¿Renace el amor entre Polo y Progresistas?

Comenzó la carrera por llegar a la Casa de Nariño, por lo menos, en los partidos de izquierda. Así quedó claro luego de que la presidenta del Polo Democrático, Clara López Obregón, anunció que la colectividad quiere realizar una convergencia con partidos de esta tendencia ideológica para escoger un candidato presidencial y así enfrentar al presidente, Juan Manuel Santos y a su vez al candidato que salga de las toldas del Centro Democrático.

Una de las colectividades que estaría en esa ‘colada’ es el movimiento de Progresistas, disidencia del Polo y cuyo líder visible es el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Hace unas semanas ambos movimientos estaban enfrascados en una disputa por tres curules en el Congreso, correspondientes a senadores que anunciaron su disidencia y dejaron claro que no entregarían sus puestos al partido amarillo.

El Consejo de Estado tiene que fallar sobre el destino de las curules de los senadores Luis Carlos Avellaneda y Jorge Guevara y cuando lo haga seguro influirá en lo que pase con una posible coalición.  

Esa pelea solo ha sido solo una muestra de una turbulenta historia entre polistas y progresistas, diferencias que iniciaron en 2010 cuando Petro decidió abrir un movimiento a parte para la campaña a la Alcaldía de Bogotá y arrastró figuras emblemáticas como Antonio Navarro.

Sin embargo, como suele suceder en el cambiante mundillo de la política, al avecinarse las elecciones a la presidencia comienzan los escarceos. Y estos aparecen justo cuando los partidos pequeños buscan estrategias que les permita alcanzar el umbral suficiente para no desaparecer.

En una declaración que se entendió como borrón y cuenta nueva, Clara López llamó a los sectores políticos, sociales, democráticos y alternativos a conformar una unión para buscar candidato que les represente. “Progresistas, desde luego, con el Partido Comunista, con Marcha Patriótica, con sectores disidentes del Partido Liberal y con los sectores que son contestatarios en el Partido Verde” dijo López.

El senador disidente del Polo Camilo Romero aún no confirma el llamado a los Progresistas, pero reclamó que debe haber “amplitud democrática y progresismo” con sectores que no sean necesariamente de la izquierda. “Hay que pasar de las palabras a los hechos y buscar a las mayorías nacionales y no a los sectores minoritarios”.

El anuncio respondió a una petición del representante a la Cámara del Polo Iván Cepeda, quien en una carta abierta firmada en junio, les dijo las directivas de las colectividades que “la unidad de la izquierda no es sólo un asunto de táctica electoral”, sino que es un “imperativo histórico”.

Hoy, en el papel, se vislumbra un nuevo panorama para esta tendencia política que busca reagruparse, como lo hizo en el año 2005. En ese entonces, se selló una alianza con la que se creó el Polo y que hizo historia. ¿Será que renace ese esquivo amor?