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El séquito de Uribe en Washington

Tres congresistas y el excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga acompañan al expresidente en su gira por Washington.

11 de febrero de 2015

El periplo de Álvaro Uribe en Washington es todo un misterio. Portavoces del Centro Democrático han decidido mantener bajo reserva la agenda de actividades del jefe natural del partido. La situación ha generado múltiples especulaciones. De un lado, contradictores del expresidente han hecho circular la versión de que el exmandatario no sería atendido por políticos norteamericanos. De hecho, la semana pasada se conocieron las intenciones del uribismo de tener contactos con el presidente Barack Obama, pero voceros de la propia Casa Blanca rechazaron esa posibilidad.

El uribismo, sin embargo, explica que el hecho de mantener la agenda en reserva no es gratuito. Obedece a que se trata de blindar al exmandatario ante cualquier conato de saboteo.

El senador Ernesto Macías, uno de los más férreos defensores de Uribe, denunció en La Hora de la Verdad, el programa radial del exministro Fernando Londoño, que un alto funcionario de la casa de Nariño estaba indagando por la agenda de actividades del expresidente para organizar a un grupo de saboteadores profesionales para que le hagan imposible su estada en la capital estadounidense.  

“Una persona de la Casa de Nariño –asegura Macías- me llamó a contarme que habían contactado a un grupo de saboteadores en Estados Unidos y que estaban desesperados buscando la agenda del presidente Uribe para ir a insultarlo a donde fuera que salga. Quiero hacer esta denuncia porque esto cabalga dentro de lo que hace Santos, de este juego sucio y esta persecución infame”.

De los planes del expresidente en Washington sólo se conocen sus motivaciones. El martes, antes de viajar, Uribe explicó en el Congreso que iba a explicar las razones por las que considera que el proceso de paz es una impunidad para favorecer el terrorismo. Y que estará acompañado por una comitiva de tres congresistas y el jefe del Centro Democrático, el excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga.

Los tres congresistas fueron seleccionados por la propia bancada. En principio, la delegación estaba integrada por el senador Iván Duque, uno de los parlamentarios que más enorgullecen a Uribe, quien se sienta al lado izquierdo del expresidente en el Senado y uno de los parlamentarios a quienes sus colegas han reconocido por su capacidad intelectual.

Duque, como pertenecía a las comisiones económicas, que por estos días tienen la responsabilidad de discutir el Plan Nacional de Desarrollo, tuvo que bajarse del avión, ya que el presidente del Senado le negó el permiso de ausentarse a las discusiones previstas para estas sesiones extraordinarias.

Por eso, la delegación se redujo a tres congresistas. El representante Federico Hoyos y los senadores Paloma Valencia y Alfredo Rangel. Para esta gira, ellos tuvieron que meterse la mano a su propio bolsillo para financiar el viaje, pues el Centro Democrático decidió no destinar recursos de las arcas del partido para este periplo.

Aunque en el uribismo aseguran que la elección fue al azar y que se rotará en futuras giras que el uribismo tiene en otros países del continente, su presencia no es causalidad.

Paloma Valencia, nieta del exprersidente Guillermo León Valencia, pertenece a la Comisión Primera del Senado, que no tiene sesiones en las extraordinarias. Además, en los primeros meses de su actividad parlamentaria se ha caracterizado por ser una enérgica y beligerante defensora de la figura y el legado del expresidente. Se dice que ella será quien exponga las razones por las que el uribismo se siente perseguido por el Gobierno y la justicia colombiana.

La presencia de Alfredo Rangel tampoco es gratuita. Su pasado como investigador y analista político, en la Fundación Seguridad y Democracia, lo ha puesto como uno de los expertos en los temas relacionados con el conflicto armado. De hecho, ha sido Rangel el que ha estado detrás del documento que consigna las famosas capitulaciones del proceso de paz.

La presencia de Federico Hoyos es quizá la que más sorprende. Fue nombrado vocero de los representantes a la Cámara uribistas para este viaje. Representa al departamento de Antioquia, es uno de los más jóvenes de la bancada y fue columnista de prestigiosos diarios como El Tiempo, El Colombiano y el portal Kienyké.

El martes ninguno de los congresistas quiso referirse a la gira y delegaron la vocería exclusiva en el expresidente Uribe. Pero ellos serán los que arropen al expresidente en su periplo en Washington, y quién sabe si quienes tengan que responder a los improvisados ataques que el uribismo cree que se van a registrar en la capital gringa.