Reforma tributaria acaba con la ley de primer empleo, dice Simón Gaviria

Simón Gaviria, presidente del Partido Liberal, sigue revisando con lupa el polémico borrador de la reforma tributaria, proyecto que el Gobierno llevará al Congreso de la República.

Gaviria no sólo se ha opuesto a la intención de que, a través del proyecto, se grave el 5% de impuestos a la canasta familiar (El presidente Juan Manuel Santos dijo la semana pasada que no respaldará esa propuesta). Ahora, el jefe del Partido Liberal asegura que el proyecto del ministro Echeverry les quitará casi 62.000 pesos a quienes devengan menos de 2,5 millones de salario, por concepto de la retención en la fuente que revive la reforma tributaria.

Pero detrás de esa propuesta, habría una discusión política con mayor fondo.

Porque Gaviria considera que hacer una retención en la fuente del impuesto sobre la renta a cerca de 3,5 millones de trabajadores colombianos, que ganan menos de 2.500.000 pesos mensuales, "busca desmontar los importantes logros obtenidos en la Ley de Primer Empleo".

La ley de primer empleo fue una de las primeras reformas adelantadas por el gobierno Santos, que pretendía, entre otras, hacer frente al cuello de botella del desempleo que se concentraba en la población joven, la de mayores índices de desocupación, luego de terminar estudios de bachillerato y universitarios.

Pero la ley de primer empleo, además, fue junto a la ley de víctimas la principal apuesta política del Partido Liberal. No en vano hizo parte del acuerdo programático en el que los liberales pactaron acompañar a Juan Manuel Santos en su gobierno.

Por eso, Simón Gaviria insiste en que la reforma tributaria de Echeverry (ministro que representa al Partido Conservador en el gabinete) elimina los beneficios a la formalización de la pequeña y la mediana empresa y afecta a los jóvenes. Gaviria dice que cada año salen al mercado laboral, en promedio, 170.000 técnicos y profesionales, que tienen un ingreso mensual cercano 1.300.000 pesos y que les afectaría una eventual aplicación de la retención en la fuente.

"No hay derecho a que una persona que gane el mínimo en Colombia, le vayan a descontar 62.000 pesos mensuales, por retención en la fuente", dijo Gaviria.

Las palabras de Gaviria se produjeron en Quibdó, capital de Chocó, uno de los departamentos con mayores niveles de pobreza y desigualdad.

El jefe del Partido Liberal aprovechó la circunstancia para proponerle al Gobierno que grave impuestos a los ricos y no a los pobres.

Por eso Gaviria propuso que en lugar de cargar de impuestos a los más necesitados, se debe buscar otra fuente de ingresos, como aplicar tributos a las empresas mineras que generan un gran impacto al medio ambiente.

Justamente, una de las propuestas del Partido Liberal presentadas ante la Mesa de Unidad Nacional planteaba la eliminación de deducciones y beneficios tributarios de los que gozan las empresas mineras, así como al incremento en el monto de las regalías. "De esta forma, el Estado recibiría anualmente entre dos billones y tres billones de pesos más".

Según Gaviria, el primer objetivo de esta propuesta sería eliminar una deducción tributaria reconocida por la DIAN a las empresas de minería, las cuales a partir del 2005 califican las regalías como un costo y por tanto pueden deducirlas de su impuesto de renta.

El jefe del liberalismo lleva dos semanas cuestionando la fórmula del ministro Echeverry para recaudar mayores impuestos, según el borrador de la reforma tributaria.

Anunció la oposición del liberalismo al proyecto si no se hacen ajustes. Por eso, cuando el presidente Santos, desde China, aclaró que no iba a gravar impuestos a los productos de la canasta familiar, Simón Gaviria dijo que eso demostraba "el talante liberal" del presidente de la República.

Por eso, más allá de los asuntos técnicos, la reforma tributaria podría ser un enfrentamiento político entre liberales y conservadores, o al menos el ministro con el que más se identifica el Partido Conservador.