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Humberto De la Calle y los ponentes del proyecto en la audiencia pública del referendo por la paz. | Foto: Guillermo Torres

POLÍTICA

Segundo tropiezo del referendo para la paz

Opositores de la iniciativa consiguen dilatar el debate. La votación fue aplazada por una semana.

11 de septiembre de 2013

El gobierno quedó notificado que será tortuoso el trámite del proyecto con el que pretende habilitar que el referendo para la paz coincida con las elecciones en 2014.

Este miércoles, después de más de cuatro horas de debate, y tras haber resuelto el primer obstáculo, el de la recusación de los 38 congresistas de la Unidad Nacional, los opositores de la iniciativa consiguieron aplazar la votación.

Y lo hicieron con reiteradas intervenciones en las que denunciaron presuntos vicios de constitucionalidad en el trámite de la iniciativa.

La ofensiva de los opositores estuvo liderada por el representante Miguel Gómez y los senadores Juan Lozano y Juan Carlos Vélez, aunque también se sumaron otros congresistas del partido de gobierno como los senadores Manuel Enríquez Rosero y Carlos Soto, o representantes del Partido Conservador como Alfredo Bocanegra y Pedrito Pereira, quienes a pesar de reiterar su respaldo al proceso de paz, expresaron profundos reparos a la iniciativa del gobierno de querer hacer coincidir el referendo con las elecciones ordinarias.

Las discusiones se fueron dilatando a tal punto que el gobierno se vio en aprietos para conseguir los votos suficientes para la aprobación de la iniciativa, especialmente en el Senado, pues de haber procedido a la votación se corría el riesgo de que la iniciativa fuera archivada.

Este proyecto tiene mensaje de urgencia y el gobierno lo necesita casi que de forma inmediata para tener un mecanismo expedito para refrendar los eventuales acuerdos de paz que se alcancen con la guerrilla de las FARC en La Habana. La idea es que puedan ser refrendados en marzo, durante las elecciones de Congreso, o en mayo durante las presidenciales.

Pero cada vez más se aleja esta posibilidad en la medida que este proyecto tiene que pasar por el examen de la Corte Constitucional que podría tardar mínimo tres meses. Por eso la idea del gobierno es que el proyecto fuera evacuado por el Congreso lo antes posible para tener este mecanismo habilitado para las próximas elecciones.

En la fallida jornada para el gobierno lo que sí se anticipó fue la discusión sobre los acuerdos de paz que se alcancen en La Habana, ya que los opositores de la iniciativa le exigieron al gobierno que se conocieran los acuerdos alcanzados en la mesa de negociación antes de habilitar el mecanismo del referendo.

Miguel Gómez (la U) se opuso a la iniciativa al señalar que este proyecto era una reforma electoral disfrazada que lo único que busca es cambiar las reglas de juego para las elecciones del 2014. “Quieren meterle pueblo a respaldar la reelección de un gobierno debilitado”, aseguró el congresista al denunciar que el referendo para la paz es una estrategia “electorera” para favorecer la reelección del presidente Juan Manuel Santos. “El Congreso está habilitando a que se le ponga la maquinaria, el clientelismo y la mermelada a la reelección”.

Gómez propuso siete modificaciones al proyecto con el propósito de garantizar que no se induzca  ni obligue a los ciudadanos a votar, que se respete el derecho a la abstención y que se publiquen los acuerdos dos meses antes de las elecciones. Además que se presente la tarjeta electoral del referendo un mes antes de los comicios.

Así mismo Miguel Gómez propuso que el proyecto incluyera la exigencia tajante de que antes de convocarse el referendo las FARC deben entregar las armas, reconocer la responsabilidad de sus crímenes, reconocimiento de las víctimas, liberación de todos los secuestrados y poner fin al reclutamiento de menores.

Juan Carlos Vélez, senador uribista, también denunció que este proyecto es una reforma constitucional ilegal porque se está modificando el espíritu de la Constitución que señaló que los referendos no podrían coincidir con otros actos electorales.

El senador Juan Lozano, otro de los opositores de la iniciativa, denunció otros vicios de constitucionalidad en el trámite del proyecto, al asegurar que las comisiones primeras estaban en la obligación de acumular el proyecto del gobierno con su proyecto de referendo, que establece que la refrendación de los acuerdos se debe hacer 15 días antes o después de las elecciones.

Juan Carlos Vélez insistió en que los congresistas de la Unidad Nacional sí están en curso de conflicto de interés al votar este proyecto porque al habilitar la convocatoria al referendo el mismo día de las elecciones contaminará la decisión de los ciudadanos en favor de determinados candidatos. “¿Por qué temen a que el referendo sea en un día diferente a las elecciones?”.

Estos argumentos fueron descalificados por los miembros de la Unidad Nacional, al denominarlos como una estrategias para dilatar el trámite del proyecto por el simple temor de que las próximas elecciones se conviertan en una discusión entre quienes apoyan la paz y quienes están en contra. “Seria hipócrita negar que las elecciones del próximo año van a estar signadas por quienes están favor de la terminación del conflicto y quienes quieren que se perpetúe”.

El Polo Democrático fijó su postura. Aunque respaldó el proceso de paz, explicó que el presidente Santos le había dicho al partido de oposición que el proyecto simplemente quería habilitar unas fechas para el referendo. Sin más ingredientes. “Pero ya comenzamos a ver que se agregan artículos y temas. ¿Qué más le van a meter a esto? El miedo con estas leyes es que una cosa entra por la secretaría y otras sale de la plenaria”, aseguró Germán Navas Talero quien anunció que el Polo se marginaba de la discusión de la iniciativa.

Las comisiones primeras de Senado y Cámara volvieron a ser convocadas para el próximo martes, con el fin de destrabar el tortuoso trámite de esta iniciativa que es crucial para el proceso de paz.