Medellín no se mostraban muy optimistas respecto a la suerte de Londoño. La esperanza de sus familiares estaba cifrada en la capacidad de los especialistas que lo cuidaban, que en abril de 1992 salvaron la vida de Martín Emilio " Cochise" Rodríguez luego de un accidente y cuando nadie daba un peso por la vida del ex campeón mundial de ciclismo.
Pero cualquiera que haya sido la causa del atentado y cualesquiera hayan sido sus ejecutores, el hecho volvió a poner de presente el enorme riesgo que implica hacer política en Colombila.
Si los congresistas pensaban que el mayor peligro que debían enfrentar en esta campaña iban a ser las denuncias éticas y morales, ahora les apareció un nuevo enemigo: las balas. -