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Relaciones peligrosas

Escándalo en Venezuela y Colombia por la aparición de evidencias de los nexos entre el gobierno de Hugo Chávez y las Farc.

26 de febrero de 2002

El eco de las cacerolas en protesta contra Hugo Chávez parece una sinfonía al lado del estruendo producido por las evidencias de nexos entre el gobierno venezolano y la guerrilla colombiana. La publicación de un video cuyos protagonistas son altos oficiales de las Fuerzas Armadas de Venezuela y miembros de un frente de las Farc, la misteriosa hoja de vida del nuevo ministro del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, y la captura de una avioneta con una carga ilegal de armas para Colombia provocaron una tormenta de consecuencias impredecibles.

La mezcla de estos hechos ocurridos la semana pasada no sólo puso contra la pared a Chávez sino que por primera vez muchos analistas coinciden en la posibilidad de una abrupta caída de su gobierno. “De la fuerza arrolladora de Chávez de hace unos meses hoy sólo se ve una fina brizna que podría disiparse completamente en los próximos días”, vaticinó el ex canciller venezolano Fernando Ochoa Antich.

¿Pero qué fue lo que ocurrió y qué tan trascendentales son los hechos registrados para que la oposición venezolana vea un posible fin del mandato de Chávez? El primero ocurrió el miércoles pasado, y fue la presentación de un video por parte de cuatro periodistas venezolanas que muestra un encuentro de militares de su país con miembros de las Farc. La cita, realizada en junio de 2000, fue coordinada por el general venezolano Rafael Román Betancur, quien desde una sede del Teatro de Operaciones Número 2, al otro lado de la frontera, da las instrucciones para que un grupo de hombres de inteligencia militar atraviesen el río en un helicóptero de la Guardia Nacional. Ya en Colombia los ‘visitantes’ son acogidos por ‘Rubén Zamora’, comandante del frente 33 de las Farc, quien los recibe con los brazos abiertos.

Las imágenes indican que el viaje se hace para que las Farc les entreguen a un hombre en lo que Chávez posteriormente explicó “podría tratarse de una gestión humanitaria”. Lo grave es que el hombre es vendado por los miembros del ejército venezolano, hecho inusual con, por ejemplo, un secuestrado. Los oficiales venezolanos entraron a territorio colombiano con armas y naves y, por si fuera poco, luego hay abrazos entre las partes y dejan constancia de “las buenas relaciones” entre ambos. Naturalmente, el hecho provocó una reacción masiva de mucha gente en Venezuela, que no quiere ni imaginarse las consecuencias de una ‘relación’ del gobierno bolivariano de Chávez y las Farc, que también reivindican el ‘pensamiento bolivariano’. La inquietud también se sintió en Colombia. El ministro de Relaciones Exteriores, Guillermo Fernández de Soto, dijo: “No resulta plausible la hipótesis que nadie sensato establezca relaciones con grupos al margen de la ley, respecto de los cuales la comunidad internacional guarda distancia”.

El video fue entregado por miembros del ejército venezolano a cuatro periodistas, quienes lo hicieron público advirtiendo que las fuentes querían no sólo hacer la denuncia sino dejar constancia de su descontento con el núcleo que sigue a Chávez, lo que significa una clara división en el estamento militar. Por si fuera poco, al día siguiente, jueves, desde un carro en marcha se lanzó un artefacto explosivo al diario caraqueño Así es La Noticia, cuya directora es Ibéyise Pacheco, una de las cuatro periodistas que hicieron público el video. “Esto refleja la persecución a la que estamos sometidos los periodistas críticos en Venezuela y también muestra que nuestras denuncias son verídicas”, explicó.

La explosión del jueves causó conmoción en Venezuela en un día en el que, coincidencialmente, se posesionaba el nuevo ministro del Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín. Este llegó al cargo acompañado de un escándalo monumental ya que en Venezuela todos los medios han coincidido en los riesgos que implican sus relaciones con las Farc. Chacín, un hombre cercano a Chávez, tiene un pasado misterioso que incluye viajes al Caguán para entrevistarse con las Farc y a otras regiones del país para acordar la liberación de secuestradores en poder del ELN. Según fuentes colombianas Rodríguez Chacín, antiguo capitán de navío, director de inteligencia de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) y comisionado de la Presidencia para la seguridad fronteriza con Colombia, ha entrado en más de 10 oportunidades al país desde 1992 de manera clandestina. Una de las más recientes fue el 20 de noviembre de 2000 para la liberación del industrial Federico Arango Bacci, secuestrado por el ELN en la Ciénaga de El Torno.

Entre los misterios guardados por Rodríguez Chacín está otro que fue revelado también ese jueves por El Universal de Caracas. Se trata de un documento firmado por militares venezolanos en el que se reconoce que el gobierno de ese país les ofreció ayuda a las Farc por parte del ahora poderoso ministro de Interior y Justicia. Se trata de un ‘proyecto político’, una especie de memorando que, además de llevar la firma de Chacín, fue enviado al propio Chávez, y en el cual se establece la vinculación y cooperación mutua entre las Farc y la administración de éste: “El gobierno venezolano le garantiza a la guerrilla medicamentos especiales, venta de petróleo, apoyos especiales, registro y contratación de empresas en el área bancaria, agropecuaria, construcción de vivienda y salud, apoyo para asilo y tránsito”, dice. Por su parte, la guerrilla “disminuirá en el corto plazo los secuestros y el cobro de la vacuna en la zona de frontera y su erradicación en el mediano plazo”.

Increíblemente, al tiempo que en Caracas se conocían estas denuncias, en Bogotá el comandante de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), Héctor Fabio Velasco, denunciaba la interceptación de una aeronave de matrícula venezolana, procedente de esa nación, que transportaba un cargamento de armas. “En el avión, de matrícula YV317P, había 15 cajas de munición, o sea 15.000 cartuchos calibre 762 para fusiles AK, de los mismos que usan las Farc”.

Estos hechos son tan graves que han llevado a muchos opositores del gobierno a creer que estas evidencias van a hacer más efectivas que los ‘cacerolazos’ para que Chávez termine más pronto su mandato de lo esperado. Sería la consecuencia de tener ‘amistades peligrosas’.