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María Mercedes López

REFORMA

La puerta que aún gira para los magistrados del Consejo Superior

La reforma al equilibrio de poderes permitiría que los del Consejo Superior sean los únicos magistrados que pueden pasar de una corporación a otra.

17 de septiembre de 2015

El paso inmediato de magistrados de una corte a otra fue una de las poderosas razones que llevaron al Gobierno a inlcuir una reforma a la justicia en el proyecto de equilibrio de poderes. Pero el intento por eliminar viejos vicios clientelares en el poder judicial parece haber salido mal.

La reforma al equilibrio de poderes les impide a la mayoría de los magistrados pasar de un ente estatal a otro, pero no a los del Consejo Superior de la Judicatura. De ahí la aspiración legítima de una de sus integrantes, María Mercedes López, de ser integrante de la Corte Constitucional.

Una vez en vigencia la reforma constitucional, la euforia del momento, el éxtasis de las primeras horas de la reforma llevó a propios y extraños a convencerse de que las épocas en las que magistrados de una alta corte utilizaban su cargo como plataforma para pasar a otra plaza de prestigio en los órganos de cierre de la justicia quedarían en el olvido. La redacción del texto del acto legislativo y la realidad misma parecen demostrar otra cosa.

Si bien desde el Gobierno y el Congreso aseguran que existe una prohibición a la puerta giratoria, es decir, que un integrante de una corte no pueda pasar inmediatamente a ocupar otro cargo del Estado, la reforma no se lo impide expresamente a los magistrados del Consejo Superior.

Y aunque eran los integrantes de esa corporación los más atacados y su accionar el mejor pretexto para eliminarlos como lo hizo la reforma, gracias a ella podrían aspirar a cualquier corte en la que haya una vacante.

Las modificaciones a la Constitución que tramitó el Congreso le impidieron a todos los magistrados aspirar a otros organismos judiciales o a cualquier otra entidad de manera inmediata. Paradójicamente, los únicos que sí tienen abierta y todavía girando esa puerta son los magistrados del Consejo Superior.

Por eso María Mercedes López envió su hoja de vida a la Presidencia, con la esperanza de que el jefe del Estado, Juan Manuel Santos, la incluya en la terna de candidatos a reemplazar a Mauricio González en la Corte Constitucional.

Y de aplicarse a rajatabla el acto legislativo, ella y sus demás compañeros serían los únicos habilitados en los órganos de cierre de la justicia para saltar de corporación en corporación.

Aunque dice que lo mejor es esperar los acontecimientos sin dar declaraciones, otros de sus compañeros, que también esperan ser elegidos en otros cargos del Estado, como Wilson Ruiz, defienden su derecho a seguir participando de la función pública.

Como candidato a la Registraduría, sostiene que quienes integran el Consejo Superior no se enfrentan a la prohibición de la puerta giratoria, ni deberían estarlo.

Ruiz considera que al haber sido elegido por el Congreso de una terna presentada por el presidente y sin la intervención de ninguna alta corte, no tendría por qué ser objeto de las restricciones que el equilibrio de poderes le impuso a algunos colegas.

Además, en desarrollo de sus funciones, tampoco interviene en la elección de otros funcionarios, explicó Ruiz. Para él, hay razones más que valederas para no ser objeto de la retricción.

Como estos, otros integrantes del organismo como Pedro Alonso Sanabria y el recientemente retirado Néstor Iván Osuna buscan reemplazar a Carlos Ariel Sánchez en la Registraduría y la norma constitucional se lo permitiría.

Podría ser una "leguleyada", como lo dijo la senadora Claudia López a su arribo al debate sobre el equilibrio de poderes que convocó la Corte Constitucional, pero lo cierto es que las aspiraciones de los tres están sustentadas en la misma reforma; tanto es así, que ninguno ha sido declarado no elegible.