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La empresa Odyssey rescató 594.000 monedas de oro y plata, evaluadas en 400 millones de dólares, que según un juez se las debe dar a España

PATRIMONIO

Reconquista pirata

Un controvertido fallo en Estados Unidos le da a España la posibilidad de reclamar todo el oro y la plata que yacen en barcos naufragados que fueron de la Corona, incluido el 'San José'.

6 de junio de 2009

Desde hace meses, América prepara con febrilidad las celebraciones del Bicentenario de la Independencia. Aunque muchos ven la fiesta como una fecha más, las últimas movidas de España muestran que la antigua potencia colonial no está del todo dispuesta a renunciar al oro, la plata y las riquezas que en Imperio perdió en el Nuevo Mundo.

La semana pasada, el juez de tribunal de Tampa (Florida) Mark Pizzo puso fin a una dura pelea que España tenía con la empresa estadounidense Odyssey, especializada en hallar y rescatar tesoros sumergidos. La disputa, como en los mejores cuentos de bucaneros, es por 17 toneladas de oro y plata que Odyssey rescató en 2007 de los restos Nuestra Señora de la Mercedes, una fragata hundida en aguas internacionales frente a Portugal en 1804. La empresa los halló, rescató la mitad de los tesoros y los llevó a Estados Unidos para que un juez le diera la parte del rescate. Tras dos años de una álgida batalla legal, el juez decidió acoger por primera vez en la justicia norteamericana la tesis de España y determinó el miércoles pasado que no tenía jurisdicción sobre el caso. Además, recomendó que toda la carga sea devuelta a ese país.

Desde la antigüedad, una de las normas básicas es la ley de salvamento, que determina que el que encuentre un naufragio tiene derechos sobre lo que haya rescatado. España, en una jugada cuestionable, invocó la inmunidad soberana de los barcos de guerra, que fue diseñada en el siglo XX por las grandes potencias para proteger las tecnologías de submarinos nucleares o barcos que naufraguen en el mar.

Así, España centró su batalla en que Nuestra Señora de la Mercedes, cuando fue cañoneado por los ingleses el 5 de octubre de 1804, llevaba cañones a bordo y fue hundido en un acto de guerra. Por su parte, Odyssey plantea que La Mercedes era un simple buque mercante, repleto con la fortuna de mercaderes de Lima y Montevideo. Según la empresa, el 74 por ciento de la carga eran bienes comerciales y en la época, por navegar en mares peligrosos, todos los barcos estaban armados.

Al conocer el fallo, la ministra de Cultura de España, Ángeles González-Sinde, declaró que es "un precedente muy importante de cara a todos los descubrimientos submarinos del futuro". Aunque Odyssey anunció que apelará la decisión, de seguir en firme podría sentar jurisprudencia que haga que decenas de otros tesoros coloniales vuelvan a la Corona española después de dormir por siglos en el fondo del océano.

Para Colombia esta decisión es crucial, pues el Caribe es la tumba de 1.200 embarcaciones, entre ellas el Galeón San José, considerado el más valioso del hemisferio occidental, con una carga de oro, plata y piedras estimada entre 4.000 y 6.000 millones de dólares. Daniel de Narváez, experto en el tema, dice que "la decisión es grave para el país, pues los españoles se inventaron lo de la inmunidad soberana para llevarse todo. Colombia tiene que tomar cartas en el asunto para proteger su patrimonio, como lo establece la Constitución, y así evitar un nuevo saqueo de España".

Lo que es increíble es que ya se sabía, que el caso de Nuestra Señora iba a sentar un precedente, pero ni el Ministerio de Cultura ni la Cancillería se pronunciaron. Especialistas en derecho marítimo consultados recomendaron que Colombia debe envíar notas diplomáticas a España y Estados Unidos, rechazando la decisión. y sentando su posición de que todo lo que está en aguas territoriales es patrimonio cultural de la nación. Antonio José Rengifo, doctor en derecho del mar de la Universidad de Londres y profesor de la Nacional, dijo que el fallo deja claro que la propiedad de los tesoros sumergidos se internacionalizó y que amparados en las opciones que da el derecho del mar, los Estados van a empezar a reclamar en cualquier país. "Hay que blindar a Colombia de esas amenazas con una legislación novedosa del derecho internacional cultural".

Lo único bueno, si es que la noticia lo tiene, es que si España insiste en recuperar su patrimonio los países latinoamericanos también podrían reclamar todo el oro, la plata y tesoros que fueron saqueadas por la Corona durante la Colonia.